(este es el primer
post que re-publico de mi blog Beato Juan Pablo II, ahora interrumpido. Lo haré con todos los
posts alli publicados como “Recordatorio y agradecimiento por sus viajes apostólicos a países de habla hispana”. Una vez
completado (son 178 posts), cancelaré el otro blog)
25 de enero de 1979. Era su primera “peregrinación de fe”
El Papa iba “a postrarse ante la imagen prodigiosa de la Virgen de Guadalupe de
México, a invocar su ayuda maternal y su protección sobre el propio ministerio
pontificio; a repetirle con fuerza acrecida por las nuevas e inmensas
obligaciones: «¡Soy todo tuyo!»; y a poner en sus manos el futuro ce la
evangelización en América Latina.”
Venía a “algunas zonas del Nuevo Mundo como mensajero del
Evangelio ante millones de hermanos y hermanas que creen en Cristo; quiere
conocerlos, abrazarlos, decir a todos —niños, jóvenes, hombres, mujeres,
obreros, campesinos, profesionales— que Dios los ama, que la Iglesia los ama,
que el Papa los ama; y también para recibir de ellos el estímulo y el ejemplo
de su bondad, de su fe. Por lo tanto, el Papa sigue en espíritu las huellas de
misioneros, sacerdotes y de todos los que, desde el descubrimiento del Nuevo
Mundo, han difundido con sacrificio, abnegación y generosidad, en aquellas
inmensas tierras, el mensaje de Jesús predicando amor y paz entre los hombres.”
Venia también “para participar, con sus hermanos obispos,
en la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, que se celebrará
en Puebla”, reunión en la cual se tratarían “problemas importantes referentes a
la acción pastoral del Pueblo de Dios, acción que debe tener presentes, a la
luz del Concilio Vaticano II, las complejas situaciones socio-políticas locales
para penetrarlas del fecundo fermento del anuncio evangélico.” Iría a Puebla
“para ayudar y «confirmar» (cf. Lc 22, 32) a sus hermanos obispos.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario