martes, 28 de mayo de 2024

Veritatis Splendor : Miroslaw Mróz – El don del Espíritu hace nacer a una vida nueva (2 de 2)

 


El Papa, en la encíclica Veritatis Splendor, trata también de algunos problemas concretos. El primero, sobre la relación entre libertad y verdad. Se centra en la explicación de la doctrina evangélica contenida en la frase «conoceréis la verdad y la verdad os hará libres» (Jn 8,32), para poder proseguir con una explicación detallada de la relación entre libertad y ley (VS 35-53). Algunos ámbitos de la teología moral actual – que permanecen bajo la influencia de tendencias subjetivas e individualistas que dominan nuestra sociedad y nuestra cultura –interpretan de manera nueva la relación entre libertad y verdad,. Juan Pablo II demuestra la grandeza de la participación del hombre en la dominación divina, negando la auto dependencia del hombre pero también la imposición de normas contrarias al verdadero bienestar del hombre, sin contradecir por ello a la persona humana.

Refutando la autonomía moral, el Papa postula “la teonomia participada”, o sea, la participación real en la soberanía divina sobre el mundo donde el poder del hombre se extiende dentro del respeto de categoría de realeza y grandeza de la vocación divina. La libertad del hombre y la ley de Dios se encuentran y están llamadas a compenetrarse entre si (VS 41) formando la obediencia libre del hombre en el contexto del reconocimiento en él de la bondad de Dios, que ofrece la realización plena de su dignidad. En este caso, la libertad no reside solo en la elección de una manera de actuar, sino también en tomar partido por el verdadero y definitivo bien.  A partir de este razonamiento, el Papa desarrolla una visión crítica de las teologías de “opción fundamental” que postulan que “la persona decide globalmente sobre si misma, no a través de una elección determinada y consiente a nivel reflejo, sino en forma trascendental y atematica (VS 65).  La cuestión se refiere a la relación entre conciencia y verdad, asi como la fuente de la moral, porque algunas teorías éticas modernas (por ejemplo el consecuencialismo o proporcinalismo) han comenzado a presentar los criterios para valorar la justicia moral «sobre la base de la ponderación de los bienes de orden moral o pre-moral» (VS 75) .

En su encíclica, el Papa reafirma la actualidad de la doctrina de Santo Tomas de Aquino,  porque prueba que «la moralidad del acto humano depende sobre todo y fundamentalmente del objeto elegido racionalmente por la voluntad deliberada» (VS 78) y no sólo de la intención y las consecuencias del acto humano (vs 77)

Resulta difícil no darse cuenta de la intención con que el Santo Padre se ocupa de las cuestiones de recta conciencia del hombre, «cuya voz y cuyo juicio penetran la intimidad del hombre hasta las raíces de su alma (VS 58). Esta no es la ley, pero la confirma, proporcionando un juicio sobre el acto humano, que a veces puede resultar erróneo. De aquí nace la llamada a formar la conciencia y a «hacerla objeto de continua conversión a la verdad y al bien» (VS 64).  El cristiano, formando la propia conciencia debería velar por la verdad porque ella es la fuente de su dignidad. Sólo la verdad sobre el bien ofrece la certeza de la esperanza del hombre en el crecimiento continuo en la virtud.

La alegre verdad de la fe cristiana confirma a Juan Pablo II las posibilidades de su renovación y auténtica asimilación en la vida.  El Papa, teniendo como deber custodiar la transmisión fiel de la Palabra de Dios, llama a todos a un profundo discernimiento sobre las normas morales y a no caer en el relativismo o el pragmatismo. La moral cristiana debería entenderse siempre recurriendo a categorías evangélicas en las que el seguimiento de Cristo constituya una regla fundamental y proporcione la fuerza vital.

El Papa se refiere sobre todo al don de Espíritu Santo, que hace nacer una vida nueva guia al acogerlo, para poder asemejarse más a Jesus Es la sabiduría de nuestra vida, bien del hombre que busca la verdad, lo noble y lo bello.

 

 (publicado en Totus Tuus, Nr 2 Marzo/Abril 2000, Año V)

 

Veritatis Splendor : Miroslaw Mróz – El don del Espíritu hace nacer a una vida nueva (1 de 2)

 


La encíclica de Juan Pablo II Veritatis Splendor, publicada en 1993, es distinta de las demás encíclicas, tanto por el contenido como por el modo en que se publicó. Se trata de un documento que reflexiona sobre los problemas fundamentales de las enseñanzas morales de la Iglesia, y por tanto sobre la búsqueda humana del bien y del sentido de la vida, y sobre la respuesta a la pregunta de cómo la fe en Cristo explica el comportamiento del hombre en la vida ordinaria. Es a la vez una reflexión sobre el conjunto de la doctrina moral de la Iglesia (VS,4). Esto es importante, porque actualmente surgen en el seno de la comunidad cristiana dudas e interpretaciones equivocadas sobe algunos temas teológicos, que ofuscan la claridad de la mismísima doctrina moral de la Iglesia y por tanto sobre la práctica de la vida. Es aquí donde la pregunta sobre la relación entre fe y moral se hace fundamental.

Los cristianos están llamados «a llevar una conducta digna del Evangelio» (Flp 1,27) y, para poder ponerla en práctica necesitan un mensaje claro y comprensible sobre las enseñanzas morales de la Iglesia. Juan Pablo II, conocedor de los problemas y controversias en el campo de la ética y la teología moral, deseó expresar – a través de la publicación de Veritatis Splendor – su opinión con el fin de precisar algunos temas esenciales al respecto. Por ejemplo, explica algunos temas esenciales de la enseñanza moral de la doctrina de la Iglesia que han sido considerados en crisis.

El Papa no evita las preguntas sobre las bases de la moral cristiana ni sobre cuestiones polémicas, como por ejemplo las relacionadas con las pluralisticas condiciones socio-culturales, la relación entre libertad y ley, conciencia y verdad, las elecciones fundamentales del hombre y su comportamiento, los acos morales, que a veces son intrínsecamente malos.

Todas estas cuestiones conciernen la relación entre la vida del hombre y la fe en Cristo que es esencial y constitutiva, las normas morales  inmodificables y comunes, demostrando también de esta manera el servicio de teólogos y moralistas inscrito en el contexto del cumplimiento de la misión profética de la Iglesia: la responsabilidad de los teólogos en la enseñanza clara de la doctrina moral de la Iglesia y en la evangelización donde el mensaje moral constituye una propuesta precisa que promueve nuevas formas de vida, propias de los discípulos de Cristo (VS 106-107)

Por ello el Papa utiliza un método sabio de la pedagogía de fe, donde – mediante la demostración del error – revela al mismo tiempo la verdad sobre las reglas de la imitación de Cristo, que constituyen «el fundamento esencial y original de la moral cristiana» (VS, 19)  

“La sequela Cristi”, el seguimiento de Jesús, se convierte en via y contenido de la doctrina moral no solo como imitación exterior, sino como “adhesión a la persona de Jesús”, “acogimiento de su persona”, y de manera radical, participación en su misión. Cristo mismo es la medida de la moral cristiana: «El modo de actuar de Jesús y sus palabras, sus acciones y sus preceptos constituyen la regla moral de la vida cristiana» (VS 20).  «El mandamiento nuevo» consiste en caminar por el camino del amor como Jesús, que se dona totalmente al servicio de Dios y de los hermanos. Juan Pablo II renueva la antigua regla según la que la moral cristiana es asumir en la propia vida la pasión, muerte y resurrección de Cristo.  EL hombre, sin embargo, no puede por sus propias fuerzas alcanzar una tal configuración con Cristo para poder imitarlo plenamente y vivir siempre y en cualquier condición en su amor. Por ello, el único modo de amar así es la fuerza del don que nos ofrece el Espíritu Santo.

La catequesis moral de la Iglesia es una enseñanza continua sobre la presencia de Cristo junto al hombre de cada época, de todas las épocas. El, que percibiendo las ansias del hombre, hace posible la realización del ideal de perfección. Una moral de este género va mas allá de interpretaciones legales de los mandamientos y de las normas y conduce a la vida del crecimiento en la gracia, en la que el primer puesto no está ocupado por las indicaciones normativas relacionadas con la vida moral sino por el encuentro del hombre con Jesus según el ejemplo de lo que sucedió entre Jesus y el joven rico que preguntaba: «Maestro, que he de hacer para conseguir la vida eterna?»(MT 19,16)

Esta pregunta tiene una importancia fundamental en la transmisión de una nueva forma de enseñanza de la moral cristiana según las reglas evangélicas: el hombre que quiere comprenderse hasta el fondo a si mismo - y no solo según pautas y medidas de su propio ser, que son inmediatas, parciales, a veces superficiales e incluso aparentes -  debe, con su inquietud, incertidumbre e incluso con su debilidad y pecaminosidad, con su vida y con su muerte, acercarse a Cristo (VS, 8)  Se trata del punto esencial del nuevo plan del Papa y de la enseñanza completa de la Iglesia según los postulados del Concilio Vaticano II (Optatam totius 16) , basado no sobre la moralidad de los mandamiento y de las normas, sino sobre la profundidad de asimilacion de toda realidad que comprende una dimensión, sea cristocentrica o antropocéntrica, en la que la persona de Jesucristo constituye el mensaje central e inalienable de la Iglesia y de las cuestiones morales. 

 

(publicado en Totus Tuus, Nr 2 Marzo/Abril 2000, Año V)

 

viernes, 24 de mayo de 2024

Juan Pablo II y el “rosario vivo”

 

(Imagen adyacente a la parroquia de San Estanislao Kostka de los salesianos, en Debniki)

"Cuando me encontraba en Cracovia, en el barrio Debniki, entré en el grupo del "Rosario vivo'', en la parroquia salesiana. Allí se veneraba de modo especial a María Auxiliadora. En Debniki, en el período en el que iba tomando fuerza mi vocación sacerdotal, gracias también al mencionado influjo de Jan Tyranowski, mi manera de entender el culto a la Madre de Dios experimentó un cierto cambio. Estaba ya convencido de que Maria nos lleva a Cristo, pero en aquel período empecé a entender que también Cristo nos lleva a su Madre. Hubo un momento en el cual me cuestioné de alguna manera mi culto a María, considerando que éste, si se hace excesivo, acaba por comprometer la supremacía del culto debido a Cristo. Me ayudó entonces el libro de San Luis María Grignion de Montfort titulado "Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen''. En él encontré la respuesta a mis dudas. Efectivamente, María nos acerca a Cristo, con tal de que se viva su misterio en Cristo. El tratado de San Luis María Grignion de Montfort puede cansar un poco por su estilo un tanto enfático y barroco, pero la esencia de las verdades teológicas que contiene es incontestable. El autor es un teólogo notable. Su pensamiento mariológico está basado en el Misterio trinitario y en la verdad de la Encarnación del Verbo de Dios.

 

Comprendí entonces por qué la Iglesia reza el Ángelus tres veces al día. Entendí lo cruciales que son las palabras de esta oración: "El Ángel del Señor anunció a María. Y Ella concibió por obra del Espíritu Santo... He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra... Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros..." ¡Son palabras verdaderamente decisivas! Expresan el núcleo central del acontecimiento más grande que ha tenido lugar en la historia de la humanidad. Esto explica el origen del Totus Tuus. La expresión deriva de San Luis María Grignion de Montfort. Es la abreviatura de la forma más completa de la consagración a la Madre de Dios, que dice: Totus tuus ego sum et omnia mea Tua sunt. Accipio Te in mea omnia. Praebe mihi cor Tuum, Maria"

Marija Pomagaj de Brezje, la Maria Auxiliadora de los eslovenos

 


Alejado tan solo unos cientos de metros de la autopista, el pueblo alpino de Brezje - donde se encuentra el Santuario de Marija Pomagaj - no ha perdido el encanto de las pequeñas aldeas eslovenas.

Brezje aparece en los registros históricos en el siglo 11, dependiendo de la parroquia de Mošnje. Se desconocen datos precisos, pero se cree que alrededor del siglo XV Brezje ya contaba con su propia pequeña iglesia en honor a San Vito, donde se celebraban misas tres veces por año.

 En el año 1800, por iniciativa del párroco de Mošnje el Dr. Urban Ažbe, a la pequeña iglesia le fue agregada una capilla en honor a María Auxiliadora – que con el tiempo seria el corazón del Santuario - para que los fieles pudieran acudir a Ella en esa época de incertidumbres y crecientes penurias, causadas por las ocupaciones francesas.

Ažbe había estudiado, cuando ya era sacerdote, en Austria y se había inspirado en la imagen de Maria Auxiliadora de la Iglesia de San Jacobo en Innsbruck, una pintura del conocido artista alemán Luka Cranach. Al regresar a a su tierra, trajo consigo una estampa de la pintura y le encargo al pintor esloveno Leopold Layer (1752 - 1828) que hiciera una copia basándose en ese cuadro, que Layer pintó volcando en el su propia maestría.



El cuadro de Marija Pomagaj (oleo en tela de 1mx0,80cm) es, por lo tanto, una copia libre del cuadro de Cranach. La imagen fue colocada en la capilla y fue testigo de numerosos milagros a partir de 1863. Con el tiempo la iglesia se fue haciendo pequeña para albergar a tantos peregrinos y se construyo entonces una nueva, que fue consagrada el 7 de octubre de 1900 por el Arzobispo de Gorica Jakob Missia. Anexo a la Iglesia fueron bendecidas las instalaciones destinadas a la orden franciscana, a quienes se encomendó la custodia del Santuario.

 


Cuando construyeron la iglesia actual se mantuvo el diseño original de la capilla, cubierta por otra cúpula, pero lamentablemente los frescos pintados por Layer se fueron perdiendo con el tiempo. Como la Iglesia acostumbra coronar las imágenes sagradas muy populares entre los fieles, los franciscanos presentaron la idea de coronar la imagen de Marija Pomagaj. El Obispo Jeglič, gran devoto de la Virgen Maria, solicito el permiso correspondiente y tuvo el honor de coronar solemnemente la imagen de Marija Pomagaj como Madre y Reina de los eslovenos el 1ro de septiembre de 1907 en presencia de numerosos fieles.

El milagroso cuadro se “ausento” de su Santuario en diferentes oportunidades. Por primera vez en 1935 cuando “peregrino” a Ljubljana para estar presente en el Congreso eucarístico Nacional, entre el 28 y el 30 de junio de 1935. La segunda vez no fue ni tan solemne ni tan voluntaria, pues durante la ocupación alemana los franciscanos debieron abandonar el Santuario y fueron prohibidas todas las celebraciones religiosas. Solo había quedado allí un hermano franciscano que logro salvar la imagen llevándola en su mochila a Ljubljana. Después de pasar por varios lugares la imagen finalmente fue albergada en la Catedral de Ljubljana, que se convirtió en la segunda Brezje hasta que el 15 de junio de 1947 pudo volver a su Santuario.

Fueron tiempos difíciles, - un periodo muy triste de la historia de Eslovenia - pero los fieles no dejaron de acudir al Santuario aún en los momentos más duros, si bien quienes peregrinaban a Brezje sabían que de alguna manera se exponían a ser objeto de algún tipo de represalia.

 Por tercera vez la imagen dejo su Santuario durante la primer visita del Papa Juan Pablo II en 1996 para ocupar un lugar de honor en la Santa Misa celebrada en el Hipódromo de Stozice el 18 de mayo. Y por ultima vez durante el Congreso Eucaristico Nacional Esloveno en Celje en junio 2010.

El pueblo esloveno se consagro a Maria Pomagaj el 15 de agosto de 1992, consagración que se renueva todos los años en la Fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María. El 7 de septiembre de 1999, por iniciativa de los custodios franciscanos la Iglesia, que el 5 de octubre de 1988 había sido nominada Basilica menor por el Papa Juan Pablo II, fue declarada Santuario Nacional de Eslovenia. La solemnidad de la proclamación fue presidida por el entonces Arzbispo de Ljubljana Dr. Franc Rode el 1ro de enero del 2000.

 


El Santuario guarda entre sus recuerdos mas preciados aquella fecha del 17 de mayo de 1996, cuando en su  primer viaje a Eslovenia (Volvería a hacerlo en  1999 para la beatificación del Obispo Anton Martin Slomsek) el Papa Juan Pablo II pidió visitar el Santuario (fuera de programa) y allí rezo ante la santa imagen. En el libro de visitas escribió sencillamente  Marija pomagaj! Maria ayúdanos!


 

miércoles, 22 de mayo de 2024

El Golgota de Duda Gracz en Jasna Gora – 2 de 2

 

Los detallados comentarios de las 18 estaciones del Gólgota (Via Crucis) de Jerzy Duda Gracz  que nos ofrece el WebCatolico de Javier merecía algo más que una referencia o una invitación a visitarlo. Por eso me he permitido copiar aquí las primeras dos estaciones.  

 

Primera estación: Cristo es condenado a muerte



Vemos a Cristo de  pie y atado.  Sin embargo, en vez de estar ante Pilatos, está ante otras personas. El motivo es que el juicio a Jesucristo se repite permanentemente, pero quienes le condenan en la actualidad son otros. Vemos a un juez ciego y la palangana para lavarse las manos de la sangre del cordero. Los micrófonos representan a los medios de comunicación, muchos de los cuales se dedican a difundir mentiras sobre la figura de Cristo y la religión tratando de ridiculizar a Cristo y a los cristianos en programas basura. Muchos políticos también juzgan y desprestigian la religión católica, vertiendo mentiras sistemáticamente para engañar al pueblo y a la justicia. Son ellos los que se quieren convertir en dioses y dictar leyes sobre lo que es, a su juicio bueno y malo. Promueven leyes claramente anticristianas como el aborto o la eutanasia. Su objetivo es hacer desaparecer a Dios tanto de la esfera pública como de la privada, en todos los ámbitos, escudándose en una mayor libertad para la ciudadanía. En definitiva. Cristo es condenado a muerte de múltiples maneras.

 

Segunda estación – Cristo carga con la cruz

 



Todo un Dios hecho hombre, Cristo, carga con la cruz y se dirige al Gólgota para ser crucificado para salvarnos de nuestros pecados. Con eta expresión máxima de amor y humildad. Cristo se convierte en la esperanza de todos los enfermos de cuerpo y alma, representados en el cuadro con sus muletas. ¿Ofrecemos al Señor nuestro dolor y sufrimiento como enfermos? ¿Aprovechamos las cruces que el Señor nos envía para ofrecerlas por nuestros hermanos? ¿En quien tenemos puestas nuestras esperanzas?

Gracias Javier!  

El web católico de Javier : las 18 estaciones del Golgota de Jasna Gora condescripción


El Golgota de Duda Gracz en Jasna Gora – 1 de 2

 


En ese espacio sagrado,  de arraigada peregrinación mariana en honor a la Reina de Polonia que es Jasna Gora , lugar místico también para el visitante si va mínimamente preparado  a comprender en parte la vibrante historia del pueblo polaco, te encuentras con algo que te arranca de la  mística y te hace cobrar conciencia del hoy de todos los tiempos:  el Gólgota del pintor polaco Jerzy Duda Gracz (Jerzy Dzierżysław Duda alias Gracz). Al encontrarte con esas imágenes - que a primera vista parecen casi grotescas - de repente  te das cuenta que el artista intenta tocar la fibra  intima del observador sobre momentos trágicos de la historia polaca enlazándola con el Golgota de Cristo, notando también la diferencia entre rostros polacos y el de Cristo,  un rostro de facciones diferentes y no obstante unidos, con un trasfondo que te trae a la mente la emocionante y sentida homilía de Juan Pablo II durante su primer visita a Polonia en el  santuario de la Santa Cruz de Mogila. Esa fue mi experiencia.

Esteban Fernández Cobian en su escrito Arquitectura religiosa contemporánea. El estado de la cuestión describe esa obra magistralmente en breves palabras:  “Hay que decir que, en general, el pueblo polaco es expresionista, como si hubiese encontrado en el arte un medio adecuado para expulsar su intenso dolor. Tal vez uno de los hitos recientes más significativos —por el tema y por el lugar— sea el nuevo Vía Crucis del Tercer Milenio de Jasna Góra, compuesto por dieciocho pinturas realizadas por Jerzy Duda Gracz.  Espeluznante y tierno a un tiempo, esta obra excepcional y compleja que se ha colocado en el lugar más sagrado  de Polonia – al lado de la capilla de la Virgen de Czestochowa -   se alza como un terrible resumen de la historia reciente y como un grito de advertencia a toda la humanidad. Las plagas que actualmente azotan al hombre contemporáneo —desde el aborto masivo a los niños-soldado, desde la hipocresía de los medios a la explotación de la mujer se encuentran presentes en él.”


