lunes, 30 de septiembre de 2024

Reflexión sobre la oración del Rosario (2 de 2)

 


En los misterios del dolor Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres, para decirle al Padre: «no se haga mi voluntad, sino la tuya» (Lc 22, 42 par.). Este «sí» suyo cambia el «no» de los progenitores en el Edén. Y cuánto le costaría esta adhesión a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes, en los que, con la flagelación, la coronación de espinas, la subida al Calvario y la muerte en cruz, se ve sumido en la mayor ignominia: Ecce homo! Quien quiera conocer al hombre, ha de saber descubrir su sentido, su raíz y su cumplimiento en Cristo, Dios que se humilla por amor «hasta la muerte y muerte de cruz» (Flp 2, 8). Los misterios de dolor llevan al creyente a revivir la muerte de Jesús poniéndose al pie de la cruz junto a María, para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora.(RVM,22) 

«En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre , el Rosario considera, en el tercer misterio glorioso, Pentecostés, que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Maria, vivificada por la efusión impetuosa del Espíritu y dispuesta para la misión evangelizadora. La contemplación de éste, como de los otros misterios gloriosos, ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez más viva de su nueva vida en Cristo, en el seno de la Iglesia: una vida cuyo gran “icono” es la escena de Pentecostés. De este modo, los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatológica, hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia. Esto les impulsará necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel gozoso anuncio que da sentido a toda su vida» (RVM, 23) 

Juan Pablo II al final de su carta apostólica RosariumVirginis Mariae  hizo suyas las conmovedoras palabras del beato Bartolomé Longo, apóstol del Rosario: «Oh Rosario bendito de María, dulce cadena que nos une con Dios, vínculo de amor que nos une a los Ángeles, torre de salvación contra los asaltos del infierno, puerto seguro en el común naufragio, no te dejaremos jamás. Tú serás nuestro consuelo en la hora de la agonía. Para ti el último beso de la vida que se apaga. Y el último susurro de nuestros labios será tu suave nombre, oh Reina del Rosario de Pompeya, oh Madre nuestra querida, oh Refugio de los pecadores, oh Soberana consoladora de los tristes. Que seas bendita por doquier, hoy y siempre, en la tierra y en el cielo».

 

Fuente: Centro Juan Pablo II “No tengáis miedo” Cracovia, publicado en Totus Tuus Nr 6 Octubre 2006),

 

 

Reflexión sobre la oración del Rosario (1 de 2)

 


En el mes de octubre proponemos la reflexión sobre la oración del Rosario. Nuestro guía será San Juan Pablo II. En su vida personal y en sus enseñanzas sobre la oración, el Rosario ocupó un puesto primordial. Quería introducir a todos en la historia de la salvación, meditada en los misterios del Rosario.

La via mariana

En efecto, si al inicio del tercer milenio los cristianos están llamados a crecer como contempladores del rostro de Cristo y las Comunidades eclesiales “llegar a ser auténticas « escuelas de oración »” (NMI) , el rosario constituye el camino mariano y, por tanto, privilegiado para alcanzar ese doble objetivo. La Iglesia, deseando ser cada vez más transparencia del “misterio” de Cristo, para meditar los “misterios” de su Evangelio, acude a la escuela de Maria. Este es “el camino de Maria” (ib) el camino que siguió ella al realizar su ejemplar peregrinación de fe, como primera discípula del Verbo encarnado. Al mismo tiempo, es el camino de una auténtica devoción mariana entrada totalmente en la relación existente entre Cristo y Su Madre santísima (Audiencia General, 29 de octubre 2003)

El Rosario promueve este ideal, ofreciendo el ”secreto” para abrirse más fácilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo. Podríamos llamarlo el camino de Maria. Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret, mujer de fe, de silencio, y de escucha. Es al mismo tiempo el camino de una devoción mariana consciente de la inseparable relación que une Cristo con su Santa Madre: los misterios de Cristo son también, en cierto sentido, los misterios de su Madre, incluso cuando Ella no está implicada directamente, por el solo hecho mismo de que Ella vive de Él y por Él. Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del ángel Gabriel y de santa Isabel, nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en María, entre sus brazos y en su corazón, el «fruto bendito de su vientre»  (Rosarium Virginis Mariae, 24) 

La via del gozo, de la luz, del dolor y de la gloria

De este modo, meditar los misterios «gozosos» significa adentrarse en los motivos últimos de la alegría cristiana y en su sentido más profundo. Significa fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de la Encarnación y sobre el sombrío preanuncio del misterio del dolor salvífico. Maria nos ayuda a aprender el secreto de la alegría cristiana, recordándonos que el cristianismo es ante todo evangelion, “buena noticia”, que tiene su centro, o mejor dicho, su contenido mismo, en la persona de Cristo, el Verbo hecho carne, único Salvador del mundo (RVM, 20) 

La revelación, que en el Bautismo en el Jordán proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista, aparece también en labios de María en Caná y se convierte en su gran invitación materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos: “Haced lo que él os diga” (JN, 2,5). Es una exhortación que introduce muy bien las palabras y signos d Cristo durante su vida pública, siendo como el telon de fondo mariano de todos los “misterios de luz” (RVM,21)

 

Fuente: Centro Juan Pablo II “No tengáis miedo” Cracovia, publicado en Totus Tuus Nr 6 Octubre 2006),

 

 

viernes, 27 de septiembre de 2024

Santuario del Divino Amor, Roma

 


Con la dedicación de este nuevo santuario se cumple hoy, al menos en parte, un voto que los romanos, invitados por el Papa Pío XII, hicieron a la Virgen del Amor Divino en el año 1944, cuando las tropas aliadas estaban a punto de lanzar el ataque decisivo sobre Roma, ocupada por los alemanes. Ante la imagen de la Virgen del Amor Divino, el 4 de junio de ese año, los romanos suplicaron la salvación de Roma, prometiendo a María que cambiarían su conducta moral, construirían el nuevo santuario del Amor Divino y realizarían una institución de caridad en Castel di Leva. Ese mismo día, algo más de una hora después de la lectura del voto, el ejército alemán abandonó Roma sin oponer resistencia, mientras las fuerzas aliadas entraban por la puerta de San Juan y la Puerta Mayor, acogidos por el pueblo romano con manifestaciones de júbilo.

