El
domingo 30 de abril de 2000, se congregaron en la Plaza San Pedro alrededor de
200.000 fieles para la ceremonia de canonización de la primer santa del tercer
milenio.
Su
trayectoria espiritual había impactado fuertemente en conventos polacos poco conocidos, en el Index de libros prohibidos e innumerables parroquias
alrededor del mundo.
Helena
Kowalska, nació el 25 de agosto de 1905
en el pueblo de Głogowiec, cerca de Łódź y
fue la tercera de diez hijos nacidos de padres tan pobres que pudieron
costearle tan solo dos años de educación formal. Imposibilitada de entrar en el
convento a los 17 años, porque su familia necesitaba de sus modestos ingresos, trabajo como ayudante domestica antes de su fracasado intento de entrar en un
convento en Varsovia. Un año mas tarde, en 1925, logro unirse a las Hermanas de
Nuestra Señora de la Misericordia donde vivió la experiencia de la visión de
Cristo sufriente. Adoptando el nombre
religioso de Maria Faustina, completó su noviciado en Cracovia y realizo sus
votos perpetuos en 1933. Los cinco años restantes de su vida, sirvió como
hermana portera, jardinera, y cocinera en conventos de Cracovia, Płock y
Vilnius (entonces parte de la Segunda Republica polaca)
El
22 de febrero de 1931 en Płock, la Hermana Maria Faustina tuvo la visión en la
cual se le apareció Jesus como un Salvador misericordioso de cuyo corazón
emergían rayos rojos y blancos; el “Rey de la Divina Misericordia” le pidió promover la instauración del Segundo
Domingo o la Octava de Pascua como celebración de la divina misericordia y propagar
la devoción de la misericordia de Dios con el mundo. Después que un examen psiquiátrico
confirmara que la Hermana Faustina no sufría de desordenes mentales, el padre
Michał Sopocko se hizo cargo de su dirección espiritual en
1933 y se contacto con un artista para que pintara la imagen de la visión de Cristo que había
visto la Hermana Faustina. Sus visiones y
las extraordinarias experiencias espirituales
(incluidas las estigmas escondidas) continuaron, conocidas tan solo por
sus superiores religiosos y su director espiritual, y fueron debidamente registradas
en el diario que ella llevaba. En 1935 ella tuvo una visión que dio origen a la
coronilla de la Divina Misericordia. Al año siguiente la Hermana Faustina
enfermo de tuberculosis y después de pasar un tiempo en un sanatorio, antes de regresar a su convento en Cracovia -
Łagiewniki, murió en 1938.
El
convento de Łagiewniki se hallaba cerca de la planta química Solvay donde, entre Octubre de 1941 y Agosto de 1944, trabajó Karol Wojtyła. El joven operario solia
detenerse, en su camino a la planta o en
su regreso, en la capilla del convento a
rezar. Entonces ya habían empezado a aparecer las imágenes de Jesus
Misericordioso en las iglesias de Polonia, pero el trabajo póstumo de la
Hermana Faustina transitó por caminos insospechados pues el Papa Juan XXIII, poco después de ser elegido, firmó un decreto preparado por la Oficina de
la Santa Sede que establecida que el diario de la monja polaca fallecida debía ser
incluido en el Index de libros prohibidos.
Durante el Concilio Vaticano II el Arzobispo Karol Wojtyła se ocupo de
la causa de Faustina con las autoridades romanas convencido que la devoción de la
Divina Misericordia poseía importante merito pastoral y que la condenación del
diario se había basado en una mala traducción al italiano del original polaco.
Wojtyła le pidió a uno de sus tutores en la tesis, el sacerdote Ignacy Róźycki,
que preparara una edición crítica del diario como primer paso hacia la rectificación
del estado de Faustina con la Santa Sede.
Años
de arduos trabajos finalmente lograron que se levantaran las sanciones;
mientras tanto la coronilla de la Divina Misericordia se había extendido por
todo el mundo, pues los pastores de la iglesia habían encontrado en ella una notable herramienta para reavivar
la vida devocional católica, algo apagada en mucho países después del Vaticano
II.
La hermana Faustina Kowalska, apostol de la Divina Misericordia, fue beatificada por Juan Pablo II el 18 de abril de 1993. El Papa quiso dejar anclado el recuerdo de su predecesora con el tercer milenio canonizándola como la primera santa del Gran Jubileo del año 2000.
La hermana Faustina Kowalska, apostol de la Divina Misericordia, fue beatificada por Juan Pablo II el 18 de abril de 1993. El Papa quiso dejar anclado el recuerdo de su predecesora con el tercer milenio canonizándola como la primera santa del Gran Jubileo del año 2000.
(George Weigel, The end and the beginning, Doubleday,
2010)
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