Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

viernes, 26 de febrero de 2021

Juan Pablo II un año dedicado a Maria – Rene Laurentin

 


 (preparando y  terminando mis posts dedicados a la Enciclica Redemptoris Mater en mi blog Las 14 Enciclicas de Juan Pablo II   me encontré con este articulo de Rene Laurentin que no encajaría directamente como post allí, pero no quiero dejarlo pasar reflexionando si algo asi no deberíamos hacer nosotros en la Argentina: una verdadera y profunda consagración a la Virgen Maria para que ella nos guie y ayude a encontrar el camino a la verdad y la justicia alejándonos de la corrupción y el egoísmo individual y político.  Transcribo solo una parte e invito a leer el artículo completo. Si no funciona el enlace googlear Un año de gracia con Maria hacia el año 2000 ¿Por qué? ¿Cómo?  Rene Laurentin ) :    

 El 1 de enero de 1987, en su homilía en la Basílica de San Pedro en Roma, el Papa Juan Pablo II anunciaba «un año dedicado a María» en preparación del bimilenario del nacimiento de Cristo en el año 2000: un año largo, que se abrió en la última Pentecostés, y que terminaria el 15 de agosto de 1988. La decisión fue inesperada, puesto que el Papa había rechazado insistentes peticiones en el sentido de que se dedicara un año a María por el bimilenario de su nacimiento. Pareció excluir esta solución, e invitar tan sólo a un largo Adviento con María hasta el año 2000. ¿Por qué? ¿Por qué esta nueva decisión repentina e imprevista?

En primer lugar, porque buena parte de la Iglesia permanecía insensible a este proyecto de un Adviento con María: ha movilizado sólo a algunas Iglesias (Polonia, Filipinas, Italia) y algunos cristianos. En nuestros países atlánticos del Norte, donde la moda sigue siendo la desmitologización y la crítica, la Virgen con frecuencia parece un mito: simpático, pero irreal. Muchos de nuestros contemporáneos entran en nuestras catedrales como los japoneses ultramodernos gustan de pasear en los jardines sintoistas, sin creer ya en esa religión de sus antepasados. Si el Papa ha decidido un Año con María, no se trata en modo alguno de un «particularismo polaco», como se ha dicho, sino de invitarnos a entrar en una experiencia maravillosamente rica, acreditada desde hace siglos. Se trata, sin lugar a dudas, de su experiencia personal: cuando era trabajador forzoso en la fábrica Solvay, en Cracovia, el joven Karol Wojtyla leía, en los descansos, el Tratado de la verdadera devoción a María, de Grignion de Montfort. E hizo entonces su consagración a María. Esa es la fuente principal de su vitalidad espiritual y de su acción maravillosa en condiciones difíciles. Por ello ha escogido como divisa de su escudo, unas palabras -debajo de la letra inicial de María- sacadas de este tratado, una divisa que se dirige a María: Totus tuus, todo tuyo.

Diez años más tarde, el Cardenal Stefan Wyszynski, Primado de Polonia, encarcelado, separado de su Iglesia, hizo un retiro de tres semanas para prepararse a su consagración «a Cristo por la mejor de las Madres». En 1956 consagró a Polonia del mismo modo. A tal efecto envió un texto a Nuestra Señora de Czestochowa mandando que si ningún obispo podía leerla, lo hiciera un sacerdote. En su defecto, un laico, pero que fuera leído. No se trataba de una confianza ciega y pasiva; el Cardenal había trazado todo un programa decenal de catequesis, restauración de las familias, de los seminarios, del clero, etc. .. , que confiaba a Nuestra Señora. Poco tiempo más tarde fue liberado, y se produjo así lo que se ha llamado «el milagro polaco», puesto que Polonia, cuyo catolicismo era pasablemente sociológico, bajo una dominación marxista, y cuyo clero era poco numeroso, logro ser el  primer país en número de ordenaciones (706 en las últimas estadísticas de 1985). Es ella quien ha dado a la · Iglesia el hombre que podía restaurarla y renovarla en estos tiempos difíciles: el primer Papa polaco. Sorprendido por este inaudito ascenso espiritual, que había seguido de cerca, solicité una audiencia al Cardenal Wyszynski para que me explicara el secreto de semejante éxito. Me respondió en una palabra, mientras me mostraba el Tratado de la verdadera devoción, a María, que estaba sobre su reclinatorio: -«jEs la Virgen Santísima»