(Juan Pablo II 4 de julio de 1999)


Los dato históricos del Santuario de la Madonna del Divino Amotienen su inicio en el siglo XIII, cuando en aquella zona de la campiña romana surgía una especie de fortaleza de la familia Savelli-Orsini, llamada Castel di Leva. En una torre del castillo, había una imagen de la Virgen, representada sentada en un trono con el Niño Jesus en brazos, y con la paloma descendiendo sobre ella cual símbolo del Espíritu Santo, que es precisamente el Divino Amor. La imagen, pintada al fresco en aquella misma época, era muy venerada por los pastores de la zona.

En la primavera de 1740, un viandante que se dirigía a Roma, al llegar cerca de la torre, fue asaltado por una jauría de perros y estaba a punto de ser devorado. El pobrecillo levanto los ojos, vio la sagrada imagen y pidió ayuda a la Madre de Dios. Sucedió el milagro: de improviso los perros se dispersaron y huyeron por la campiña. ¡el que invoca a Maria supera todos los obstáculos, retoma el camino y alcanza la meta!

Después de aquel prodigio, el 5 de septiembre del mismo año, la imagen mariana fue separada de la pared y transferida a la finca vecina llamada La Falconiana, donde se hallaba la pequeña iglesia de Santa Maria de los Magos.  Cinco años después, el 19 de abril de 1745, la imagen fue reconducida a su antigua sede, donde entretanto se había construido una iglesia que sería consagrada en 1750 por el Cardenal Carlo Rezzonico, quien fue después Papa Clemente XIII. Desde entonces, iniciaron las peregrinaciones populares, cada vez más numerosas y que continúan hoy día.

El 13 de mayo de 1883, el Capítulo Vaticano coronó esta imagen de la Virgen. En 1930 fue nombrado rector Don Umberto Terenzi.  El 8 de diciembre de 1932 el Santuario se convirtió en parroquia y Don Umberto fue su primer párroco. El 25 de marzo de 1942 Don Umberto fundó la Congregación de Hijas de la Madonna del Divino Amor, a lo que siguieron, en 1962 los sacerdotes oblatos, que desde entonces custodian el Santuario.

En 1944, mientras Roma corría  peligro de ser destruida por los eventos bélicos, el 24 de enero el cuadro de la Virgen se transfirió a la ciudad, pasó por varias iglesias quedando en la de San Ignacio, donde el 4 de junio de 1944 el pueblo romano, para conseguir la liberación de la ciudad, hizo voto a la Virgen de reformar la propia vida, de erigir un nuevo santuario y de realizar una obra de caridad en su honor. La Virgen obró el milagro y Roma se salvó. El Papa Pio XII, el 12 de junio de 1944, acudió a rezarle con los romanos, y le confirió a la Virgen del Divino Amor el titulo de Salvadora de la Ciudad.

Después de la guerra, el Santuario reabrió sus puertas: se llevan a cabo obras de caridad, culturales y de apostolado. Se da inicio a la publicación de  las revistas Parrocchia en 1946, y La Madonna en 1954,  y se reanuda la publicación del  boletín La Madonna del Divino Amore, que había surgido en 1931. En la casa de las religiosas se da acogida a los primeros huérfanos, mientras poco a poco se abren otras casas religiosas en varias partes de Italia y del extranjero: las misiones de Colombia se inauguran en 1971, en Brasil en 1991, en Perú en 1993, en  Filipinas en 1998, en la India en 1999 y en 2000 en Nicaragua.   

El 3 de enero de 1974 muere don Umberto Terenzi, sus restos reposan en le Santuario de la cripta de la Dolorosa. En 1975 comienza la Tendópolis mariana nacional de los jóvenes. El 1 de mayo de 1979el Papa Juan Pablo II visita el Divino Amor y lo define el Santuario mariano de Roma. Lo visita de nuevo el 7 de junio de 1987 para la apertura del Año Mariano y el 4 de julio de 1999 para la consagración del nuevo santuario.  

Desde 1983, está en funcionamiento la casa del Peregrino para congresos, retiros y ejercicios espirituales. Desde ese año, el Domingo de Ramos y el Viernes Santo a las ocho y media de la tarde, tiene lugar la  espectacular represetacion del Via Crucis,  inspirada en la Sabana Santa. El 29 de febrero de 1991, el Cardenal Vicario Camillo Ruini promulgó el edicto con el que se abríala causa de beatificación del Siervo de Dios Don Umberto Terenzi, fundador de la Obra de la Madonna del Divino Amore. 

El santo Padre Juan Pablo II consagró solemnemente el santuario el 4 de julio de1999,  cumpliendo asi el voto que los romanos habían hecho el 4 de junio de 1944.  El Santuario fue construido a los pies de la colina, fuera de las antiguas murallas, sin alterar el encanto de la campiña romana. Con ocasión del Jubileo del  año 2000  el Santuario se asocio a las basílicas romanas como meta para obtener la indulgencia jubilar. El 1 de mayo de 2006 Benedicto XVI  inauguro el mes de Maria con el rezo del Santo Rosario en el viejo Santuario. Mencionaba el Papa Benedicto en su discurso:  Siento alegría en especial al pensar que así estoy renovando la experiencia de mi amado predecesor  Juan Pablo II, el cual, hace exactamente veintisiete años, el primer día del mes de mayo de 1979, realizó su primera visita como Pontífice a este santuario

Todos los sábados a partir de Pascua de Resurrección hasta finales de octubre se realiza una peregrinación nocturna a pie, (15 kms) que parte desde la plaza de Porta Capena de Roma  a medianoche y llega al santuario a las cinco de la mañana de domingo. También se realiza una peregrinación ccada 14 de agosto Vigilia de la Asunción y el 7 de diciembre Vigilia de la Inmaculada.

Los peregrinos nocturnos recorren la famosa Via Appia Antica hasta el Quo Vadis, alli toman la Via Ardeatina, pasan por las Catacumbas de san Calixto y delante del Mausoleo de las Fosas Ardeatinas, poniendo a los pies de la Virgen, junto a las propias intenciones, también las necesidades, las esperanzas y la misión de toda la Iglesia de Roma.

 Pasquale Silla - "El Divino Amor y aquel voto para la salvacion de Roma" publicado en la revista Totus Tuus Nro5 Oct/Nov 2010

 

 

jueves, 26 de septiembre de 2024

Historia de Karol, sus primeros años de sacerdote, contado por el mismo

 


Habiendo sido ordenado sacerdote en la fiesta de Todos los Santos, celebré la "primera Misa" el día de los fieles difuntos, el 2 de noviembre de 1946. En este día cada sacerdote puede celebrar para provecho de los fieles tres Santas Misas. Mi "primera" Misa tuvo por tanto -por así decir- un carácter triple. Fue una experiencia de especial intensidad. Celebré las tres Santas Misas en la cripta de San Leonardo, que ocupa, en la catedral del Wawel, en Cracovia, la parte anterior de la llamada cátedra episcopal de Herman. […]  Al elegirla como el lugar de mis primeras Misas quise expresar un vínculo espiritual particular con los que reposan en esa catedral que, por su misma historia, es un monumento sin igual. Está impregnada, más que cualquier otro templo de Polonia, de significado histórico y teológico. Reposan en ella los reyes polacos, empezando por Wladyslaw Lokietek. . […]   Había, en esa elección, una especial dimensión teológica. Como he dicho, fui ordenado el día anterior, en la Solemnidad de Todos los Santos, cuando la Iglesia expresa litúrgicamente la verdad de la Comunión de los Santos -Communio Sanctorum-. Los Santos son aquellos que, habiendo acogido en la fe el misterio pascual de Cristo, esperan ahora la resurrección final.  También las personas, cuyos restos reposan en los sarcófagos de la catedral del Wawel, esperan allí la resurrección. Toda la catedral parece repetir las palabras del Símbolo de los Apóstoles: "Creo en la resurrección de los muertos y en la vida eterna''. Esta verdad de fe ilumina la historia de las Naciones. Aquellas personas son como "los grandes espíritus" que guían la Nación a través de los siglos. No se encuentran allí solamente soberanos junto con sus esposas, u obispos y cardenales; también hay poetas, grandes maestros de la palabra, que han tenido una importancia enorme para mi formación cristiana y patriótica. Fueron pocos los participantes en aquellas primeras Misas celebradas sobre la colina del Wawel. Recuerdo que, entre otros, estaba presente mi madrina Maria Wiadrowska, hermana mayor de mi madre. Me asistía en el altar Mieczyslaw Malinski, que hacía presente de algún modo el ambiente y la persona de Jan Tyranowski, ya entonces gravemente enfermo. Después, como sacerdote y como obispo, he visitado siempre con gran emoción la cripta de San Leonardo. ¡Cuánto hubiera deseado poder celebrar allí la Santa Misa con ocasión del quincuagésimo aniversario de mi Ordenación sacerdotal!  . […]  

Noviembre pasaba de prisa: era ya el tiempo de partir hacia Roma. Cuando llegó el día establecido, subí al tren con gran emoción. . […]  

No podré olvidar nunca la sensación de mis primeros días "romanos" cuando en 1946 empecé a conocer la Ciudad Eterna. Me inscribí en el "biennium ad lauream" en el Angelicum. . […]  El P. Karol Kozlowski, Rector del Seminario de Cracovia, me había dicho muchas veces que, para quien tiene la suerte de poderse formar en la capital del Cristianismo, más aún que los estudios (¡un doctorado en teología se puede conseguir también fuera!) es importante aprender Roma misma. Traté de seguir su consejo. Llegué a Roma con un vivo deseo de visitar la Ciudad Eterna, empezando por las Catacumbas. Y así fue. Con los amigos del Colegio Belga, donde habitaba, tuve la oportunidad de recorrer sistemáticamente la Ciudad con la guía de conocedores expertos de sus monumentos y de su historia. . […]   Cada día desde el Colegio Belga, en vía del Quirinale 26, iba al Angelicum para las clases, parándome durante el camino en la iglesia de los Jesuitas de San Andrés del Quirinale, donde se encuentran las reliquias de San Estanislao de Kostka, que vivió en el noviciado contiguo y allí terminó su vida. Recuerdo que entre los que visitaban la tumba había muchos seminaristas del Germanicum, que se reconocían fácilmente por sus características sotanas rojas. En el corazón del Cristianismo y a la luz de los santos, las nacionalidades también se encontraban, como prefigurando, más allá de la tragedia bélica que tanto nos había marcado, un mundo sin divisiones.  Mi sacerdocio y mi formación teológica y pastoral se enmarcaban así desde el comienzo en la experiencia romana. Los dos años de estudios, concluidos en 1948 con el doctorado, fueron años de intenso "aprender Roma''. El Colegio Belga contribuía a enraizar mi sacerdocio, día tras día, en la experiencia de la capital del Cristianismo. En efecto, me permitía entrar en contacto con ciertas formas de vanguardia del apostolado, que en aquella época iban desarrollándose en la Iglesia. . […]   En Roma tuve la posibilidad de descubrir más a fondo cómo el sacerdocio está vinculado a la pastoral y al apostolado de los laicos. Entre el servicio sacerdotal y el apostolado laical existe una estrecha relación, más aún, una coordinación recíproca. Reflexionando sobre estos planteamientos pastorales, descubría cada vez de forma más clara el sentido y el valor del sacerdocio ministerial mismo. 

La experiencia vivida en el Colegio Belga se amplió, a continuación, gracias a un contacto directo no sólo con la nación belga, sino también con la francesa y la holandesa. Con el consentimiento del Cardenal Sapieha, durante las vacaciones veraniegas de 1947 el P. Stanislaw Starowieyski y yo pudimos visitar aquellos países. Me abría así a un horizonte europeo más amplio. En París, donde residí en el Seminario Polaco, pude conocer de cerca la experiencia de los sacerdotes obreros, la problemática tratada en el libro de los Padres Henri Godin e Yvan Daniel La France, pays de mission? y la pastoral de las misiones en la periferia de París, sobre todo en la parroquia dirigida por el P. Michonneau. Estas experiencias, en el primer y segundo año de sacerdocio, tuvieron para mí un enorme interés.

En Holanda. […]   me impresionó la sólida organización de la Iglesia y de la pastoral en aquel País, con estructuras activas y comunidades eclesiales vivas. Descubría así cada vez mejor, desde puntos de vista diversos y complementarios, la Europa occidental, la Europa de la posguerra, la Europa de las maravillosas catedrales góticas y, al mismo tiempo, la Europa amenazada por el proceso de secularización. Percibía el desafío que todo ello representaba para la Iglesia, llamada a hacer frente al peligro que conllevaba mediante nuevas formas de pastoral, abiertas a una presencia más amplia del laicado. La mayor parte de aquellas vacaciones veraniegas las pasé, sin embargo, en Bélgica. Durante el mes de septiembre estuve al frente de la misión católica polaca, entre los mineros, en las cercanías de Charleroi. Fue una experiencia muy fructífera. Por primera vez visité una mina de carbón y pude conocer de cerca el pesado trabajo de los mineros. Visitaba las familias de los emigrantes polacos y me reunía con la juventud y los niños, acogido siempre con benevolencia y cordialidad, como cuando estaba en la Solvay.

En el camino de regreso de Bélgica a Roma, tuve la suerte de detenerme en Ars. Era al final del mes de octubre de 1947, el domingo de Cristo Rey. Con gran emoción visité la vieja iglesita donde San Juan María Vianney confesaba, enseñaba el catecismo y predicaba sus homilías. Fue para mí una experiencia inolvidable. . […]  Me impresionaba profundamente, en particular, su heroico servicio en el confesionario. Este humilde sacerdote que confesaba mas de diez horas al día, comiendo poco y dedicando al descanso apenas unas horas, había logrado, en un difícil período histórico, provocar una especie de revolución espiritual en Francia y fuera de ella. Millares de personas pasaban por Ars y se arrodillaban en su confesionario. En medio del laicismo y del anticlericalismo del siglo XIX, su testimonio constituye un acontecimiento verdaderamente revolucionario.  Del encuentro con su figura llegué a la convicción de que el sacerdote realiza una parte esencial de su misión en el confesionario, por medio de aquel voluntario "hacerse prisionero del confesionario". Muchas veces, confesando en Niegowic, en mi primera parroquia, y después en Cracovia, volvía con el pensamiento a esta experiencia inolvidable. He procurado mantener siempre el vínculo con el confesionario tanto durante los trabajos científicos en Cracovia, confesando sobre todo en la Basílica de la Asunción de la Santísima Virgen María, como ahora en Roma, aunque sea de modo casi simbólico, volviendo cada año al confesionario el Viernes Santo en la Basílica de San Pedro. . […]  

A principios de julio de 1948 defendí la tesis doctoral en el Angelicum e inmediatamente después me puse en camino de regreso a Polonia. . […]    Al regresar llevaba conmigo no sólo un mayor bagaje de cultura teológica, sino también. la consolidación de mi sacerdocio y la profundización de mi visión de la Iglesia. . […] gracias a Roma mi sacerdocio se había enriquecido con una dimensión europea y universal.

Juan Pablo II Don y Misterio (puede leerse completo en el sitio de la Santa Sede)

miércoles, 25 de septiembre de 2024

Juan Pablo II: ¿Por qué debemos orar?

 


1. Debemos orar, lo primero de todo, porque somos creyentes.

En efecto, la oración es el reconocimiento de nuestros límites y de nuestra dependencia: venimos de Dios, somos de Dios y retornamos a Dios. Por lo tanto, no podemos menos de abandonarnos en El, nuestro Creador y Señor, con plena y total confianza. …. Todo está maravillosamente ordenado, desde las partículas infinitesimales que componen el átomo, hasta las galaxias que giran en el espacio. ¡Todo señala un proyecto que comprende cada manifestación de la naturaleza, desde la materia inerte hasta el pensamiento del hombre! ¡Donde hay orden, hay inteligencia; y donde hay un orden supremo, está la Inteligencia suprema que nosotros llamamos "Dios", y que Jesús nos ha revelado que es Amor y nos ha enseñado a llamar Padre!...La oración es un diálogo misterioso, pero real, con Dios, un diálogo de confianza y de amor.

2. Pero nosotros somos cristianos, y por esto debemos orar como cristianos.

Efectivamente, la oración para el cristiano adquiere una característica particular que cambia totalmente su naturaleza íntima y su valor íntimo. El cristiano es discípulo de Jesús: es el que cree verdaderamente que Jesús es el Verbo encarnado; el Hijo de Dios venido entre nosotros a esta tierra. Como hombre, la vida de Jesús ha sido una oración continua, un acto continuo de adoración y de amor al Padre, y porque la expresión máxima de la oración es el sacrificio, la cumbre de la oración de Jesús es el sacrificio de la cruz, anticipado con la Eucaristía en la última Cena y transmitido a todos los siglos con la Santa Misa….. La oración máxima es la Santa Misa, porque en la Santa Misa es el mismo Jesús, realmente presente. quien renueva el sacrificio de la cruz; pero toda oración es válida, especialmente el "Padrenuestro", que El mismo quiso enseñar a los Apóstoles y a todos los hombres de la tierra….

3. Finalmente, debemos orar también porque somos frágiles y culpables.

Es preciso reconocer humilde y realísticamente que somos pobres criaturas, con ideas confusas, tentadas por el mal, frágiles y débiles, con necesidad continua de fuerza interior y de consuelo.

— La oración da fuerza para los grandes ideales, para mantener la fe, la caridad, la pureza, la generosidad;

— La oración da ánimo para salir de la indiferencia y de la culpa, si por desgracia se ha cedido a la tentación y a la debilidad;

— La oración da luz para ver y juzgar los sucesos de la propia vida y de la misma historia en la perspectiva salvífica de Dios y de la eternidad… ¡No pase un día sin que hayáis orado un poco! ¡La oración es un deber, pero también es una gran alegría, porque es un diálogo con Dios por medio de Jesucristo!

(del discurso de JuanPablo II a los jóvenes presentes en la Basílica de san Pedro el 14 de marzo de1979)

martes, 24 de septiembre de 2024

El obispo Anton Martin Slomšek, buen samaritano de su pueblo

 


La Iglesia eslovena celebra hoy la memoria litúrgica del Beato Anton Martin Slomsek y recuerda aquellos inolvidables momentos del 19 de septiembre de 1999 cuando el Papa Juan Pablo II, en emotiva ceremonia,   lo proclamaba beato en la ciudad de Maribor, Eslovenia. El Obispo Anton Martin Slomsek, era entonces el primer hijo de la nación eslovena en ser elevado a la gloria de los altares. (El 13 de junio de 2010 fue proclamado beato el mártir Alojzij Grozde) 

 Él fue un sarmiento que dio frutos abundantes de santidad cristiana, de singular riqueza cultural y de notable amor a la patria. Por eso está hoy ante nosotros como espléndido ejemplo de vivencia concreta del Evangelio.

En el nuevo beato resplandecen, ante todo, los valores de la santidad cristiana. Siguiendo las huellas de Cristo, se hizo buen samaritano del pueblo esloveno. Atento a las exigencias de la formación del clero y de los fieles, con celo apostólico que sigue siendo hoy un ejemplo para nosotros, evangelizó incansablemente, animando las misiones populares, suscitando numerosas cofradías, predicando ejercicios espirituales y difundiendo cantos populares y escritos religiosos. Fue, en el sentido más genuino de la expresión, un pastor católico, al que los superiores eclesiásticos encomendaron importantes tareas pastorales, incluso en otras regiones del Estado de entonces.

 Monseñor Slomsek, fiel y dócil a la Iglesia, estuvo profundamente abierto al ecumenismo y en Europa central fue uno de los primeros en trabajar por la unidad de los cristianos. Ojalá que su celo por la unidad estimule el compromiso ecuménico, para que los cristianos de esta Europa, a la que tanto amó, lleguen a cruzar el umbral del tercer milenio "si no del todo unidos, al menos mucho más próximos a superar las divisiones del segundo milenio" (Tertio millennio adveniente, 34).”

 

 (Juan Pablo II en la homilía de la Misa de beatificación – 19 de septiembre de 1999 en Maribor, Eslovenia)

 

Invito visitar posts etiquetados Slomsek.

 

lunes, 23 de septiembre de 2024

Hoy celebramos al santo Padre Pío.

 


Vaya solo esta pequeña reflexión suya:

 

Es difícil hacerse santos. Difícil, pero no imposible. El camino de la perfección es largo, como es larga la vida de cada uno. El consuelo es el descanso en el camino; pero apenas recuperados, hay que levantarse con rapidez y reemprender la carrera

(Archivo Padre Pio, Convento capuchino San Giovanni Rotondo)


y mi invitación a visitar los posts  ya publicados en este blog y algunos  enlaces sueltos recomendados. Perdón si hay alguno que se superponga.

Benedicto XVI en San Giovanni Rotondo

Mis dias en Romna (5) con Pietrelcina

Carta de Mons. Wojtyla al Padre Pio

Padre Pio de Pietrelcina – canonización

Juan Pablo II, el santo Padre Pio y mi visita a San Giovanni Rotondo

San Pio de Pietrelcina franciscano capuchino

San Pio dePietrelcina 

Hermanoscapuchinos 

Capuccini diPietrelcina 

Frati minoriCapuccini San Giovanni Rotondo 

Teleradio Padre Pio

Historia del Santuario y del Centro San Juan Pablo II, Cracovia, Polonia (11 de 11) Algunos comentarios adicionales y recordando enlaces

 

Vuelvo a publicar aquí algunos enlaces importantes y otros adicionales. En en algún momento revisare todos los posts para publicarlos, una vez pulidos y revisados todos los enlaces, en un archivo pdf para quien quiera guardarlo. Son bienvenidos todos los comentarios.  

 

Para quien aun no pudo realizar una visita,  en este enlace puede hacerse una buena composicon del lugar. Tomas  aéreas de las antiguas zonas de Solvay y fotografías contemporáneas.  En esta fotografía se ve en primer plano el Centro y el Santuario San Juan Pablo II  



 algo  más lejos a la izquierda el Santuario de la Divina Misericordia y a su  izquierda (muy pequeño) el monasterio de Łagiewniki y  la capilla, lugares relacionados con Santa Sor Faustina

y tomas aéreas de los alrededores.

 En este enlace de la empresa Zakład Techniczno-Budowlane "Polbau" Sp. z o. z. o. un breve comentario detallando los trabajos realizados en dos etapas y al final del texto gran cantidad de fotografías. 

Invito también visitar los siguientes posts de mi blog

Santuario Juan Pablo II Cracovia 

Centro Juan Pablo II Cracovia

Y naturalmente en el sitio oficial del Centro San Juan Pablo II 

 

Tambien estos sitios:

Comentariosadicionales con muchas fotografías. 

