(Jesus Misericordioso del artista Ludomir Śleńdziński)
Desde principios de los años ’50 cada vez había más cuadros en
las iglesias. Al mismo tiempo también aparecieron
los cuadros por el culto a la Divina Misericordia pero en este caso acompañados
de críticas por cuanto no se correspondían exactamente con las visiones
confirmadas de Faustina. Probablemente debido a ello en el año 1953 el
Episcopado Polaco llega a la decisión que estos cuadros deberían ser
gradualmente sustituidos por otros. Esta decisión confirmo las preocupaciones
del padre Sopoćko que opinaba que las irregularidades en las imágenes del
cuadro de Jesus podrían ser obstáculo para la introducción de los cuadros del
culto. Y la acusación más fuerte procedía
del hecho de querer instalar esos cuadros como basados directamente en las
visiones de sor Faustina. En este contexto y para salvar el cuadro para el
culto a la Divina Misericordia el padre Sopoćko escribió en 1953 una carta al
Primado Stefan Wyszyński tratando de convencerlo de introducir imágenes y no
eliminarlas. Demostró que el cuadro
representaba a Cristo al momento de la aparición a los Apóstoles el día de la Resurrección
y de la institución del sacramento de la Penitencia. Considerando que las otras
escenas de la vida de Jesus están efectivamente representadas por cuadros
porque asombrarse con estas imágenes. Sucesivamente indico la convergencia del
contenido del cuadro con el Evangelio del Domingo de Pascua y entonces comenzó a
verse por lo menos ese domingo. Ya en su confinamiento el Primado escribió cartas
similares a los ordinarios de la diócesis en las cuales les solicitaba ordenar
los cuadros y supervisar su regularidad a medida que se iban pintando.
Independientemente de aquella petición que probablemente no
surtiera efecto, se llevo a cabo una acción concreta, de hecho en mayo de 1954
con el permiso del obispo F. Bard, quien ante el Foro del Episcopado había criticado
la parte litúrgica y artística de los cuadros de entonces, se organizo un
concurso para la realización de un nuevo cuadro que respondiera a las
exigencias teológicas y artísticas que sirvieran como modelo para expresar la
idea de la Divina Misericordia. Se
convoco a los pintores y organizo un jurado. El concurso fue ganado por Ludomir
Śleńdziński cuyo cuadro fue seleccionado por la comisión artística y luego
aprobado por la Comisión General del Episcopado; el 4 de octubre de 1954 se emitió el veredicto
de aprobación reconociendo que el cuadro podría ser admitido al culto con el
permiso de un ordinario local.
La aprobación de la Comisión Episcopal le infundió coraje al
padre Sopocko estimulándolo a dirigirse directamente a los obispos ordinarios
para que concedieran el permiso de exponer los cuadros en las iglesias y que
fueran objeto de culto los pintados por el artista Śleńdziński. La mayoría de los obispos expreso su aprobación
y el obispo de Włocławek, A. Pawlowski reconoció
la perseverancia y la dedicación apostólica del padre Sopoćko que tanto se había
esforzado por vencer reservas y dificultades para llegar a obtener el cuadro de
la Divina Misericordia.
(traducido de EL CAMINO DE SANTIDAD del padre Michele Sopocko de
Henryk Ciereszko, Librería Editrice Vaticana, 2008)
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