Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

martes, 12 de enero de 2021

La doctrina de Montfort, fuente de espiritualidad mariana de Juan Pablo II – François Marie Léthel, ocd (1 de 2)

 


La principal fuente de la espiritualidad  cristocéntrica y mariana de San Juan Pablo II es el Tratado de la Verdadera Devoción a la Virgen Maria de San Luis Maria Grignion de Montfort (1673-1716), auténtica obra de arte de este santo y síntesis de toda su doctrina espiritual. EL lema Totus Tuus, que resume la doctrina de Montfort, ha sido, en efecto, el hilo conductor de toda la vida de Karol Wojtyla, “hilo mariano” de un largo y continuo camino hacia la santidad.

 Estas dos palabras Totus Tuus son una oración dirigida a Jesus por medio de Maria y en su Corazón Inmaculado. Es un acto de Amor como don total de sí. En este mismo sentido define santa Teresa de Lisieux el Amor en su última poesía a Maria: “Amar es dar todo y darse a si mismo” (¿Por qué te amo, Maria!, estrofa 22)   Te amo significa: Me entrego todo a ti, soy todo tuyo y para siempre. El Totus Tuus es, pues, la oración breve y esencial que ha animado continuamente toda la vida de Karol Wojtyła,  una vida totalmente entregada al Señor, a la Iglesia, a todos los hombres, vivida con Maria, Madre de Jesus y Madre nuestra. Luis Maria de Montfort y Teresa de Lisieux son, en efecto, como dos “faros de santidad” que ha n iluminado en modo particular el Pontificado de Juan Pablo II, en la perspectiva del Concilio Vaticano II trazada por la Lumen GentiumEn los capítulos VIII, sobre Maria en el Misterio de Cristo y de la Iglesia, y V, sobre la vocación universal a la santidad. Montfort es el santo que mas ha influido en la vida de Karol Wojtyła, mientras Teresa de Lisieux es la única santa declarada por el Doctora de la Iglesia. Después del Doctorado de Teresa en 1997, Juan Pablo II hubiese deseado dar el mismo titulo a san Luis Maria, y de hecho había iniciado el camino para ello.

(…)

En la vida de Karol Wojtyła, el lema Totus Tuus se convirtió en la respiración de su alma, en el latido de su corazón a partir de 1940 cuando descubrió, a la edad de 20 años, el Tratado de Montfort. Juan Pablo II conto este hecho muchas veces. Lo hizo en modo especial en el momento del 50º aniversario de su sacerdocio, en el libro Don y Misterio (1996), recordando como este descubrimiento le había ayudado a dar un paso decisivo en su camino espiritual, superando una cierta crisis concerniente precisamente a su devoción mariana: «Hubo un momento en el cual me cuestioné de alguna manera mi culto a Maria, considerando que éste, si se hace excesivo, acaba por comprometer la supremacía del culto debido a Cristo. Me ayudó entonces el libro de San Luis Maria Grignion de Montfort titulado “Tratado de la verdadera devoción a la Santisima Virgen.” En el encontré la respuesta a mis dudas. Efectivamente, Maria nos acerca a Cristo, con tal de que se viva su misterio en Cristo. El tratado de San Luis Maria Grignion de Montfort puede cansar un poco por su estilo un tanto enfático y barroco, pero la esencia de las verdades teologicas que contiene es incontestable. El autor es un teólogo notable. Su pensamiento mariológico esta basado en el Misteri trinitario y en la verdad de la Encarnacion del Verbo de Dios, (..) Esto explica el origen del Totus Tuus. La expresión deriva de San Luis Maria.. Es la abreviatura de la forma más completa de la consagración a la Madre de Dios, que dice: Totus tuus ego sum et omnia mea Tua sunt. Accipio Te in mea omnia. Praebe mihi cor Tuum, Maria.» (Don y Misterio, p. 38-39) Estas palabras en latín, que Karol Wojtylł continuamente rezó y copió en las primeras páginas de sus manuscritos, siendo primero seminaristas, después sacerdote, obispo y papa, se encuentran al final del Tratado (Nº 266), donde Montfort invita al fiel a vivir la Comunión eucarística con Maria y en Maria. Es la mejor expresión de la consagración (o acto de entrega) a Jesus por Maria, en referencia al texto del Evangelio en el que el mismo san Juan acoge el don que el Redentor le hace de su Madre. “el discípulo la recibió en su casa” (Jn 19,27): Accepit ceam discipulus in sua) .  Esta es la raíz evangélica simbolizada en el escudo episcopal elegido por Karol Wojtyla en 1978 junto con el lema Totus Tuus. Todos los días, Juan Pablo II leía algún trozo del tratado, y al final, cuando ya no podía hablar después de la traqueotomía, escribió una vez más su Totus Tuus. Fueron las últimas palabras escritas y pronunciadas por él.

 

(Texto tomado de Totus Tuus, Nr 5 Oct/Nov 2000, Boletín de la Postulación de la Causa de Beatificación y Canonización del siervo de Dios Juan Pablo II)

 

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