Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

martes, 31 de octubre de 2023

La pequeña luz del sínodo en la hora oscura del mundo - Andrea Tornielli


Para una humanidad al borde del abismo, lo que ha sucedido en las últimas cuatro semanas en Roma es un signo de esperanza. Y señala el camino de una Iglesia misionera que, aplicando por fin el Concilio Vaticano II, no tiene miedo de las novedades sugeridas por el Espíritu Santo.

En un mundo en llamas, al borde del abismo de un nuevo conflicto mundial; en un mundo marcado por la incapacidad de escuchar y por el odio que fomenta las guerras y la violencia reflejada también en el continente digital, que cuatrocientas personas se hayan reunido durante un mes lejos de casa para rezar, escucharse, debatir es sin duda una noticia. La Iglesia sinodal en la que insiste hoy el Papa Francisco representa una pequeña semilla de esperanza: todavía es posible dialogar, acogerse, dejando de lado el protagonismo del propio ego para superar polarizaciones y llegar a consensos ampliamente compartidos. Vivimos una hora oscura, una hora en la que las guerras y el terrorismo, que masacran civiles y masacran niños, se sostienen con el puntal de la violencia verbal y el pensamiento único. Una hora oscura en la que incluso "paz", "diálogo", "negociación" y "alto el fuego" se han convertido en palabras impronunciables. Una hora oscura marcada por la falta a todos los niveles -empezando por los gobiernos y las clases dirigentes- de valor, previsión y creatividad diplomática.

En efecto, hay una oración a la que aferrarse. Hay, en efecto, una voz profética capaz de alzarse y elevarse por encima de intereses, ideologías y partidismos que hay que apoyar y seguir: la del Obispo de Roma. En el mundo en llamas, el sínodo celebrado este mes de octubre representa una pequeña semilla, que esperamos esté preñada de consecuencias para el futuro de la Iglesia y de toda la humanidad.

Wanda Poltawska: Funerales - condolencias del Papa Francisco


 En la basílica de Santa María de Cracovia se están celebrando los funerales de Wanda Półtawska , médica, defensora de la vida, testigo de la historia, amiga y colaboradora de Juan Pablo II, fallecida a la edad de casi 102 años.

Notificado de su muerte, el Papa Francisco expresó palabras de condolencia y  bendiciones para los familiares y seres queridos de la fallecida y para los participantes en su último adiós.

 

“El valor de la vida. Lo valoró desde los años de su juventud, que coincidieron con el período trágico de la Segunda Guerra Mundial, lleno de violencia y muerte", escribió el Papa, recordando el encarcelamiento de la joven Wanda por la Gestapo, el campo de concentración y los "brutales experimentos médicos" que llevó a cabo. "Dejó una huella en ella, que perdurará hasta el final de su vida".  "Las experiencias dolorosas no destruyeron su humanidad, sino que se convirtieron en una gran inspiración para defender activamente la dignidad de la vida humana", se lee en un telegrama de condolencia enviado por la Secretaría de Estado de la Santa Sede. "Como esposa y madre, como psiquiatra y profesora universitaria, inculcó en los demás el amor y el respeto por la existencia humana, desde la concepción hasta la muerte natural", dice la carta.

 

Francisco recuerda también la cooperación de Wanda Półtawska con Karol Wojtyła, Juan Pablo II, recordando el término "hermana" que le confirió el Papa polaco. "Ella fue una de sus expertas en el campo de la defensa de la vida, de la dignidad del matrimonio y de la familia, de lo que derivaron muchas iniciativas pastorales y su amistad espiritual e intelectual", escribe.

 

El Papa destaca también la influencia de Wanda Półtawska en el círculo de médicos, matrimonios jóvenes, novios, sacerdotes y personas consagradas a través de sus conferencias sobre medicina pastoral en el Instituto Juan Pablo II de la Universidad Lateranense y su organización y participación en la labor de Instituto de Teología de la Familia PAT (hoy Universidad Pontificia Juan Pablo II), en Cracovia.

 

Fuente: EKAI

viernes, 27 de octubre de 2023

Wanda Poltawska, fiel amiga de Karol Wojtyla/Juan Pablo II, descansa en paz!

