Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

martes, 26 de febrero de 2019

Sebastián Zagari la habla a la PJL de la JMJ 2019


El Padre Sebastián Zagari, de Argentina, nos relata su #ExperienciaJMJ para la Pastoral Juvenil Latinoamericana!
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Somos un grupo de 25 peregrinos de la diócesis de San Nicolás de los Arroyos, en la Argentina, que tuvimos la gracia de participar en la JMJ Panamá 2019. Nosotros viajamos, lógicamente, con emoción y expectativas, pero lo que nos encontramos allá superó completamente esas expectativas nuestras y el amor de Dios se hizo presente en cada una de las personas que nos recibió…



Primero tuvimos la experiencia de los Días en las Diócesis, que la vivimos en Costa Rica, en la diócesis de Cartago, donde se encuentra la basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, corazón espiritual del país. Y dentro de la diócesis fuimos recibidos en un pueblo rural llamado Cipreses, que tiene como patrona a la misma Virgen de los Angeles, y donde las familias que nos alojaron, la comunidad parroquial y todo el pueblo en general nos dieron una bienvenida inolvidable y nos hicieron sentir en casa, abriéndonos con gran sencillez las puertas de su corazón… Esos días tan hermosos compartidos con nuestros hermanos de Cipreses fueron la mejor preparación espiritual que hubiéramos podido tener para vivir después la JMJ…
La vivencia en Panamá no se quedó atrás: también allá fuimos recibidos, dentro de la parroquia Nuestra Señora de la Esperanza, en casas de familia… ¡y nos sentimos realmente en familia! Esos días el encontrarnos con tantos hermanos de todas partes del mundo, especialmente de nuestra América Latina, nos fortalecieron en la fe, esa fe que en los días de la JMJ se vivió y se celebró con tanta fuerza y alegría. La emoción de estar con el Papa Francisco, nuestro compatriota, que tiene la misión de confirmarnos en la fe como Sucesor de Pedro, nos llegó al corazón. Su presencia fue para nosotros un testimonio vivo de la alegría del Evangelio. Su palabra, profunda y a la vez tan cercana, nos hizo sentir la presencia de Jesús, que nos ama y así nos salva; y nos animó a imitar a María, dando también nuestro sí a lo que Dios nos pida, abrazando la vida como viene y acercándonos a nuestros hermanos que más sufren.
Estos días en Costa Rica y en Panamá nos fortalecieron mucho en la fe, nos llenaron de alegría, y nos hicieron tener una maravillosa experiencia del amor de Jesús y de la Iglesia como familia, Iglesia que en estos días la sentimos joven y llena de vida. Y si algo especial tuvo esta JMJ fue la calidez y el amor del pueblo que nos recibió. ¡Gracias Costa Rica y Panamá! ¡Gracias hermanos en la fe! ¡Gracias querido Santo Padre!
Padre Sebastián Zagari

jueves, 21 de febrero de 2019

Padre Ernesto Cardenal

Acabo de regresar de vacaciones del sur. Estar sin conexión o muy esporádica, me ha imposibilitado escribir en el blog. Comienzo con esta publicación de Sebastian Zagari.


Los medios, a veces,  no nos cuentan toda la verdad de la historia y tratan de llamar la atención convirtiendo noticias en bombas mediáticas.  Lo ocurrido con el Padre Ernesto Cardenal fue en su momento un episodio triste  de la primera visita de Juan Pablo II a Nicaragua. Sebastián Zagari analiza brevemente aquel entorno y la situación actual. Con su permiso copio lo que el publicara en su página de Facebook..

“En estos días se habló mucho del Padre Ernesto Cardenal, sacerdote nicaragüense que aparece en estas dos fotos: una de 1983, frente al Papa San Juan Pablo II; otra de 2019, frente al Nuncio del Papa Francisco.


En 1983 participaba del gobierno revolucionario sandinista presidido por Daniel Ortega, gobierno que recibió a Juan Pablo II en Nicaragua en uno de sus viajes más difíciles, donde el Papa sintió que no pudo encontrarse realmente con el pueblo (así lo dijo cuando volvió a Nicaragua en 1996). En ese momento, al llegar al país, el Papa lo llamó a regularizar su situación con la Iglesia, ya que siendo sacerdote no podía y no debía participar de ese gobierno. Como continuó en esa postura, fue suspendido del ministerio algunos meses después.
En 2019, el padre Ernesto Cardenal, ya con 94 años y muy enfermo, y todavía suspendido del ministerio, recibió la visita del Nuncio del Papa en Nicaragua y pidió, ahora sí, que le sean levantadas las censuras, algo que le fue concedido por el Papa Francisco y, por esa razón, en la segunda foto, está concelebrando la Misa en el hospital, por primera vez después de más de 30 años. Por otro lado, el mismo sacerdote en los últimos años ha sido muy claro y muy duro denunciando como dictadura el actual gobierno del mismo Daniel Ortega, que una vez más está al frente del país con una violencia que está devastando Nicaragua.
Me llamó la atención que algunos medios han usado esta noticia para contraponer a los dos Papas como si pusieran de manifiesto dos Iglesias distintas y opuestas. De hecho lo consulté con hermanos de Nicaragua y me compartían que esta errónea interpretación mediática no se dio tanto en su país, donde naturalmente conocen la propia historia, pero sí en los medios internacionales, a los cuales les resulta más fácil manipular la noticia.
En una época en la que el Santo Padre nos habla tanto del discernimiento de cada situación, no me resulta difícil ver un mismo espíritu en las decisiones de los dos Papas, decisiones realizadas en momentos diferentes, muy separados en el tiempo, y en circunstancias completamente diferentes la una de la otra. El Papa Juan Pablo, en aquel momento, corrigiendo a un sacerdote que había equivocado el camino, confundiendo la propia misión y el modo adecuado de involucrarse en la transformación de la realidad social, corrigiéndolo pensando en el bien de este sacerdote. El Papa Francisco, en este momento, concediéndole al final de su vida
la plena reconciliación con la Iglesia, pensando también en el bien de este sacerdote. En definitiva, tanto en 1983 como en 2019, es Pedro el que actúa, de acuerdo a la realidad del momento, cumpliendo su misión de confirmar en la fe.
Me alegra ver al padre Ernesto Cardenal concelebrando la Eucaristia nuevamente, como sacerdote de Cristo, al final de su vida. Me alegra haber tenido a un Papa grande y santo como Juan Pablo II guiando a la Iglesia por 27 años. Y me alegra también tener hoy al Papa Francisco llevando a la Iglesia por los caminos que el Espíritu nos pide en este tiempo. Contraponer a uno y otro es fruto de una mirada miope, que lee la historia reciente de la Iglesia tal vez sólo desde una visión sociológica bastante pobre, pero deja de lado la mirada de fe. Como decía otro Sucesor de Pedro, "no perdamos nunca esta visión de fe, que es la única visión verdadera del camino de la Iglesia y del mundo".

Sebastian Zagari  
(Invito visitar su FB)