El artista mismo, nacido en Czestochowa en 1941,  lo llamo el Gólgota de nuestra vida cotidiana de hoy, de ahora y de aquí en la Polonia católica. A ese Via Crucis de 18 pinturas (son 18 estaciones, 4 más de las tradicionales), se le considera  su obra más importante. El autor recordaba,  en una entrevista para Radio Jasna Gora en 2001,  haber venido de niño con su madre a Jasna Gora para rezar por la libertad de su padre y su hermano,  detenidos por los comunistas,  y que en este Gólgota  intento abismarse en el interior de la persona y revelar todo lo que oculta;  y mostrar aquellos que  crucifican a Cristo y a quienes son testigo de su permanente presencia. Muchas de sus pinturas son comparadas con las de Pieter Brueghel, conmovedoras, de emociones profundas, a menudo controvertidas y polémicas.  Un total de  unas 3000 pinturas y alrededor de  200 exposiciones ubican a este pintor, ilustrador, escenógrafo y profesor, en un lugar indiscutible en la historia del arte polaco. Sus años de juventud trascurrieron a la sombra de la guerra y la postguerra, el arresto de su padre y su hermano mayor y la confiscación de la casa familiar. Graduado en la Escuela Secundaria estatal de Tecnología del Arte en Czestochowa  continuó sus estudios en la filial de la Academia de Bellas Arte Jan Matejko de Cracovia en Katowice (actualmente Academia de Bellas Artes de Katowice)  donde se graduó en 1968. Permaneció en Katowice y allí comienzó su trabajo creativo en diversas técnicas: acuarela, oleo, acrílico y tempera.

Sus primeras obras son gráficos de la serie “Judaica”  En la década del 1970 comienza a surgir su estilo característico: realismo con una ligera tendencia hacia lo grotesco.  Alli aparecen “Tríptico polaco”, “Babel 2”, “El juicio final” y “Autorretrato con familia”. El artista llama la atención sobre los males sociales, manías e ideas, con duras críticas. Se burla también de si mismo con autorretratos irónicos.  Admirador de Józef Chełmonski, se rebela contra el espíritu del realismo socialista. Los años 80 son los más marcados políticamente en una clara referencia al movimiento de  “Solidaridad”.   Comienza también a colaborar con el teatro preparando escenografías.  A fines de los 80, principios de los 90 vuelve cada vez más a los recuerdos y experiencias relacionadas con Czestochowa volcando sus recuerdos en dibujos y pinturas con una marcada referencia a lo sagrado y lo profano. Realismo algo grotesco, pero no obstante mostrando sensibilidad de artista para contar historias pasadas no solo de tragedias sino también de momentos hermosos.  Entra en el siglo XXI con su desafío del “Gólgota de Jasna Gora”, y sus dieciocho estaciones pintado para el monasterio paulino de Czestochowa.  Decia el pintor “Este es el trabajo más difícil de mi vida”.  Llevaba madurando la idea durante casi 20 años. Comenzó su trabajo entre 1999/2000. Pinto los cuadros en pocos meses entre agosto de 2000 a marzo de 2001. Los cuadros representan las 14 Estaciones de la Cruz, y además  la Resurrección de Jesús, el encuentro con  Tomás, el envío de los apóstoles y la Ascensión. La pintura más grande es la Estación XII: la crucifixión de Jesús con el fondo de 30 figuras de santos polacos. Cuenta la historia de la Pasión y Resurrección de Jesus de manera diferente a los demás. Más severo, más honesto, mas verdadero sin dejar de lado mitos y leyendas nacionales, símbolos, santos, héroes pero también gente corriente y común. Duda Graz muere el 5 de noviembre de 2004 en Łagow, durante una sesión de pintura al aire libre. (Silwia Góra)

Para mas información :

Esteban Fernandez Cobian: Arquitectura religiosa contemporánea. El estado de la cuestión

Jerzy Duda-Gracz: Relato indiscutido de los polacos 

Agnieszka Jankowska-Marzec : Accursed or absent? Critics towards the Works of Jerzy Duda-Gracz

Alfa y Omega: Misericordiapara el siglo XX

(Las fotos son mias)

 

 

lunes, 20 de mayo de 2024

Maria Madre de la Iglesia


 El concilio Vaticano II, después de haber proclamado a María «miembro muy eminente», «prototipo» y «modelo» de la Iglesia, afirma: «La Iglesia católica, instruida por el Espíritu Santo, la honra como a madre amantísima con sentimientos de piedad filial» (Lumen gentium, 53).

A decir verdad, el texto conciliar no atribuye explícitamente a la Virgen el título de «Madre de la Iglesia», pero enuncia de modo irrefutable su contenido, retomando una declaración que hizo, hace más de dos siglos, en el año 1748, el Papa Benedicto XIV (Bullarium romanum, serie 2, t. 2, n. 61, p. 428).

En dicho documento, mi venerado predecesor, describiendo los sentimientos filiales de la Iglesia que reconoce en María a su madre amantísima, la proclama, de modo indirecto, Madre de la Iglesia.

2. El uso de dicho apelativo en el pasado ha sido más bien raro, pero recientemente se ha hecho más común en las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia y en la piedad del pueblo cristiano. Los fieles han invocado a María ante todo con los títulos de «Madre de Dios», «Madre de los fieles» o «Madre nuestra», para subrayar su relación personal con cada uno de sus hijos.

Posteriormente, gracias a la mayor atención dedicada al misterio de la Iglesia y a las relaciones de María con ella, se ha comenzado a invocar más frecuentemente a la Virgen como «Madre de la Iglesia».

La expresión está presente, antes del concilio Vaticano II, en el magisterio del Papa León XIII, donde se afirma que María ha sido «con toda verdad madre de la Iglesia» (Acta Leonis XIII, 15, 302). Sucesivamente, el apelativo ha sido utilizado varias veces en las enseñanzas de Juan XXIII y de Pablo VI.

(…)

El Papa Pablo VI habría deseado que el mismo concilio Vaticano II proclamase a «María, Madre de la Iglesia, es decir, Madre de todo el pueblo de Dios, tanto de los fieles como de los pastores ». Lo hizo él mismo en el discurso de clausura de la tercera sesión conciliar (21 de noviembre de 1964), pidiendo, además, que «de ahora en adelante, la Virgen sea honrada e invocada por todo el pueblo cristiano con este gratísimo título» (AAS 56 [1964], 37).

De este modo, mi venerado predecesor enunciaba explícitamente la doctrina ya contenida en el capítulo VIII de la Lumen gentium, deseando que el título de María, Madre de la Iglesia, adquiriese un puesto cada vez más importante en la liturgia y en la piedad del pueblo cristiano.

(Juan Pablo II de la  AudienciaGeneral 17 de septiembre de 1997)

Aprovecho la oportunidad de esta festividad mariana para recordar mi post 

Juan Pablo II y la dimensión de su carisma mariano (2 de 2) Catequesis sobre la Santisima Virgen Maria 

viernes, 17 de mayo de 2024

18 de mayo (2006) celebrando el cumpleaños de Juan Pablo II en Roma – Recuerdos de mi diario romano 2006

 

De la visita a la Oficina de la Postulación el día anterior nos quedaba una incógnita! La respuesta de Mons. Oder si este día 18 de mayo, aniversario del nacimiento de Karol Wojtyla (1920 en Wadowice) podría celebrar una Misa en la cripta, para nosotras.


Éramos plenamente conscientes del privilegio que eso significaba. Ese día nos habíamos levantado un poco más tarde, exhaustas como estábamos del día anterior. Cuando bajamos a desayunar nos esperaba el gran regalo: la confirmación que Mons. Oder nos esperaba para celebrar Misa a las 16.00 en la Capilla polaca, a metros de la tumba de Juan Pablo II!