 


El 25 de octubre pasado, a la edad de 101 años (cumpliría 102 el próximo  2 de noviembre)  falleció la profesora Wanda Półtawska, fiel amiga de Juan Pablo II.

 

Wanda Wojtasik Półtawska  nació el 2 de noviembre de 1921 en Lublin y fue educada en la escuela de las  Hermanas Ursulinas en Lublin- De niña se convirtió en exploradora y durante la Segunda Guerra Mundial se unió a la lucha clandestina. Arrestada por la Gestapo el 17 de febrero de 1941, fue puesta bajo custodia en el castillo de Lublin, luego   transportada al campo de concentración para mujeres en Ravensbrück.  Alli fue una de las 74 mujeres polacas  sometidas a operaciones pesudomédicas.  Antes del final de la guerra, fue llevada al campo de Neustadt-Glewe, donde permaneció hasta el 7 de mayo de 1945.  

Habiendo pasado por el infierno de  prisiones y  campos de concentración no claudicó y en ese crisol de sufrimiento y humillación maduró en  amor y servicio – comentó el cardenal Stanisław Dziwisz con motivo de su centenario. 

En el otoño de 1945 comenzó sus estudios de medicina en la Universidad Jaguellonica y en 1964 obtuvo su doctorado en psiquiatrìa. El 31 de diciembre de 1947 se casó con Andrzej Półtawski.  Se desempeño como profesora académica y en 1967 organizó el Instituto de Teología de la Familia en la Facultad Pontificia de Teología de Cracovia y lo dirigió durante 33 años

Esposa, madre de cuatro hijas, médico y profesora se dedicó con alma y vida a la gran causa de defensa la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural.  Enseño con la palabra, integridad de vida y actitud firme, sin ceder ante las autoridades durante la dictadura comunista.

Trabajó  en estrecha colaboración con el cardenal arzobispo metropolitano de Cracovia, Karol Wojtyla, a quien conoció en la década de 1950,  enseñando simultáneamente medicina pastoral en Cracovia y más tarde en el Instituto Juan Pablo II de la Universidad Lateranense de Roma (1981-1984). Su larga amistad condujo a una estrecha cooperación e intercambio de correspondencia. – Su amistad y vínculo espiritual resultaron en bondades que enriquecieron a la Iglesia.  No hace falta agregar cuánto apreció Juan Pablo II la integridad, el pensamiento sabio, la experiencia y su compromiso apasionado por  los grandes temas del hombre, la familia y la sociedad – expresó  cardenal. Stanisław Dziwisz.

 

Fue miembro de la Pontificia Academia de la Vida. Recibió la medalla papal "Pro Ecclesia et Pontificie" y el presidente Andrzej Duda le concedió la Orden del Águila Blanca.

Participó en la campaña para conmemorar a las víctimas del campo de Ravensbrück y  en los trabajos de la Comisión para la Investigación de los Crímenes Nazis en Polonia. – “Mi preocupación es que los jóvenes sean humanos, porque en mi vida he conocido a hombres y mujeres inhumanos. La guerra ha terminado, pero sus efectos aún persisten. El más terrible de ellos es la subvaloración de la vida, que vemos en las tragedias del aborto y la eutanasia” escribió en una carta abierta sobre la memoria de las víctimas de Ravensbrück.

 Concédele Señor el descanso eterno, y que brille para ella la luz perpetua.  

Fuente: EKAI  

Invito visitar posts etiquetados Poltawska 

y los articulos:

GiampaoloMattei en Vatican News

Wlodzimierz Redzioch: Poltawska: una luchadora contra el aborto y su triste cumpleaños 

Giacomo Galeazzi: Wanda Poltawska, 55 años de amistad con el Karol Wojtyla


jueves, 26 de octubre de 2023

Juan Pablo II y el celibato

 


(…)

La vida con Jesús fue para San José un continuo descubrimiento de su propia vocación de padre. Habia llegado a serlo de un modo extraordinario, sin dar el cuerpo a su Hijo. ¿No es quizá la realización de la paternidad que se nos propone como modelo a nosotros, sacerdotes y obispos? Todo cuanto hacia en mi ministerio lo vivía como manifestación de esa paternidad: bautizar, confesar, celebrar la Eucaristía, predicar, exhortar, animar eran para mí siempre una realización de la misma paternidad.

 

Hay que pensar en la casa  construida por San José para el Hijo de Dios, especialmente cuando se habla del celibato sacerdotal y episcopal.

 

 El celibato da la plena posibilidad de realizar este tipo de paternidad: una paternidad casta, consagrada totalmente a Cristo y a su Madre Virgen. El sacerdote, libre de preocupaciones personal por su familia, puede dedicarse con todo el corazón a la misión pastoral. Se entiende por tanto la firmeza con que la Iglesia de rito latino ha defendido la tradición del celibato para sus sacerdotes, resistiéndose a las presiones que ha sufrido a lo largo de la historia., Es una tradición exigente, pero que se ha mostrado sumamente fecunda en frutos espirituales, si bien causa ciertamente alegría constatar que también el sacerdocio de casados en la iglesia católica oriental ha dado optimas pruebas de celo pastoral.  Especialmente en la lucha contra el comunismo, los sacerdotes orientales casados no han sido menos heroicos que sus colegas célibes, como hizo observar una vez el cardenal Josyf Slipyj.

Conviene subrayar que hay profundas razones teológicas a favor del celibato. La encíclica, Sacerdotaliscaelibatus, publicada en 1967 por mi venerado predecesor Pablo VI, las sintetiza del modo siguiente:

 

-        Hay sobre todo un motivo cristológico: constituido  Mediador entre el Padre y el género humano, Cristo permaneció célibe para dedicarse totalmente al servicio de Dios y de los hombres. Quien tiene la suerte de participar en la dignidad y en la misión de Cristo esta llamado a compartir también esta entrega total.

-        Hay además un motivo eclesiológico: Cristo ha amado a la Iglesia, ofreciéndose a si mismo del todo por Ella para hacerla una Esposa gloriosa, santa e inmaculada. Con la elección del celibato, el ministro sagrado hace suyo este amor virginal de Cristo por la Iglesia, recibiendo de el fuerza sobrenatural y fecundidad espiritual.

-         Hay por fin, un motivo escatológico: después de la resurrección de los muertos, dijo Jesús, ni ellos tomaran mujer, ni ella marido, sino que serán como ángeles en el cielo (Mt 22,30) El celibato del sacerdote anuncia la venida de la salvación en los últimos tiempos y, en cierto modo,  anticipa la consumación del reino, afirmando los valores supremos que un día resplandecerán en todos los hijos de Dios.

 

En el intento de oponerse al celibato, se esgrime a veces la soledad del sacerdote, la soledad del obispo. Basándome en mi experiencia, rechazo decididamente tal argumento. Personalmente nunca me he sentido solo. Además de la convicción de la cercanía del Señor, también humanamente he tenido siempre en torno a mí a muchas personas, he cultivado numerosas relaciones cordiales con sacerdotes – arciprestes, párrocos, vicarios parroquiales – y con laicos de todas las categorías.

 

(Juan Pablo II ¡Levantaos!¿Vamos!  pp 126/28,  Editorial Sudamericana, 2004)

 

domingo, 22 de octubre de 2023

22 de octubre San Juan Pablo II

 


Hoy 22 de octubre,   celebramos la memoria litúrgica de San Juan Pablo II;  recordamos también la fecha de  inicio de su pontificado y la fuerza y potencia  de sus palabras en la homilia en la Santa Misa  

¡Hermanos y hermanas! ¡No tengáis miedo de acoger a Cristo y de aceptar su potestad!

¡Ayudad al Papa y a todos los que quieren servir a Cristo y, con la potestad de Cristo, servir al hombre y a la humanidad entera!

¡No temáis! ¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo!

Abrid a su potestad salvadora los confines de los Estados, los sistemas económicos y los políticos, los extensos campos de la cultura. de la civilización y del desarrollo. ¡No tengáis miedo! Cristo conoce «lo que hay dentro del hombre». ¡Sólo El lo conoce!

En esta fecha tan especial no podría agregar nada más que un infinito e insondable GRACIAS, gracias por todo lo vivido y que me ha sido dado – un don extraordinario - durante estos últimos años a partir de la partida de nuestro querido santo. Parecería extraño, pero fue así que a partir de la partida se me abrió todo un mundo y todo se fue dando de manera extraña, casi inconcebible. Mi viaje a Roma en 2005, mis primeros contactos con el sitio oficial de la Causa de Beatificación y Canonización de Juan Pablo II con la traducción de la Oración al esloveno – primer eslabón –   mi colaboración con la revista, las valiosas amistades forjadas  y tantos momentos y experiencias.  

 Todo,  o casi todo ha sido volcado en este blog (y en mis otros dos: Encíclicas  – ya terminando con la ultima;  y Pensamientos  - algo olvidado, pero en cuanto concluya Enciclicas lo retomaré.

A quien interese invito visitar los posts etiquetados (me disculpo, pues seguramente algo se sobrepone en los etiquetados. Fui aprendiendo con el tiempo):

Causa Beatificacion y Canonización JPII

Diario Canonización 

Diario Roma beatifiación 

1 de mayo 2011 


 


 

 

 

martes, 17 de octubre de 2023

Karol Wojtyla: «Emilia, mi madre»

 


En una habitación del Palacio Apostólico, junto a su cama Juan Pablo II atesoraba una fotografía con marco de plata de sus padres, tomada poco después de su boda. La fotografía le fue regalada después de su elección y  le acompañó durante todo su pontificado, al igual que el relicario de su madre grabado con un trébol. Estos dos objetos le recordaban a ella. Eran un signo de unión espiritual, de anhelo y también del respeto y la gratitud que sentía no sólo por su propia madre, sino por todas las mujeres.

Un recuerdo recurrente

Karol Wojtyla conservaba un recuerdo “bastante vago” de su madre. Sin embargo, era consciente de su contribución a su educación religiosa. Confesó que el misterio de la fe “le fue enseñado por las manos de su madre, que –doblando las manitas de un niño para rezar– le mostró cómo dibujar la cruz, el signo de Cristo…”. (Wadowice, 1991). También era consciente que su madre “no vivió para ver el día de su primera comunión”. Emilia murió el 13 de abril de 1929, es decir, más de un mes antes de la primera comunión de su hijo (25 de mayo); seguramente ambos hubieran deseado intensamente vivir ese dia juntos.

Karol recordaba, con tristeza,  a mamá  todo  una persona enferma que buscaba el consejo de los médicos, debilitada y a menudo acostada. Cuando Emilia murió, Karol (“Lolek”, nombre cariñosofamiliar) se encontraba en la escuela. El padre fue allí y pidió a uno de los profesores que le diera la triste noticia al niño. Juntos volvieron a casa. El funeral tuvo lugar tres días después, el 16 de abril, en Wadowice. Al día siguiente, el entierro tuvo lugar en el cementerio Rakowicki de Cracovia, en la tumba de la familia Kaczorowski.

El consuelo de la pérdida

Al día siguiente del funeral, el padre llevó a sus hijos en peregrinación al santuario mariano de Kalwaria Zebrzydowska, https://juanpablo2do.blogspot.com/search/label/Kalwaria

                                                                                                                                                                                                             y delante de la imagen de la Madre de Dios, dijo a Lolek, de nueve años: “Ahora será tu madre”… Con el tiempo, el vínculo con María se convirtió en su vida en una cura y un consuelo ante la pérdida de su madre. Sin embargo, el Papa reconoció que la pérdida de su madre no era sólo un triste recuerdo, sino una conciencia siempre presente e incluso creciente de ausencia, a pesar del paso de los años.

Así lo demuestra uno de los poemas de juventud de Karol Wojtyla, “Sobre ti, blanca tumba”, escrito en la primavera de 1939, dedicado a “Emilia, mi madre”.

Sobre tu blanca tumba, amor mio apagado,
florecen las flores blancas de la vida
– Oh, cuántos años han pasado
sin Ti – el espíritu alado –¿Cuántos años?

 

Sobre tu blanca tumba Madre,
cerrada desde hace tantos años
algo parece levantarse, desde mi amor filial,

Inexplicable como la muerte

 

Sobre la tumba blanca Madre  : una oración:

Dale a ella el reposo eterno.