Y aquí  Una impresionante cantidad de fotografías de todas las etapas de la vida de Karol Wojtyla/Juan Pablo II, del Centro y del Santuario Juan Pablo II

Con este post quedaría concluida esta serie (solo faltaría la “sorpresa” y el pdf final)

 

 

sábado, 14 de septiembre de 2024

Historia del Santuario y del Centro San Juan Pablo II, Cracovia, Polonia (9 de 11) – proyecto arquitectónico transcripto de la página oficial del Centro Juan Pablo II

 

(también en este caso me permito transcribir el texto completo de la pagina oficial no siempre está disponible en español! Las fotografías son de la pagina oficial -  al final de la pagina original hay  un mapa interactivo con identificación y visualización de edificios)

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El autor del diseño conceptual urbano y arquitectónico de la sede del Centro Juan Pablo II "No tengas miedo" en los "Mares Blancos" en Łagiewniki en Cracovia es el Sr. Andrzej Mikulski (nacido en 1974), arquitecto de Cracovia, licenciado de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Tecnológica de Cracovia.

 

Descripción del concepto

El Centro Juan Pablo II se planificó en torno a un parque abierto hacia el Santuario de la Divina Misericordia. Todo el complejo estaba subordinado compositivamente al Santuario de la Divina Misericordia. La orientación del Centro tiene una dimensión simbólica. Los visitantes y peregrinos llegan al lugar por dos rutas: desde el resto de los Mares Blancos y desde el estacionamiento/aparcamiento. Desde aquí, desde la plaza Juan Pablo II, desde un lugar que podría parecer el destino, se abre la vista hacia la torre del Santuario de la Divina Misericordia en Łagiewniki. Gracias a esto, se aclara el contenido simbólico, diciendo que Juan Pablo II nos muestra el camino hacia la Divina Misericordia, y la meta última del camino y peregrinación humana es la Divina Misericordia.

 


A través de Juan Pablo II a la Divina Misericordia

El espacio delante de la plaza lo ocupa la pradera de Małe Błonia, lugar donde los fieles se reúnen para celebrar la Santa Misa al aire libre. En la geometría de la Plaza, el espacio más importante del Centro Juan Pablo II, se puede ver una analogía con la forma poligonal del presbiterio de un templo tradicional. El edificio de la iglesia se ubicó en el eje de la Plaza, ocupando el lugar central más importante de su espacio. Todo el complejo del Centro Juan Pablo II puede leerse como un "templo" simbólico: con Małe Błonia como espacio de la nave, con la Plaza como presbiterio y con la capilla de Juan Pablo II como tabernáculo,  lugar sagrado y más importante. La nave del "templo" estaba definida por elementos semánticos que conmemoraban las encíclicas papales. El recorrido peatonal que recorre el centro de la "nave del templo" está marcado por lugares relacionados con la vida de Juan Pablo II y sus peregrinaciones a Polonia.

El conjunto como un templo a cielo abierto.

Además de la iglesia, alrededor de la plaza se ubicaron otros edificios importantes por su significado y funcionalidad. Sus funciones corresponden a cuatro valores que se asemejan al contenido de la enseñanza y testimonio de vida de Juan Pablo II. Son: Fides - fe, Ratio - razón, Veritas - verdad, Caritas - amor. El símbolo espacial de estos valores y las funciones de los edificios son los cuatro remates de las esquinas de la Plaza. Al Museo está asociado el elemento Fides, situado a la entrada de la Plaza al lado del Santuario de la Divina Misericordia. Corresponde al elemento Ratio, situado en el lado occidental, asociado al Palacio de Congresos. En el lado este del edificio de la capilla se encuentra el Instituto para el Diálogo Intercultural, conectado al edificio del Museo mediante puentes, en el lado de la plaza, que termina en el remate Veritas. En el lado occidental, su equivalente es la culminación de Caritas, parte del centro de formación de voluntarios. El quinto elemento, la Torre, situada sobre el presbiterio de la capilla, dominando la plaza y todo el conjunto, llamada torre de Juan Pablo II, por su forma y altura es una síntesis de los demás remates y demuestra simbólicamente la combinación de cuatro mensajes en la persona de Juan Pablo II.

 


Mensaje del Santo Padre

La plaza principal (el presbiterio del "templo") se distingue del espacio de Małe Błonia (la nave del "templo") por una diferencia de niveles. Los peregrinos que llegan desde el Mar Blanco y desde el aparcamiento superan una elevación varios metros, encaminándose asi hacia la "ciudad santa en la montaña",  lugar simbólico de encuentro con el Señor Dios. El diseño de los edificios y sus partes fue diseñado para crear muchos lugares amigables: calles con puentes sobre ellas, callejones y patios con edificios de ladrillo y piedra. La Ciudad Santa, hecha a la medida del hombre, es un elemento del mensaje simbólico del importante contenido de la enseñanza predicada por Juan Pablo II: el respeto a la dignidad de todo ser humano.


 

Una ciudad situada en una montaña.

En el lado occidental, la zona Centro linda con una animada zona comercial, una línea de ferrocarril y una vía de comunicación. La dirección oriental se consideró en el proyecto como una dirección de transición de edificios y funciones ruidosos y "mundanos" en el oeste a objetos espirituales en el este. Esta es la dirección de paso desde los edificios del hotel, a través de la plaza de conferencias y del hotel, el Centro de Conferencias, la Plaza Juan Pablo II, el edificio del Museo, la zona verde de separación, hasta el Centro de Retiros, un lugar de formación espiritual ubicado al este. final de toda el área. El simbolismo de esta "transición-orientación" también tiene una justificación funcional: los lugares que requieren cada vez más silencio se suceden gradualmente, constituyendo barreras acústicas posteriores.

