Continúan las
discusiones y debates acerca de parte del contenido de la Exhortación
Apostólica postsinodal del Papa Francisco titulada Amoris Laetitia, sobre el amor en la familia. Podemos estar de
acuerdo o no con las dudas y/o correcciones; no obstante es interesante que
se haya generado este debate pues nos ayuda a reflexionar y hablar sobre la
familia, el amor, el matrimonio y la Iglesia, temas actuales de hoy y de
siempre.
Andrea Tornielli ha
entrevistado al filósofo Rocco Buttiglione, profundo conocedor del pensamiento
de Juan Pablo II. En esta entrevista con Vatican Insider reflexiona y “desmenuza (discutiéndolas) las
acusaciones de los firmantes de la «correctiofilialis»”
(Publico aquí solo una parte (tres preguntas) e invito a
leer el resto (son siete las preguntas – 7 «herejias») en la página oficial de
Vatican Insider)
¿Qué piensa sobre la
«correctio filialis» enviada al Papa y sobre el grupo de estudiosos que hace afirmaciones
tan duras sobre el sucesor de Pedro?
Jesús no escribió un
manual de metafísica y mucho menos de teología. Se encomendó a un grupo de
hombres y después a uno, Pedro. Les prometió la asistencia del Espíritu Santo.
Aquí, un grupo de hombres se erigen en jueces por encima del Papa. No exponen
objeciones, no discuten. Juzgan y condenan. ¿Quién les autorizó a constituirse
en jueces por encima del Papa?
Después de su
publicación, algunos de los que firmaron el documento afirmaron que nunca
habían dicho que el Papa fuera un hereje. ¿Se deduce esto al leer el texto?
Leamos el texto: “nos
vemos obligados a dirigir una corrección a Su Santidad, a causa de la
propagación de herejías ocasionada por la Exhortación apostólica «Amoris
laetitia» y por otras palabras, hechos y omisiones de Su Santidad”. Si esta no
es una acusación de herejía, yo no sé qué es. Los que firmaron el documento que
dicen que nunca afirmaron que el Papa fuera un hereje no leyeron el texto que
firmaron.
Antes de entrar
detalladamente en las 7 «herejías», me gustaría detenerme sobre el lenguaje
utilizado: se hacen afirmaciones («propositiones») dando a entender que el Papa
las escribió, dijo o sostuvo: en realidad ninguna de ellas ha sido afirmada por
Francisco. ¿Es correcto el método?
No, no es un método
correcto. Las proposiciones no resumen correctamente el pensamiento del Papa.
Pongamos un ejemplo: en la segunda proposición atribuyen al Papa la afirmación
de que los divorciados que se han vuelto a casar y que permanecen en ese estado
«con absoluta advertencia y deliberado consenso» están en la gracia de Dios. El
Papa dice otra cosa: en algunos casos un divorciado que se ha vuelto a casar y
permanece en tal estado sin plena advertencia y deliberado consenso puede estar
en la gracia de Dios.
¿Por qué es tan
significativo este ejemplo?
Los críticos comienzan
sosteniendo que en ningún caso un divorciado que se ha vuelto a casar puede
estar en la gracia de Dios. Y luego algunos (yo, por ejemplo) les han recordado
que para tener un pecado mortal es necesaria no solo una materia grave (y el
adulterio es ciertamente materia grave de pecado), sino también de plena
advertencia y deliberado consenso. Ahora parece que se echan para atrás:
incluso ellos han comprendido que en algunos casos el divorciado que se ha
vuelto a casar puede estar exento de culpa debido a atenuantes subjetivos (la
falta de la plena advertencia y del deliberato consenso). ¿Qué hacen para
encubrir la retirada? Le atribuyen al Papa la afirmación de que el divorciado
que se ha vuelto a casar que permanezca en su situación con plena advertencia y
deliberado consenso sigue estando en estado de gracia. Esta falsificación de la
postura del Papa, a la que se ven obligados, indica cuán desesperada es su
situación desde el punto de vista lógico. Admiten implícitamente que hay
algunas situaciones en las que el divorciado que se ha vuelto a casar puede
recibir la Comunión, pero toda la revuelta contra «Amoris laetitia» nació de un
rechazo visceral frente a esta posibilidad.
La Iglesia, cuando
condenaba proposiciones juzgadas heréticas, siempre era muy precisa en
establecer qué se hubiera dicho y las intenciones de aquel que lo había dicho.
En este caso no ha sido así…
A los correctores les
gusta convertirse en un Nuevo Santo Oficio, pero evidentemente no conocen los
procedimientos…
Hablando sobre las 7
«herejías» atribuidas al Pontífice, se ve que giran alrededor del punto de la
comunión a los divorciados que se han vuelto a casar. ¿Son fundadas en su
opinión?
La primera corrección
atribuye al Papa la afirmación de que la gracia no es suficiente para
permitirle al hombre evitar todos los pecados. El Papa dice, con toda
evidencia, muy otra cosa: la cooperación del hombre con la gracia a menudo es
insuficiente y parcial. Por ello no logra evitar todos los pecados. La
cooperación con la gracia, además, se desarrolla en el tiempo. Cuando el hombre
comienza a moverse hacia la salvación lleva consigo una carga de pecados de los
que se liberará poco a poco. Por ello una persona que no logra llevar a cabo
por completo las obras de la ley puede estar en la gracia de Dios. Es la noción
del pecado venial.
De la segunda ya hemos
hablado. Vayamos a la tercera…
La tercera corrección
atribuye al Papa la afirmación de que se puede conocer el mandamiento de Dios y
violarlo y, a pesar de ello, permanecer en la gracia de Dios. También en este
punto el Papa dice, con toda evidencia, otra cosa: es posible conocer las
palabras del mandamiento y no comprenderlas o reconocerlas en su verdadero
significado. El cardenal Newman distinguía entre comprender la noción (he
comprendido el sentido verbal de una proposición) y la comprensión real (he
comprendido qué significa para mi vida). Algo semejante dice también Santo
Tomás, cuando habla del error en buena fe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario