Un nuevo Día de la Patria celebramos hoy 25 de Mayo. Siempre me gusta recordar la oraciónde San Juan Pablo II con ocasión de la Consagración de la Argentina a la Virgende Lujan, con su mirada especial puesta sobre los jóvenes argentinos y los del mundo entero, en su visita a la Argentina en 1987, cuando se celebro aquí aquella tan inolvidable Jornada Mundial de la Juventud.
Hoy necesitamos seguir rogando por una patria en paz, sin rencores ni odio para marchar juntos en justicia y libertad para el bien de todos los habitantes de este bendito suelo. En aquel viaje el Santo Padre no visito Lujan, pero al estar regresando desde Rosario el Santo Padre expreso su deseo de ver Lujan y previa autorización de vuelo se descendió para sobrevolar la Basílica. Mientras sobrevolaban la Basílica recordamos también aquellas palabras al Comandante de la Aeronave, Comodoro Alberto Vianna "La salvación del mundo partirá de la Argentina".
¡Dios te salve, María, llena de gracia,
Madre
del Redentor!
Ante
tu imagen de la Pura y Limpia Concepción,
Virgen
de Luján, Patrona de Argentina,
me
postro en este día aquí, en Buenos Aires,
con
todos los hijos de esta patria querida,
cuyas
miradas y cuyos corazones convergen hacia Ti;
con
todos los jóvenes de Latinoamérica
que
agradecen tus desvelos maternales,
prodigados
sin cesar en la evangelización del continente
en
su pasado, presente y futuro;
con
todos los jóvenes del mundo,
congregados
espiritualmente aquí,
por
un compromiso de fe y de amor;
para
ser testigos de Cristo tu Hijo
en
el tercer milenio de la historia cristiana,
iluminados
por tu ejemplo, joven Virgen de Nazaret,
que
abriste las puertas de la historia al Redentor del hombre,
con
tu fe en la Palabra, con tu cooperación maternal.
2. ¡Dichosa
tú porque has creído!
En
el día del triunfo de Jesús,
que
hace su entrada en Jerusalén manso y humilde,
aclamado
como Rey por los sencillos,
te
aclamamos también a Ti,
que
sobresales entre los humildes y pobres del Señor;
son
éstos los que confían contigo en sus promesas,
y
esperan de E1 la salvación.
Te
invocamos como Virgen fiel y Madre amorosa,
Virgen
del Calvario y de la Pascua,
modelo
de la fe y de la caridad de la Iglesia,
unida
siempre, como Tú,
en
la cruz y en la gloria, a su Señor.
3. ¡Madre
de Cristo y Madre de la Iglesia!
Te
acogemos en nuestro corazón,
como
herencia preciosa que Jesús nos confió desde la cruz.
Y
en cuanto discípulos de tu Hijo,
nos
confiamos sin reservas a tu solicitud
porque
eres la Madre del Redentor y Madre de los redimidos.
Te
encomiendo y te consagro, Virgen de Luján,
la
patria argentina, pacificada y reconciliada,
las
esperanzas y anhelos de este pueblo,
la
Iglesia con sus Pastores y sus fieles,
las
familias para que crezcan en santidad,
los
jóvenes para que encuentren la plenitud de su vocación,
humana
y cristiana,
en
una sociedad que cultive sin desfallecimiento
los
valores del espíritu.
Te
encomiendo a todos los que sufren,
a
los pobres, a los enfermos, a los marginados;
a
los que la violencia separó para siempre de nuestra compañía,
pero
permanecen presentes ante el Señor de la historia
y
son hijos tuyos, Virgen de Luján, Madre de la Vida.
Haz
que Argentina entera sea fiel al Evangelio,
y
abra de par en par su corazón
a
Cristo, el Redentor del hombre,
la
Esperanza de la humanidad.
4. ¡Dios
te salve, Virgen de la Esperanza!
Te
encomiendo a todos los jóvenes del mundo,
esperanza
de la Iglesia y de sus Pastores;
evangelizadores
del tercer milenio,
testigos
de la fe y del amor de Cristo
en
nuestra sociedad y entre la juventud.
Haz
que, con la ayuda de la gracia,
sean
capaces de responder, como Tú,
a
las promesas de Cristo,
con
una entrega generosa y una colaboración fiel.
Haz
que, como Tú, sepan interpretar los anhelos de la humanidad;
para
que sean presencia saladora en nuestro mundo
Aquel
que, por tu amor de Madre, es para siempre
el
Emmanuel, el Dios con nosotros,
y
por la victoria de su cruz y de su resurrección
está
ya para siempre con nosotros,
hasta
el final de los tiempos.
Amén.
(Consagración de Argentina a la Virgen de Luján Oración
de Juan Pablo IIdurante su visita de 1987)
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