 

Orientación

La plaza principal de todo el complejo tiene la escala de la plaza del mercado de Wadowice y de la plaza del mercado de Dębnicki en Cracovia, lugares fuertemente relacionados con las etapas de la vida del Santo Padre. El uso de materiales naturales en las fachadas de los edificios (ladrillo y piedra caliza blanca) y su combinación están relacionados con la tradición típica de Cracovia, visible en lugares que desempeñaron un papel importante en la vida del Santo Padre, en particular en el arquitectura de la Catedral de Wawel, el Seminario Arzobispal y el edificio Collegium Maius, así como la Iglesia de Santa María y muchos otros. A través de los materiales utilizados, el equipo del centro también hace referencia a los edificios de ladrillo del monasterio de Łagiewniki y a la capilla, lugares relacionados con Santa Sor Faustina. El espacio de calles, patios y puentes que conectan edificios sobre las calles puede parecerse a la atmósfera de la arquitectura de Roma, particularmente asociada con Juan Pablo II como su obispo.



Contexto cultural – lugares de Juan Pablo II

El respeto por el lugar de trabajo de Karol Wojtyła y sus amigos trabajadores en Solvay durante la guerra se expresa preservando la pasarela de acero existente (que alguna vez fue un puente tecnológico utilizado para transportar desechos) que conecta el área del Centro con el resto de los Mares Blancos. respetando el sentido del recorrido peatonal que determine y teniendolo en cuenta en la planificación de la geometría del conjunto. En el extremo occidental de la plaza de conferencias y del hotel, el contrafuerte de hormigón del antiguo puente tecnológico quedó resaltado por una ruptura en los edificios del hotel. Será parte de la plaza y una plataforma de observación. Además, el Puente de los Ángeles, que parte del Santuario de la Divina Misericordia, se orientó sobre el eje de la Cruz existente para dar la importancia adecuada al lugar desde donde se inició simbólicamente la construcción del Centro Juan Pablo II.

autor del concepto: arch. Andrzej Mikulski

 

 

Historia del Santuario y del Centro San Juan Pablo II, Cracovia, Polonia (8 de 11) Construcción del complejo – historia transcripta de la página oficial del Centro Juan Pablo II

 En este enlace de la página oficial del Centro San Juan PabloII  puede apreciarse la historia de la construcción del Centro y al final del texto una imagen interactiva con identificación de todos los “pequeños” edificios.  Me permito transcribir aquí el texto completo pues no siempre está disponible en español: (las fotos son de la pagina oficial)



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La idea de crear el Centro pontificio nació el 2 de enero de 2006, menos de un año después de la memorable partida de San Juan Pablo II a la Casa del Padre. Este pensamiento surgió como respuesta de la Iglesia de Cracovia a las palabras de Karol Wojtyła,  que todo el mundo oyó en la plaza de San Pedro el 22 de octubre de 1978, durante la solemne inauguración del pontificado del Papa polaco:

¡No tengáis miedo! ¡Abrid de par en par las puertas a Cristo!


El iniciador de la creación del Centro fue el Card. Stanisław Dziwisz, el entonces metropolitano de Cracovia, quien en el mismo 2006 firmó un decreto sobre el establecimiento y aprobó el estatuto de esta institución.

Originalmente, el Centro incluía el Instituto de Juan Pablo II de Cracovia ya existente desde 1995 situado en la calle Kanonicza 18.

Durante la Santa Misa celebrada en la capilla del Palacio Arzobispal el 2 de enero de 2006, el arzobispo Dziwisz presentó la idea de la siguiente manera: “Después de muchos meses de reflexión y consideración de diversas propuestas, afrontamos una decisión trascendental sobre la creación del Centro de Juan Pablo II. Conscientes de la responsabilidad ante la Iglesia de Cracovia y las personas de buena voluntad, queremos rendir homenaje a nuestro Gran Compatriota,  pero sobre todo queremos conmemorar y preservar en un signo visible su persona,  junto a todo el legado espiritual de su pontificado. Lo hacemos especialmente por los que vendrán detrás de nosotros, para que ellos también conozcan y amen a Juan Pablo II, y fieles a su enseñanza y testimonio, se encaminen con él a Cristo”. El prelado también agregó: “En el funeral del Santo Padre, una ráfaga de viento cerró el Evangelio en su ataúd. Para nosotros, con este signo de cerrar el libro de su vida, comenzó un nuevo capítulo de presencia del Papa polaco en la vida de la Iglesia y de cada uno de nosotros. Queremos escribir este nuevo capítulo con él creando el Centro.»

El Papa Benedicto XVI bendijo la piedra angular para la construcción de la nueva instalación durante su visita a Polonia en 2006, mientras que la ceremonia de colocación tuvo lugar el 23 de octubre de 2010. En esta ocasión, el Card. Dziwisz compartió la siguiente reflexión: “Es un lugar que tiene su página en la historia de Karol Wojtyła, una página escrita con trabajo y oración. Así como la iglesia está construida sobre una roca, y esa roca es Pedro, queremos que el Centro se construya sobre una roca, sobre Pedro, cuyo nombre es Juan Pablo II. Su vida y muerte, santidad y cotidianeidad, actividad y oración son los cimientos sobre los que queremos construir con la ayuda de Dios. En este lugar queremos fortalecernos con su presencia espiritual, bucear  del tesoro de sus pensamientos, reflexiones, meditaciones y oraciones para encontrar en ello la verdad sobre Dios y sobre el hombre, así como la luz y ayuda en la vida personal y familiar, en la comunidad de la Iglesia y de la nación.»



Un poco antes, el 11 de octubre de 2008, durante la ceremonia oficial de inicio de la construcción del Centro de Juan Pablo II, «¡No tengáis miedo!» en Białe Morza, el Metropolitano de Cracovia, dirigiéndose a los invitados reunidos, inició una nueva etapa con las palabras: «¡Por lo tanto, en el nombre de Dios!».

