“Entre la tarde del domingo y la
noche del lunes tuvimos un viaje muy largo y muy cansador desde Costa Rica
hasta Panamá. Sin detenerme en algunos particulares del viaje, quería compartir
algo significativo. Hicimos este viaje junto a hermanos de Nicaragua. Con
ellos, en tantas horas de viaje, compartimos algunos cantos, oraciones y fotos.
Pero sobre todo tuvimos oportunidad de escuchar a algunos de ellos sobre la
situación que están viviendo en su país. Una cosa es conocer estas realidades
por las noticias (que, además, suelen estar editadas) y otra es escucharlas de
boca de aquellos que la están viviendo, y que al contarlo no pueden evitar que
se llenen de lágrimas sus ojos. Ellos están sufriendo las nefastas
consecuencias de una dictadura con disfraz de democracia. Allí hasta llevar la
propia bandera es peligroso, porque pueden ser acusados de rebelión contra el
gobierno. Allí hasta la Iglesia es amenazada y acallada por defender a los más
inocentes. Esa es la situación que están viviendo actualmente nuestros hermanos
nicaragüenses y de la que poco se habla en los medios. Escucharlos, y además
con tanto espíritu de fe y tanta devoción a María, nos anima a rezar por este
pueblo hermano.
Ya en Panamá nos encontramos con la calidez de
las familias de acogida que nos están recibiendo en el barrio de la parroquia
Nuestra Señora de la Esperanza. Con varios de ellos estuvimos visitando con
mucho interés esta mañana el famoso Canal de Panamá, horas antes del inicio de
la JMJ.”
(publicado
con el permiso del joven sacerdote Sebastian Zagari de San Pedro, Prov. Buenos Aires
– invito visitar su Facebook)
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