 

 

Fuente: JPdoc.pl 

viernes, 13 de octubre de 2023

13 de octubre de 1917 El Milagro del sol en Fatima

 




Hoy recordamos aquel 13 de octubre de 1917 cuando la Virgen se apareció a los tres pastorcitos juntos por última vez, aparición presenciada por 70.000 testigos que vieron el “milagro del sol”, acontecimiento del cual se ocupó entonces toda la prensa y todos los periodistas, un milagro que sigue creando polémicas, pero un milagro que se sigue multiplicando en diversas partes del mundo durante celebraciones marianas o eucarísticas, creando inquietudes por una parte y fortalecimiento de la fe por otra.


También Mehmet Alí Agca al haber querido asesinar a Juan Pablo II había quedado atónito ante el desvió de las balas, se “sentía angustiado por el hecho que existían fuerzas que lo superaban” dice el cardenal Stanislaw Dziwisz en Una vida con Karol .

Inquietudes y angustia que se intuyen en nuestro mundo secularizado, en nuestra “dictadura del relativismo”, expresión del Papa Benedicto XVI” citada por el cardenal lituano Audrys Backis, en sus intenciones para la peregrinación que preside hoy en Fatima agradeciendo la libertad en su país pero sintiendo la necesidad de “rezar por Europa que está olvidando sus raíces cristianas…. Más que nunca, nosotros debemos implorar la Misericordia Divina, mensaje que nos dejó el Papa Juan Pablo II, el que tanto amó a la Virgen de Fátima”.

 

Durante su visita del año 2000 el Santo Padre le dono a la Virgen un regalo preciado : “Este anillo, con la efigie de Nuestra Señora y las palabras “Totus Tuus”, me lo dio el Cardenal Stefan Wyszynski, en los primeros días de mi Pontificado. Con mucha alegría, lo ofrezco a Nuestra Señora de Fátima en señal de mi profunda gratitud por la protección que me tiene concedida”, decía Juan Pablo II en Fátima un “Santuario impregnado del Papa Wojtyla” (Giuseppe De Carli) .

martes, 10 de octubre de 2023

El Rosario una oración orientada hacia la paz

 


“El Rosario es una oración orientada por su naturaleza hacia la paz, por el hecho mismo de que contempla a Cristo, Príncipe de la paz y «nuestra paz» (Ef 2, 14). Quien interioriza el misterio de Cristo –y el Rosario tiende precisamente a eso– aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida. Además, debido a su carácter meditativo, con la serena sucesión del Ave Maria, el Rosario ejerce sobre el orante una acción pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser, y a difundir a su alrededor, paz verdadera, que es un don especial del Resucitado (cf. Jn 14, 27; 20, 21).

Es además oración por la paz por la caridad que promueve. Si se recita bien, como verdadera oración meditativa, el Rosario, favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios, muestra también el rostro de Cristo en los hermanos, especialmente en los que más sufren. ¿Cómo se podría considerar, en los misterios gozosos, el misterio del Niño nacido en Belén sin sentir el deseo de acoger, defender y promover la vida, haciéndose cargo del sufrimiento de los niños en todas las partes del mundo? ¿Cómo podrían seguirse los pasos del Cristo revelador, en los misterios de la luz, sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada día? Y ¿cómo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado, sin sentir la necesidad de hacerse sus «cireneos» en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperación? ¿Cómo se podría, en fin, contemplar la gloria de Cristo resucitado y a María coronada como Reina, sin sentir el deseo de hacer este mundo más hermoso, más justo, más cercano al proyecto de Dios?

En definitiva, mientras nos hace contemplar a Cristo, el Rosario nos hace también constructores de la paz en el mundo. Por su carácter de petición insistente y comunitaria, en sintonía con la invitación de Cristo a «orar siempre sin desfallecer» (Lc 18,1), nos permite esperar que hoy se pueda vencer también una 'batalla' tan difícil como la de la paz. De este modo, el Rosario, en vez de ser una huida de los problemas del mundo, nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa, y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propósito de testimoniar en cada circunstancia la caridad, «que es el vínculo de la perfección» (Col 3, 14).”

(Juan Pablo II - de la Carta Apostolica Rosarium Virginis Mariae sobre el Santo Rosario)

 

lunes, 9 de octubre de 2023

Rosarium Virginis Mariae - el Santo Rosario

 


“Recitar el Rosario, en efecto, es en realidad contemplar con María el rostro de Cristo”

Magnificat anima mea Dominum!

 Octubre es el mes del Santo Rosario y “la Iglesia nos exhorta a reavivar en nuestro espíritu el amor a dicha plegaria mariana

 “El Rosario está compuesto por veinte "misterios" (acontecimientos, momentos significativos) de la vida de Jesús y de María, divididos desde la publicación de la Carta apostólica Rosarium Virginis Mariae, en cuatro "rosarios". El primer "rosario" comprende los misterios gozosos (lunes y sábado), el segundo los luminosos (jueves), el tercero los dolorosos (martes y viernes) y el cuarto los gloriosos (miércoles y domingo). «Esta indicación no pretende limitar una conveniente libertad en la meditación personal y comunitaria, según las exigencias espirituales y pastorales y, sobre todo, las coincidencias litúrgicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones» (Rosarium Virginis Mariae, n. 38).” (de El Santo Rosario – Los Santos Misterios )

En la Audiencia general del 16 de octubre de 2002 el Santo Padre Juan Pablo II anunciaba la carta apostólica Rosarium Virginis Mariae dedicada a la oración del Rosario y a su meditación, y proclamaba el "Año del Rosario" desde octubre de 2002 hasta octubre de 2003. Aclaraba que lo hacia por varios motivos, no solo porque era el vigésimo quinto año de su pontificado, “sino también porque se celebra el 120° aniversario de la encíclica Supremi apostolatus officio, con la que, el 1 de septiembre de 1883, mi venerado predecesor el Papa León XIII comenzó la publicación de una serie de documentos dedicados precisamente al Rosario. Hay, asimismo, otra razón: en la historia de los grandes jubileos existía la buena costumbre de que, después del Año jubilar dedicado a Cristo y a la obra de la Redención, se convocaba uno en honor de María, para implorar de ella la ayuda con el fin de hacer que fructificaran las gracias recibidas.”

También anunciaba que en la carta apostólica proponía añadir otros cinco misterios que habia llamado "misterios de la luz" y que “comprenden la vida publica del Salvador, desde el bautismo en el Jordán hasta el inicio de la Pasión” En la carta nos presente su experiencia personal, y es una guia en el rezo y la meditacion del Rosario.

“El Rosario - decía el Santo Padre - aunque se distingue por su carácter mariano, es una oración centrada en la cristología. En la sobriedad de sus partes, concentra en sí la profundidad de todo el mensaje evangélico, del cual es como un compendio.[2] En él resuena la oración de María, su perenne Magnificat por la obra de la Encarnación redentora en su seno virginal. Con él, el pueblo cristiano aprende de María a contemplar la belleza del rostro de Cristo y a experimentar la profundidad de su amor. Mediante el Rosario, el creyente obtiene abundantes gracias, como recibiéndolas de las mismas manos de la Madre del Redentor”



En la carta apostólica el Santo Padre nos confìa : “Esta oración ha tenido un puesto importante en mi vida espiritual desde mis años jóvenes.... me ha acompañado en los momentos de alegría y en los de tribulación. A él he confiado tantas preocupaciones y en él siempre he encontrado consuelo. Hace veinticuatro años, el 29 de octubre de 1978, dos semanas después de la elección a la Sede de Pedro, como abriendo mi alma, me expresé así: «El Rosario es mi oración predilecta. ¡Plegaria maravillosa! Maravillosa en su sencillez y en su profundidad. [...] Se puede decir que el Rosario es, en cierto modo, un comentario-oración sobre el capítulo final de la Constitución Lumen gentium del Vaticano II, capítulo que trata de la presencia admirable de la Madre de Dios en el misterio de Cristo y de la Iglesia.”

Invito visitar:

Documentos de los Pontífices sobre el Santo Rosario

El Santo Rosario

Maria en los Misterios gloriosos – catequesis de Juan Pablo