Así, después de casi dos años de preparativos, en 2010 comenzó la construcción del Centro pontificio, realizado según el concepto y diseño del arquitecto de Cracovia Andrzej Mikulski.

El estatuto de la institución establece que el Centro pontificio es un lugar de diálogo, difusión y desarrollo creativo de legado de Juan Pablo II. Está diseñado para promover la espiritualidad del Papa y actuar en el campo de la ciencia y la educación. Desde 2006, el presidente de todo el complejo fue el prelado Jan Kabziński, quien en 2011 también fue nombrado custodio del Santuario de Juan Pablo II.



El prelado Jan Kabziński dirigió la construcción del complejo del Centro papal en Białe Morza de Cracovia, que incluye las siguientes instalaciones: el Santuario de San Juan Pablo II, el Centro de Voluntariado, el Instituto de Juan Pablo II, la torre de observación y el edificio del Museo con la sección de conferencias y la casa de peregrinos. Además de las instalaciones, se creó un extenso parque, tambien infantil, aparcamientos e infraestructura vial en más de 20 ha de terreno baldío, lo que permitió una muy buena comunicación con todos los puntos de la ciudad. El largamente esperado Puente de la Misericordia se construyó entre el Santuario de Łagiewniki y el Centro de Juan Pablo II,  conectando los lugares de culto, así como una parada de ferrocarril construida para dar servicio a ambos santuarios. Actualmente, gracias a la colaboración con la ciudad, después de muchos años hemos logrado iniciar la construcción de la ruta de Łagiewniki, que complementa las inversiones de transporte.

Gracias a las actividades del P. Kabziński, quien desde 2011 fue el primer custodio del Santuario de San Juan Pablo II, el culto al Santo Papa se desarrolló aquí, por lo que el santuario se ha convertido recientemente en el lugar de culto del Papa polaco más grande del mundo.

En 2016, durante la Jornada Mundial de la Juventud, el Papa Francisco visitó el santuario junto con más de 2 millones de jóvenes de todo el mundo que rindieron homenaje a San Juan Pablo II. Durante todos estos años, las actividades pastorales en el santuario se han desarrollado de forma muy dinámica, también gracias a los muchos servicios iniciados por el P. Kabziński. La oración más extendida en honor a San Juan Pablo II, desde la existencia del santuario reúne cada 22 del mes a miles de fieles peregrinos de toda Polonia para rendir homenaje a San Juan Pablo II y participar en la llamada Procesión de la Luz inspirada en la procesión de las velas. Se reúnen también muchos grupos en torno a las enseñanzas y pensamientos de San Juan Pablo II.

En nombre de todas las personas unidas en torno a la idea del Centro de Juan Pablo II: amigos del Centro pontificio, donantes y colaboradores, queremos expresar nuestra gratitud al Prelado por el gran trabajo que ha realizado, el gran compromiso y esfuerzo puesto en la creación y desarrollo del Centro, así como el cuidado excepcional por la conservación de la memoria de San Juan Pablo II en Polonia y en todo el mundo.

A partir del 1 de julio de 2018, la función de custodio fue asumida por el P. Mateusz Hosaja, que anteriormente servía como capellán y educador de jóvenes, entre los años 2012 y 2016 fue Prefecto (formador de seminaristas) en el Seminario Mayor de la Arquidiócesis de Cracovia, y luego entre los años 2017-2018 fue vicerrector. Desde el 8 de mayo de 2020, fue incluido en el grupo de Canónigos del Capítulo Catedralicio. El 11 de abril de 2019, el P. Mateusz Hosaja fue nombrado presidente de la Junta Directiva del Centro de Juan Pablo II «¡No tengáis miedo!».

Una de las muchas dimensiones de las actividades del Centro papal fue la oración persistente por la beatificación y canonización del Papa polaco. Entre los años 2006 y 2011, se celebraron las Santas Misas con esta intención cada primer domingo de mes en la Iglesia de San Pedro y San Pablo, que reunieron a muchos amigos y adoradores de Juan Pablo II. Después de las misas, hubo conciertos organizados con la participación de muchos artistas destacados, incluidos solistas famosos, coros y orquestas sinfónicas de toda Polonia.

El acto culminante de las actividades del Centro fue la beatificación de su gran Patrón que inició una nueva dimensión de la actividad del Centro pontificio: el 11 de junio de 2011, el Card. Stanisław Dziwisz, después de la beatificación del Papa polaco, erigió el Santuario de Juan Pablo II en Białe Morza, que se convirtió en el corazón del Centro papal. También hubo oraciones por su inminente canonización, que tuvo lugar el Domingo de la Misericordia, 27 de abril de 2014.

Gracias a los donantes de Polonia y del extranjero, en la primera etapa de la inversión, además de la Iglesia Inferior inaugurada en el año de la beatificación (2011), se crearon otras dos instalaciones: el Centro de Voluntariado y el Instituto de Juan Pablo II, actualmente la sede del Instituto del Diálogo Intercultural.

La inauguración y bendición de la Iglesia Superior (en 2013) fue parte de la segunda etapa de la inversión, que también incluyó la construcción de una torre de observación.

El 16 de octubre de 2016, en el aniversario de la elección del Card. Wojtyła a Obispo de Roma, su secretario personal y entonces metropolitano de Cracovia, el Card. Stanisław Dziwisz, consagró el templo dedicado a Juan Pablo II.

También fue histórica la visita del Papa Francisco, que el 30 de julio de 2016 celebró la Santa Misa junto a las reliquias de San Juan Pablo II.

Últimamente se ha finalizado la construcción del complejo del museo, en el que está prevista una exposición que reflejará los mensajes más importantes que dejó San Juan Pablo II. En el futuro, gracias a la amabilidad de los donantes, se construirán nuevas instalaciones en el Centro papal en Białe Morza: un Centro de Conferencias, una Casa de Peregrinos y un Centro de Retiro y un Centro de Rehabilitación.