 Lech Walesa, que se encontraba en su cénit, y que en ocasiones llevaba su rosario colgado del cuello en sus negociaciones con el gobierno, había hecho la misma consagración. «Como el Cardenal Primado, lo he apostado todo por la Virgen», decía en Czestochowa, consagrando también él su país y sus sindicatos. Unos meses más tarde, estando a su vez en prisión, renovaba su confianza en la Virgen con esta oración:

 «Santa María, he perdido mi Insignia de la Virgen de Czestochowa llorando en la nieve de diciembre. Ha caído de lo más hondo de mi ser, acompañada del mal que nos ha afligido. Ha penetrado hasta el alma. Ahí es donde te reencuentro, Ahí es donde se une a Tí mi Nación asesinada y traicionada. Ahí es donde velo en silencio. y seguiré adelante. ¿Oyes? Millones de corazones golpean en mí. Al lanzar este grito, mientras vivamos, Santa María, mi Madre, Madre de nuestra Madre-Patria, Danos la fuerza de soportar nuestro destino hasta el fin, que tu llama nos guíe hacia la libertad y la verdad, y perdona a los que nos ofenden cuando nosotros ya no podamos».

De modo semejante, en Filipinas el pueblo ha podido desembarazarse de una dictadura a partir de una consagración de todo este pueblo hecha con fervor el 25 de marzo de 1984, tan desdeñada en otros países. A la salida de esta consagración, el Cardenal Sin decidió celebrar el bimilenario del nacimiento de María, entre el 8 de diciembre de 1984 y el 8 de diciembre de 1985, con oración y ayuno al servicio de quienes morían de hambre, bajo aquel régimen sin equidad, donde la esposa del dictador multiplicaba alocadamente su boato. Así fue como en febrero de 1986, en el momento en que Marcos, sostenido aún en el terreno diplomático, se proclamaba vencedor de unas elecciones falseadas, el pueblo filipino fue capaz, a petición del propio Cardenal Sin, de bajar a las calles de la capital, pacíficamente, con su imagen de la Virgen y su rosario (como Walesa). Esta muchedumbre formada por la oración no lanzó adoquines contra el ejército y los tanques, armados como de costumbre. Por el contrario, las chicas ofrecían flores a los soldados, lo que contribuyó a inclinar al ejército del lado del pueblo. En una situación que era y sigue siendo difícil, fue una victoria de Nuestra Señora.

Italia y Portugal, que han hecho y renovado de forma más constante esta consagración, han conservado una situación mejor que los demás países atlánticos, en la fe, práctica religiosa o seminarios. En Uganda, país desgarrado por sangrientas luchas, un amplio movimiento fundamentado en María instaura activamente relaciones cotidianas de benevolencia y caridad.

Al hacer esta enumeración en el Congreso Mariológico de Kevelaer, intervino un austriaco: - «¿Por qué no habla Vd. de nuestro país? La satelización de la URSS lo amenazaba como a los países vecinos, y se libró gracias a una cruzada del Rosario (1945-1955).

El Papa ha instaurado el año dedicado a María para extender esta experiencia fructífera». El Papa estuvo motivado también por dos aniversarios que le conmueven: el sexto centenario del cristianismo en Lituania (habló de él al anunciar el Año con María, el 1 de enero de 1987), y el milenario de Rusia, en 1988. El Papa, preocupado por esta conversión de Rusia, por la que ha renovado tres veces la consagración pedida por Lucía de Fátima, no olvida esta intención. Tenia sin duda un proyecto: ¿la renovación de esta consagración, o un viaje a la URSS? …

 

jueves, 25 de febrero de 2021

La presencia viva de Karol Wojtyła/Juan Pablo II en la Universidad Católica de Lublin (KUL).

 



En términos generales podría decirse que el estimulo para unirse a la KUL partió de varios acontecimientos de mediados de la década de 1950, entre ellos el negativo del cierre de la Facultad de Teología de la Universidad Jagellónica y el positivo de la cátedra vacante de Ética en la Universidad Católica de Lublin.  Pero si profundizamos algo más nos encontramos que fue en septiembre de 1954,  durante una caminata por las montañas al sur de Cracovia,  que Stefan Swiecawski “urgió” a Wojtyla a unirse a la Facultad de Filosofía de la Universidad Católica de Lublin (KUL) (ahora Universidad Católica de Lublin Juan Pablo II). Previa autorización del arzobispo Baziak, Wojtyla comenzó a acudir a Lublin desde Cracovia. Habia cerrado la Universidad de Cracovia y Lublin era la única universidad católica que quedaba en época de comunismo.  