Es difícil expresar en palabras la emoción que flotaba en el aire, una vivencia fuerte mezclada de emoción y cierto orgullo, sentirnos tocadas por la mano de Dios, un privilegio inusual. No es que tuviéramos dudas, pero Mons. Oder acababa de regresar de un viaje la noche anterior y en su oficina tendría un pilón de pendientes… Era el Postulador de la Causa de Juan Pablo II, pero en realidad su “trabajo” de jornada completa lo cumplia en el Tribunal del Vicariato de Roma.

La Misa se celebraría por la tarde así que aun teníamos algunas horas para “caminar” Roma a piacere, si bien regresamos al hotel temprano para prepararnos para este sueño (semi atrevimiento) haciéndose realidad, un día para el cual habíamos estado preparándonos durante meses….y llegado el momento indecisas al pedirlo, dudosas, expectantes.

Pensabamos  que tendríamos cierta prioridad para entrar a la Basílica;) pero no, fue todo una corrida desde el Arco de las campanas a la Sacristía y Mons. Oder por ningún lado! Estábamos dentro de la Basílica pero no había forma de pasar a la cripta. En realidad podríamos haberlo hecho pero entonces no lo sabíamos;) corríamos de un lugar a otro y nadie sabía donde quedaba la “capilla polaca” (en la cripta hay una serie de pequeñas capillas – allí también está la capilla “mexicana” con Nuestra Señora de Guadalupe) Semi desesperadas y entregadas hicimos la fila como todo el mundo. Llegamos casi sin aliento y allí estaba Mons. Oder esperándonos sonriente, seguramente imaginando nuestros nervios, no hacía falta explicar nada. Con parte de su equipo y dos personas más entramos en la capilla Polaca. No tomé fotos. No podía. Era demasiada la emoción, no podía quebrar la solemnidad y la intimidad de aquella celebración. Cuando vuelvo a recordarlo, me sigue pareciendo increíble lo vivido.  Aun siento la presencia viva de Juan Pablo II mirándonos y sonriendo desde su ventana en el cielo orando junto a nosotras.


En su homilía Mons. Oder nos habló (su buen nivel de inglés fue una absoluta sorpresa) del evangelio según San Juan 15, 9-11. “Los he amado como el padre me amo a mi. Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor. como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto. Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado.”  En pocas palabras todo dicho!

Aquella Misa fue el momento culminante de nuestro viaje. Nuestras oraciones, nuestros silencios, la paz en la pequeña capilla, dándonos la mano deseándonos paz….tenían un significado especial uniéndonos entre los presentes y todos aquellos que nos habían pedido que rezáramos por ellos. Un privilegio compartido. Después de la misa tuvimos una breve charla con Mons. Oder, allí mismo en el pasillo y antes que pudiéramos terminar de agradecerle esos momentos tan particulares nos esperaba otra sorpresa: todos juntos a su lado pudimos rezar allí alrededor de la tumba de Juan Pablo II. Aun siento mi mano tocando la placa y mis labios dejando un beso de reverencia que no olvidare jamás, allí donde reposaba el cuerpo de Juan Pablo II (que entonces estaba en la cripta).


Con un inmenso gozo y gratitud le agradecimos a Mons. Oder por este privilegio y partimos profundamente emocionadas. Cada una llevaba en su corazón un pedacito de cielo. Nunca podría encontrar el adjetivo apropiado para describir esta experiencia. Gracias Juan Pablo II por haber intercedido y habernos respondido con tanta generosidad! Y seguimos agradecidas a Mons. Slawomir Oder, desde marzo de 2023 Obispo de Gliwice, Polonia.

 

 (Republicacion de aquel dia de mi viaje de mayo de 2006)

 


lunes, 13 de mayo de 2024

Un trece de mayo...


El trece de mayo la Virgen Maria

Bajo de los cielos

En Cova de Iria

Ave, Ave, Ave Maria (bis)

El 13 de Mayo de 1917, tres niños llamados Lucía de Jesús, de 10 años y sus primos, Francisco y Jacinta Marto, de 9 y 7 años, cuidaban un pequeño rebaño en Cova da Iría, Parroquia de Fátima, Municipio de Vila Nova de Ourém, hoy Diócesis de Leiría-Fátima…..y vieron una luz brillante…. una “Señora más brillante que el sol” …que les dijo que era necesario rezar mucho y los invitó a volver a Cova da Iría durante otros cinco meses consecutivos, en los días 13 a la misma hora… hasta el milagro del sol en octubre del mismo año. 

El 13 de mayo de 1981 en la Plaza San Pedro un disparo......y otro.... las palomas se levantaron en vuelo…......dolor….exclamaciones … silencio…oración….Agca habia disparado para matar pero Ella habia desviado la bala….Ella, la Virgen de Fátima,  ahora Ella  la lleva engarzada en su corona…

El 13 de mayo de 1982 Juan Pablo II peregrina a Fátima para agradecer a la Virgen haberle salvado la vida y consagrar al mundo al Corazon Inmaculado de María.

El 13 de mayo de 1991 El Santo Padre Juan Pablo II peregrina a Fátima por segunda vez. Era el 10° aniversario de su atentado.

El 13 de Mayo del 2000, con ocasión de la tercera visita de Juan Pablo II a Fatima, celebra la beatificación de Francisco y Jacinta Marto en presencia de sor Lucia dos Santos, de 93 años, su prima y testigo, ahora en proceso de beatificación.

El 13 de mayo de 2005 el Santo Padre Benedicto XVI anunciaba la dispensa del tiempo de cinco años de espera después de la muerte del Siervo de Dios Juan Pablo II y su causa de Beatificación y Canonización podia comenzar de inmediato. Era el 24ª aniversario del atentado sufrido en la Plaza San Pedro el 13 de mayo de 1981.

El 12 y 13 de mayo de 2008 el Cardenal Portugués D. José Saraiva Martins, Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, preside en el Santuario de Fátima la Peregrinación Internacional Aniversaria en la que se celebran los 91 años de la primera aparición de Nuestra Señora. El tema de esta peregrinación, propuesto para la reflexión de los peregrinos de Fátima durante todo este año de 2008, y con base en el octavo Mandamiento de la Ley de Dios –“No levantarás falso testimonio” (Ex 20, 16)- es: "Para que sean consagrados en la verdad”. (Jo 17, 19) "Vivir en la verdad"

 

Invito visitar: Pagina oficial Santuario de Fatima


He aquí a tu Madre - Juan Pablo II 13 de mayo de 1982 Fatima

 


Desde el momento en que Jesús, muriendo en la Cruz,le dice a Juan: “He aquí a tu Madre”, a partir del momento en que “el discpulo la acogió en su casa”, el misterio de la maternidad espiritual de Maria se realiza en la historia con una amplitud sin límites.  Maternidd quiere decir solicitud porla vida del hijo.

Ahora bien si Maria es madre de todos los hombres su desvelo por la vida del hombre tiene alcance universal. La dedicacion de una madre abraza al hombre entero. La maternidad de Maria tiene su inicio en el cuidado maternal de Cristo. En Cristo,a los pies de la cruz, Ella acoge a Juan y en el acoge a todos los hombres y al hombre en su totalidad.   

