(El Papa Juan Pablo II en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, México, 1999)
El pasado 28 de mayo la
Iglesia celebró la memoria litúrgica de
San Luis María Grignion de Montfort, el santo inspirador del lema de San Juan Pablo II
Totus Tuus
Transcribo aqui una parte del texto de Don y Misterio, libro autobiográfico del
Papa Juan Pablo II, donde se refiere a su re-descubrimiento de la Madre de Dios
cuando ya vivía en Cracovia.
“Cuando me encontraba en Cracovia, en el barrio
Debniki, entré en el grupo del "Rosario vivo'', en la parroquia salesiana.
Allí se veneraba de modo especial a María Auxiliadora. En Debniki, en el
período en el que iba tomando fuerza mi vocación sacerdotal, gracias también al
mencionado influjo de Jan Tyranowski, mi manera de entender el culto a la Madre
de Dios experimentó un cierto cambio. Estaba ya convencido de que Maria nos
lleva a Cristo, pero en aquel período empecé a entender que también Cristo nos
lleva a su Madre. Hubo un momento en el cual me cuestioné de alguna manera mi
culto a María, considerando que éste, si se hace excesivo, acaba por
comprometer la supremacía del culto debido a Cristo. Me ayudó entonces el libro
de San Luis María Grignion de Montfort titulado "Tratado de la verdadera
devoción a la Santísima Virgen''. En él encontré la respuesta a mis dudas.
Efectivamente, María nos acerca a Cristo, con tal de que se viva su misterio en
Cristo. El tratado de San Luis María Grignion de Montfort puede cansar un poco
por su estilo un tanto enfático y barroco, pero la esencia de las verdades teológicas
que contiene es incontestable. El autor es un teólogo notable. Su pensamiento
mariológico está basado en el Misterio trinitario y en la verdad de la
Encarnación del Verbo de Dios.
Comprendí entonces por qué la Iglesia reza el
Ángelus tres veces al día. Entendí lo cruciales que son las palabras de esta
oración: "El Ángel del Señor anunció a María. Y Ella concibió por obra del
Espíritu Santo... He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu
palabra... Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros..." ¡Son
palabras verdaderamente decisivas! Expresan el núcleo central del
acontecimiento más grande que ha tenido lugar en la historia de la humanidad.
Esto explica el origen del Totus Tuus. La expresión deriva de San Luis María
Grignion de Montfort. Es la abreviatura de la forma más completa de la
consagración a la Madre de Dios, que dice: Totus tuus ego sum et omnia mea Tua
sunt. Accipio Te in mea omnia. Praebe mihi cor Tuum, Maria.
De ese modo, gracias a San Luis, empecé a descubrir
todas las riquezas de la devoción mariana, desde una perspectiva en cierto
sentido nueva. Por ejemplo, cuando era niño escuchaba "Las Horas de la
Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María'', cantadas en la iglesia
parroquial, pero sólo después me di cuenta de la riqueza teológica y bíblica
que contenían. Lo mismo sucedió con los cantos populares, por ejemplo con los
cantos navideños polacos y las Lamentaciones sobre la Pasión de Jesucristo en
Cuaresma, entre las cuales ocupa un lugar especial el diálogo del alma con la
Madre Dolorosa.”
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