Maria abraza a todos con una solicitud particular en el Espíritu Santo. Y de hecho es El, tal como lo profesamos en el “Credo”, aquel que “da la vida”. Es Él que nos infunde la plenitud de la vida abirta a la eternidad.

 

(De la Homilia de Juan Pablo II el 13 de mayo de 1982 en elSantuario de la Virgende Fatima en su Peregrinación Apostólica Portugal)

sábado, 11 de mayo de 2024

Canonizacion de Pier Giorgio Frassati en 2025

 


Ese  joven ” hombre de las bienaventuranzas”  nacido en Turin en 1901 en una familia donde  “El clima que se respiraba no era en algún modo una "atmósfera de fe", pero el Señor sabe cómo abrirse camino en los corazones de las personas dispuestas a escucharlo” falleció a la edad de 24 años y fue beatificado por  Juan Pablo II el 20 de mayo de 1990 quien en su homilía de beatificación  lo llamo  “un joven moderno y lleno de vida  que no presentaba nada extraordinario y que  ésta es precisamente la originalidad de su virtud”.

 De acuerdo a la noticia presentada por el cardenal Semeraro durante la XVIII  Asamblea Nacional de Acción Católica Italiana en Sacrofano  el beato Frassati, “ese joven que invita a la reflexión y nos empuja a imitarlo” será canonizado el próximo año. En él, la fe y los acontecimientos cotidianos se mezclan armoniosamente, hasta el punto de que la adhesión al Evangelio se traduce en una atención amorosa a los pobres y necesitados, en un continuo crescendo hasta los últimos días de la enfermedad que le llevará a la muerte. El gusto por la belleza y el arte, la pasión por el deporte y la montaña, la atención a los problemas de la sociedad no le impiden tener una relación constante con el Absoluto.”

Es considerado uno de los "santos sociales" de Turín, como Don Giovanni Bosco y Don Giuseppe Cottolengo, incluso sin ser formalmente santo todavía, por su vida dedicada a los más frágiles y marginados. «En la santidad de Piergiorgio - prosiguió Semeraro - hay un valor de continuidad con la tradición de su tierra: él, de hecho, participó en la obra de defensa de la fe, a través de la caridad prodigada en el campo de la marginación». A los 19 años Frassati se unió a las Conferencias de San Vicente de Paúl para ayudar a los más necesitados y a los 21 se convirtió en terciario dominicano.

Fuente parcial :  Avvenire

invito leer: Pier Giorgio Frassati - Vatican News

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lunes, 6 de mayo de 2024

Mons Slawomir Oder a 10 años de la canonización de Juan Pablo II

 


Entrevista de Marcin Przeciszewski, KAI

(es also extensa, pero exhaustiva y todo es interesante)

Marcin Przeciszewski, KAI: Han pasado 10 años desde la canonización de Juan Pablo II. Desde la perspectiva de estos años, ¿cómo ve Usted la recepción del legado de Juan Pablo II? ¿Qué considera usted seria lo más importante de su patrimonio en el momento actual?



Monseñor Sławomir Oder: Me resulta difícil determinar qué es lo más importante del legado de Juan Pablo II. Toda su enseñanza sigue siendo un compendio extremadamente rico y aún actualizado de conocimientos teológicos y un estudio muy profundo de la humanidad. Lo que Juan Pablo II subrayó constantemente es la comprensión del misterio del hombre en relación con Dios. Y ésta es la esencia del humanismo cristiano. Mientras tanto, hoy hay intentos de "deificar" al hombre, pero en un sentido que lleva a la eliminación de Dios. Y ésta es una visión típicamente pagana. Sin embargo, en Juan Pablo II es importante leer la verdad sobre la grandeza y la dignidad del hombre a través del prisma del misterio de Dios que, por amor al hombre, se hizo hombre. Y luego, por amor al hombre, aceptó la cruz, por amor al hombre, resucitó de entre los muertos, y por amor al hombre, se hizo nuestro alimento y permaneció con nosotros. Esta lectura del misterio del hombre me parece sumamente importante hoy en día, cuando se intenta reducir a la pura biología, al puro instinto, al sexo, al consumo o al placer.

Pensemos también en las hermosas obras que se inspiraron en las enseñanzas o el testimonio de Juan Pablo II, y que son, en cierto modo, confirmación de todo lo que la Iglesia consideraba un elemento de su santidad. Y se trata de institutos religiosos inspirados en su espiritualidad. Monasterios que realizan la obra de adoración en el espíritu de su documento "Ecclesia de Eucharistia” .  

Institutos científicos y de investigación que se ocupan de la dignidad de la vida humana, cuestiones de paternidad, familia, etc. Todo esto está inspirado en la hermosa visión de la Iglesia que nos dejó Juan Pablo II. Una Iglesia rica en carismas y una Iglesia en la que los fieles sean corresponsables de su vida. Todo esto es obra de este pontificado, que fue una muy buena interpretación del Concilio Vaticano II.

 KAI: La situación actual en Polonia confirma la validez de este mensaje. Pienso, por ejemplo, en el debate sobre el aborto y la defensa de la vida que venimos siguiendo en las últimas semanas.

Obispo Oder: Este debate confirma cuán peligroso es separar al hombre de su relación con Dios y privarlo de su dignidad inherente. El resultado es que lo que el hombre prepara para el hombre se convierte en una gran desgracia.

¿Cómo se puede hablar del derecho al aborto ? ¿Cómo se puede decir que matar a un niño en el vientre de su madre es un derecho humano? Al fin y al cabo, el derecho humano básico, que también se desprende de todos los documentos internacionales, es el derecho a la vida. Y si nos olvidamos de lo que es un derecho humano básico, construiremos una realidad en la que la vida humana puede extinguirse en cualquier momento como la llama de una vela. Y si alguien afirma que se puede matar a una persona durante las primeras 12 semanas de su vida, entonces -a la luz de esta lógica- ¿qué le impide hacerlo en los próximos 12 meses o 12 años?

KAI: ¿Y qué le parece que diría Juan Pablo II en el contexto de lo que está sucediendo hoy en Polonia, si estuviera vivo y viniera aquí?

Obispo Oder: Creo que Juan Pablo II nos diría: "¡Agarraos fuerte a Cristo!"

KAI: La elevación a los altares es la confirmación de la opinión sobre la santidad de una determinada persona por parte de la máxima autoridad. ¿En qué consistió realmente la santidad de Juan Pablo II y cuáles fueron sus principales elementos?

Mons. Oder : No hay santidad sin relación con Dios. El rasgo más característico de Juan Pablo II fue el hecho de que toda su vida estuvo en relación con Dios. En definitiva, era vivir el Evangelio. El Papa Benedicto dijo que "hay tanta santidad en nosotros como la presencia de Cristo". Y el Papa Francisco definió la santidad como "la capacidad de escribir el Evangelio con la propia vida". Ambos criterios estaban presentes en el caso de Juan Pablo II. Fue un hombre profundamente unido a Cristo y que vivió con Él en constante diálogo.

También era un místico. Muy a menudo asociamos a una persona llamada místico con alguien alrededor de quien ocurren fenómenos sobrenaturales. Pero, de hecho, la mística significa que el hombre vive en un constante diálogo interno con Dios y configura su vida en relación con la voluntad de Dios mismo. Tal persona, mirando la imagen de Cristo, intenta configurar su vida y sus elecciones de manera que confirmen el camino indicado por el mismo Cristo, diciendo: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida".

De esto es exactamente de lo que podemos hablar con San Juan Pablo II. Sobre el deseo constante de identificarse con Cristo. Esto se materializó en su conexión espiritual y constante con Cristo durante todo el servicio de evangelización y más tarde  mediante la aceptación incondicional de la cruz y la enfermedad, a través del dolor y el sufrimiento. La forma en que soportó el sufrimiento, uniéndose al sacrificio de Cristo, muestra cómo y cuán profundamente se unió a Cristo. De ello habló Benedicto XVI, quien, pocas semanas después de la muerte de Juan Pablo II, recordó que cuando Juan Pablo II agonizaba, se celebró la Eucaristía junto a su lecho y él, ya no pudiendo recibir el Cuerpo de Cristo. , sólo aceptó unas gotas de sangre como viático para la vida eterna. Y el Papa Benedicto destacó que se trataba de un hermoso testimonio de cómo Juan Pablo II se identificó plenamente con el sacrificio de su Maestro a lo largo de su vida y al final.

KAI: La canonización es también para nosotros un ejemplo de cómo luchar por la santidad. ¿Cómo podemos seguir hoy los pasos marcados por Juan Pablo II?

Obispo Oder: Cada santo se nos presenta no sólo como intercesor, sino también como ejemplo. Seguramente se trata de alguien que supo vivir todas sus experiencias existenciales con espíritu de fe y trató cada acontecimiento como un acontecimiento providencial. Se enfrentó constantemente al Evangelio, se podría decir que escribió el Evangelio con su propia vida. Y aquí nos ayuda la definición de santidad dada por Juan Pablo II, a saber, que "la santidad no es otra cosa que la medida elevada de la vida cristiana ordinaria". Entonces se trata de estar delante de Dios, buscando Su voluntad en todo lo que sucede. Y sobre todo, de vivir todo como una oportunidad para expresar todo nuestro amor a Dios y a las personas. Y este amor fue expresado por Cristo en la cruz. Nos convertimos en santos haciendo de nuestra vida un regalo. No se trata sólo de la voluntad de dar la vida como mártir, sino de cruzar constantemente la barrera natural del egoísmo y dar testimonio de la propia fe en el Dios Trino a través de actos de amor. Amar significa hacerse don para el otro, leer la voluntad de Dios y tratar la historia como obra de la Providencia, que es un lugar de diálogo entre Dios y el hombre. Y Juan Pablo II hizo precisamente eso.

KAI: Usted fue postulador tanto en la etapa de beatificación como en la de canonización. ¿Fueron juicios "fáciles", si se puede usar esa palabra, es decir, la santidad de Karol Wojtyła fue tan obvia que simplemente tuvo que ser descrita durante el juicio, o el Tribunal encontró obstáculos, problemas o interrogantes importantes que pudieran ¿No fue fácil tratar con él? Creo que después de 10 años podemos hablar de ello libremente...



Monseñor Oder: Desde el punto de vista sustantivo, el proceso de beatificación de Juan Pablo II no fue en realidad un proceso difícil, en el sentido de que no hubo problemas que pudieran ensombrecer su santidad.

Al mismo tiempo, debemos recordar que cada proceso de beatificación comienza con la voz del pueblo de Dios - "Santo subito", es decir, con la convicción profunda, arraigada en la conciencia de los fieles, de que alguien santo ha fallecido.

El rápido inicio del proceso de beatificación de Juan Pablo II fue fruto de la voluntad del Papa Benedicto XVI, que escuchó la voz del pueblo de Dios y la interpretó como "Vox populi, vox Dei". La espera de cinco años para que comience el juicio tras la muerte de alguien considerado santo tiene como objetivo principal comprobar la perdurabilidad de la opinión de santidad. En el caso de Juan Pablo II, el Papa Benedicto relajó esta regla debido a la voz del pueblo de Dios que gritó "¡Santo subito!" Esta fue también la voluntad de los cardenales que, en el período anterior al cónclave, por iniciativa del cardenal Tomko, firmaron una petición al sucesor de Juan Pablo II para que iniciara este proceso lo antes posible.

Han pasado diez años desde la canonización y trece desde la beatificación indican que la creencia en la santidad del difunto Papa no fue resultado de un entusiasmo momentáneo o de una histeria colectiva, sino que estaba profundamente arraigada en la creencia del pueblo de Dios, que es la mejor faceta de esta prueba de santidad.

Como dije, el proceso de beatificación de Juan Pablo II no planteó especiales dificultades desde el punto de vista sustantivo. Sin embargo, desde el punto de vista procesal, es posible que surgieran problemas debido a que algunos de los temas discutidos durante el juicio se referían a acontecimientos bastante contemporáneos, a veces aún en curso, y relacionados con distintas personas vivas. Por tanto, determinadas cuestiones requerían un tratamiento muy delicado y mucha precaución. Sin duda, un problema de procedimiento de este tipo podrían haber sido las restricciones existentes a la posibilidad de utilizar los archivos vaticanos. Pero encontramos una solución formulando preguntas específicas que permitieron a los empleados de los Archivos Vaticanos o de los archivos de dicasterios individuales realizar una consulta interna y presentar respuestas que luego se adjuntaron a los expedientes del juicio. Así se ha realizado el deseo de Benedicto XVI, que expresó durante uno de sus encuentros conmigo, diciendo: "¡Hazlo rápido pero bien!".

KAI: ¿Y por favor dígame cuántos testigos hubo en el juicio? Su elección fue probablemente un problema serio, porque había muchas personas que conocían de cerca a Juan Pablo II.

Monseñor Oder: Estoy de acuerdo, pero los procesos de beatificación tienen sus propios criterios claros. No se trata de entrevistar a todas las personas que conocen al candidato a la santidad, sino de entrevistar a las personas más representativas y sustantivamente útiles en un proceso determinado.

 KAI : ¿Qué significa eso?

Obispo Oder : Eran personas seleccionadas según una clave que correspondía al tema que era objeto de investigación. En el proceso de beatificación examinamos la vida, el heroísmo de las virtudes y la reputación de santidad. Por eso era necesario encontrar testigos de estos temas y de cada etapa de la vida y actividad de Juan Pablo II. La segunda clave se refería a ámbitos individuales de la vida de la Iglesia, es decir, a los representantes del clero, a las personas consagradas, pero también a un gran grupo de laicos. Los líderes de los Estados constituyeron un grupo diferente de testigos, porque la Santa Sede y Juan Pablo II actuaron en el campo internacional, preocupados por el verdadero progreso, la paz y el bien de la humanidad. A esto hay que añadir también los testigos que fueron incluidos de oficio, por ejemplo, miembros de la comisión histórica o teólogos que examinaron la corrección teológica de sus escritos, etc. En total, fueron unos 120 testigos.

KAI: Y en cuanto a los jefes de Estado, ¿serían supuestamente Wojciech Jaruzelski y Aleksander Kwaśniewski de Polonia? 

Obispo Oder: No puedo confirmarlo. Todavía me mantienen en secreto. En cualquier caso, se trataba de personas que influyeron en el curso de la historia de aquella época, también desde fuera de Polonia.

KAI: ¿Y la elevación de Juan Pablo II a los altares no se produjo demasiado rápido, porque este tipo de voces han aparecido en los últimos años? 

Monseñor Oder: Puedo asegurarles que todo el proceso se llevó a cabo con el mayor rigor posible, de acuerdo con la voluntad del Papa, que repitió: "Haganlo rápido, pero háganlo bien". En tal proceso, la Iglesia escucha tres voces: la vox populi, la vox Ecclesiae y la tercera voz es la vox Dei. Y la voz de Dios llegó muy rápidamente, y fue un milagro. Se trataba de la curación de la monja francesa Marie Simon-Pierre Normand . El caso de su recuperación de la enfermedad de Parkinson fue objeto de una investigación muy rigurosa. Como el segundo caso que tuvo lugar antes de la canonización. En concreto, cuando el Papa Benedicto estaba declarando beato a Juan Pablo II, ocurrió un milagro en Costa Rica. Fue la curación de la señora Floribeth de un aneurisma cerebral. Y en este último caso, la investigación también se llevó a cabo de forma extremadamente meticulosa. La opinión de los médicos era clara. Así pues, si alguien cuestiona la duración de este proceso, diciendo que es demasiado apresurado, será difícil encontrar un argumento racional.

KAI: Fueron necesarios milagros para la beatificación y la canonización. ¿Todavía suceden y hay algún conocimiento al respecto? ¿Es así como actúa hoy Juan Pablo II?

Monseñor Oder: El lugar donde se enviaba toda la correspondencia sobre este tema era el Vicariato de la ciudad de Roma, donde trabajé durante el proceso. Recuerdo que recibía regularmente cartas de varios rincones del mundo hablando de gracias recibidas por intercesión del Santo.  Se trataba de diversas situaciones de la vida y de la familia, que se referían a experiencias internas, pero también a cuestiones muy prácticas, como encontrar un trabajo o cuestiones muy personales, como las relaciones familiares o la salud.

Había, por así decirlo, dos corrientes de gracia. En la mayoría de los casos se trataba de problemas relacionados con el embarazo, la maternidad, la paternidad, la concepción o el parto. Era toda la esfera de la nueva vida. Y en segundo lugar quedaron las cuestiones del cáncer.

KAI: En los últimos años ha habido acusaciones completamente injustificadas por parte de sus críticos de "encubrir la pedofilia". Provocaron algunas grietas en la imagen de Juan Pablo II en la conciencia pública. Este asunto fue considerado en la etapa del proceso de beatificación. El Obispo lo ha explicado muchas veces... ¿Qué puede decir hoy al respecto? ¿Ha aparecido algún material que arroje nueva luz?

Obispo Oder: No quiero comentar más sobre esto. Todo lo que puedo hacer es repetir que esto ha sido investigado muy a fondo. He repetido muchas veces que el proceso de beatificación se llevó a cabo de manera rápida pero confiable, de acuerdo con la voluntad del Papa Benedicto XVI. Durante el proceso, todos estos temas fueron abordados y explicados con mucho cuidado. No había ningún tema que no fuera tocado y escondido bajo la alfombra. Todos ellos fueron objeto de meticulosa investigación e investigación.

Cuando se trata de Juan Pablo II, estamos ante un hombre muy claro. Todas estas acusaciones – que tuvieron lugar en los medios de comunicación – han sido desmanteladas. No había en ellos rastro de honestidad, sólo mala voluntad. Creo que hoy, 10 años después de la canonización, no tiene sentido volver a ello, y si alguien lo hace es sólo fruto de su mala voluntad o de alguna mentalidad izquierdista anticristiana.

KAI : ¿Cómo hablar a los jóvenes sobre Juan Pablo II? Usted tiene aquí una amplia experiencia. ¿Cómo hacer llegar su enseñanza a los jóvenes?

Obispo Oder: Creo que cada generación tiene personas que influyeron en la formación de actitudes, elecciones y conciencia de esta generación. Nuestra generación es ciertamente aquella en la que Juan Pablo II tuvo una enorme influencia. Al igual que nuestros abuelos y padres, tuvieron importantes guías que los acompañaron.

Sin embargo, hoy los jóvenes tienen puntos de referencia diferentes. Por tanto, me parece que, en primer lugar, debemos evitar el peligro de que a los jóvenes se les presente la persona de Juan Pablo II de una manera que no sea cierta. Y de esto hablamos en la pregunta anterior. Esto podría hacer que este personaje sea obsoleto, poco confiable, sin vida o al menos genérico y monumental para la generación joven. Así que deberíamos hablar de quién fue en realidad Juan Pablo II y de lo importante que sigue siendo para nosotros. Hay que concienciar a los jóvenes de que la historia la crean grandes personajes. Y entre las grandes figuras de la historia de nuestra nación, una de las más importantes es Juan Pablo II, que jugó un papel importante en la historia de Polonia, de la Iglesia y también en la historia de Europa.

Y en segundo lugar, es importante que no nos limitemos únicamente a la comunicación verbal. Es importante que nosotros, como quienes tuvimos la suerte y la gracia de vivir con Juan Pablo II, vivamos y actuemos hoy de acuerdo con lo que él nos enseñó. Debemos ser un ejemplo creíble de lo que nos dejó. Los jóvenes deben ver que la grandeza de Juan Pablo II y el ejemplo de su actitud para nuestra generación son importantes y que constituyen el fundamento de nuestra vida y de nuestras opciones de hoy.

Veo cuántos jóvenes hoy están perdidos y no saben quiénes son. Con cuanta frecuencia los jóvenes son despojados de sus valores, despojados de su esperanza. En el mensaje dominante, el joven es reducido a una criatura que busca placer, sexo, alguien para quien la mejor solución es un condón o la pastilla del día después. La forma en que se está moldeando hoy a los jóvenes y su mentalidad es una barbaridad y un crimen contra el tejido sano de la nación. Juan Pablo II fue quien mostró lo grande que es el hombre a los ojos de Dios. Creo que este es el mensaje que debería llegar a los jóvenes de hoy.

KAI: Usted pasó muchos años con Juan Pablo II. Primero, estando en Roma y teniendo contactos ocasionales con él, pero después como postulador en el proceso de beatificación y canonización. ¿Quién es para usted personalmente Juan Pablo II y qué papel desempeña en su vida? ¿También en su actual ministerio episcopal?

Monseñor Oder: Juan Pablo II ciertamente se ha convertido en una persona muy cercana a mí. Primero, tuve la suerte de vivir en Roma, que estuvo marcada por la presencia y el carisma de Juan Pablo II. Respiré la atmósfera de la Iglesia creada por Juan Pablo II y ciertamente fue algo grandioso.

A su vez, el proceso de beatificación me permitió conocerlo mejor, primero como hombre y, sobre todo, como sacerdote. Su identidad era cien por ciento sacerdotal. Fue un hombre que se entregó a Cristo, amó a Cristo y, habiendo amado a Cristo, amó con el corazón a todo el pueblo de Dios y a la Iglesia.

Y ahora, en el ministerio episcopal que desempeño, él es para mí un ejemplo del Buen Pastor que tiene los ojos abiertos, los brazos abiertos y trata de estar cerca de las personas.

 

KAI: Gracias por la entrevista.