Y como dice Franco Svidercoschi en Historia de Karol:  “allí, en aquella especie de oasis protegido, pudo confrontar sus reflexiones con las de un grupo de profesores, de entre los más jóvenes y con las ideas más innovadoras. Estos profesores se proponían librar la gran batalla político-filosófica con el marxismo sobre su propio terreno, el de la liberación de la persona, pero a partir de un humanismo en el que hubiera sitio para el individuo, para la esencia del hombre”

 Y agrega George  Weigel en Testigo de Esperanza: “Era plena época de confrontaciones políticas; entre 1953 y 1956 fueron clausuradas las facultades de leyes, ciencias sociales y educación y los diplomados en KUL encontraban dificultades para obtener posiciones académicas en otras universidades. Todas las presiones existentes no hicieron más que fortalecer el espíritu de profesores y alumnado y hacer de KUL una “universidad con vocación” . El “proyecto” KUL fue ideado por un cuarteto de hombres relativamente jóvenes que habían ocupado puestos de profesores (el régimen estalinista de Polonia había depuesto los antiguos profesores) : Jerzy Kalinowski (Filosofía), Stefan Swiezawski (Historia de la Filosofia), el sacerdote dominico Mieczyslaw Albert Krapiec (Metafísica) y el sacerdote Karol Wojtyla (Ética). En noviembre de 1956 Wojtyla sucedió al dominico Félix Bedniarski, que es transferido al Angelicum de Roma y el 1ro de diciembre de 1956 es nombrado Director de la cátedra que ocuparía durante 22 años hasta su traslado definitivo a Roma como Sumo Pontífice.”

El profesor Wojtyla dirigió  clases, conferencias, ejercicios y seminarios y acompañó en caminatas y campamentos, conciliando su labor investigadora y docente con la labor sacerdotal, que no desatendió a pesar de sus múltiples funciones.  Sus amigos y estudiantes en la Universidad lo llamaban tío, en los campamentos de verano pues durante el comunismo les estaba prohibido a los sacerdotes acompañar a los jóvenes – práctica en  todos los países bajo el comunismo.

Cuando fue ordenado obispo todo  parecía que su presencia en la Universidad Católica de Lublin habría de ser breve pues después de todo, le resultaba bastante dificultoso trasladarse a Lublin de noche en forma regular,   cuando en Cracovia sus obligaciones y compromisos eran cada vez más numerosos y cargados de responsabilidad.

Y, sin embargo, esta presencia viva continuó e incluso se profundizó en los años siguientes. Por un lado, el obispo - y pronto arzobispo y después cardenal - Karol Wojtyła  eligió continuar con su pasión científica, y por otro lado, la propia Universidad no quería prescindir de él, y lo invitaban  a  participar cada vez más activamente en ese excepcional ambiente académico, especialmente filosófico,  que se había formado en oposición a la filosofía e ideología marxista imperante en ese momento en otras universidades.  Y más tarde ya como cardenal seguía visitando la Universidad Católica de Lublin con frecuencia, participando en numerosas sesiones científicas, publicando libros y artículos, reuniendo estudiantes a su alrededor, promoviendo maestrías y doctorados.  Pero entonces ya muchas reuniones debieron ir organizándose cada vez con mayor frecuencia en Cracovia.  Comentaban  sus alumnos que gastaba su dinero en becas para estudiantes y para pagarle a sus estudiantes el traslado a Cracovia, todo hasta  hasta 1978.  El  Prof.  Szostek, ex rector de la Universidad Católica de Lublin, estudiante y amigo de Karol Wojtyła, quien distribuyó dinero para becas en su nombre decia: . “Entregué el sueldo de noviembre de 1978 a mis alumnos, diciendo que tenía dos buenas y malas noticias para ellos: una mala noticia que era la última beca y una buena noticia que era una beca papal”  - recuerda el ex rector de la Universidad Católica de Lublin.

A partir del 16 de octubre de 1978 el vinculo con la Universidad adquirió una nueva dimensión.  La universidad, pura alegría y orgullo que su profesor de Etica en la Facultad de Filosofia,  durante casi un cuarto de siglo hasta 1978,  se convirtiera en Papa, no tardo en abrir un instituto con su nombre y sus pensamientos continuaron siendo estudiados cada vez en mayor profundidad en todas las facultades. El p. profesor. Tadeusz Styczen, alumno, amigo y colaborador del Santo Padre, fallecido en 2010, recordó que fue un  gran maestro: discreto, sin imponer su opinión, cálido distanciado, respetuoso de los pensamientos de la otra persona, además, genuinamente interesado. en lo que dice y en quién es. Se tomó en serio el trabajo de los estudiantes, al igual que su propio trabajo .   

Toda la comunidad académica de la Universidad Católica de Lublin -  autoridades, profesores, empleados, estudiantes – tuvo oportunidad de reunirse con el Papa muchas veces, acogiendo con gratitud sus palabras y apoyándolo con su constante oración. La primera reunión de la comunidad KUL con un ex empleado que se convirtió en Papa en Polonia tuvo lugar el 6 de junio de 1979 en Jasna Góra. En 1987, durante su tercera peregrinación a Polonia, Juan Pablo II visitó Lublin y su antigua universidad

 Al mundo de la cultura en la Universidad católica de Lublín (9 de junio de 1987)

[EspañolItalianoPolaco]

Celebración de la Palabra en la Universidad católica de Lublín (9 de junio de 1987)
[ItalianoPolaco]

Celebración eucarística con ordenaciones sacerdotales en Lublín (9 de junio de 1987)
[ItalianoPolaco]

Pero también se reunía a menudo con personal de la  Universidad Católica de Lublin en el Vaticano o durante las vacaciones en Castel Gandolfo.  Se puede decir que durante todos los años del pontificado de Juan Pablo II, la Universidad Católica de Lublin de alguna manera vivió junto al Papa, y en el sitio oficial de la Universidad  podemos encontrar una enorme cantidad de  artículos con información, ensayos,  testimonios y  comentarios acerca de esta presencia viva de Karol Wojtyla/Juan Pablo II tanto  en la Universidad  como en la sociedad civil y religiosa  polaca.  Lamentablemente no todo es “traducible” (google)  porque hay muchos audios.   Quizás algún dia – ojala - podremos tener acceso a toda la info.




 El texto fue parcialmente adoptado y adaptado del sitio oficial de la Universidad Catolica de Lublin Juan Pablo II /promocionando el libro PRESENCIA,  con un impresionante contenido y testimonios que ocupan casi la mitad del volumen.   En este enlace puede leerse el comentario de Anna Głąb (traducir con google)     

 

 

 

sábado, 20 de febrero de 2021

Los Santuarios marianos – lugares privilegiados

 

(Basilica de Lujan, Argentina)

 Los santuarios marianos significan por «su origen», la memoria de un acontecimiento que se presentó como extraordinario, que ha dado lugar a expresiones de devoción y de piedad, y que ha determinado en el Pueblo de Dios la necesidad de peregrinaciones periódicas.

 Por los «abundantes signos de protección mariana» los santuarios marianos constituyen, a los ojos de la fe, lugares privilegiados de su presencia y de su mediación materna.

Por la «vida sacramenta» que en ellos se desarrolla, son lugares de gracia y de afianzamiento de la fe, metas de la esperanza humana y cristiana, impulsos eficaces para el aumento de la caridad y para una existencia marcada por el seguimiento de Cristo.

En los santuarios marianos la celebración de los Sacramentos de la Eucaristía y de la Penitencia que alimentan la vida de la gracia, tienen un relieve y una influencia singulares. La Eucaristía debe manifestarse en ellos en toda su riqueza cristológica y pascual, su dimensión eclesial y la presencia significativa y operante de María. También la misericordia se comprende como una prerrogativa de María. Tal es la convicción popular que atrae a toda clase de fieles hacia los santuarios marianos.

Las peregrinaciones, expresión típica de la devoción mariana, es de desear que, más allá de las motivaciones inmediatas y personales, impriman un sentido al camino de la existencia: un cambio en la vida ordinaria de cada día para vivir una experiencia fuerte del misterio, el camino de la conversión (a Dios) hacia la manifestación plena del Señor.

El santuario mariano es también el lugar para el anuncio y la celebración del misterio de las vocaciones de la Iglesia. En el secreto de su casa,  María recibe el anuncio del Ángel y da su consentimiento. Aquel «fiat» se convierte en modelo de toda vocación en la Iglesia. La historia, la tradición, la experiencias artísticas de cada santuario son un testimonio de cultura que refleja el influjo mutuo entre el santuario y la vida de las poblaciones que le rodean. Los santuarios, bajo este punto de vista, deben proponerse como servicio y constituir una verdadera y propia «via pluchritudinis» para la contemplación de Dios y del misterio de María.

Todo santuario mariano, en cuanto celebra la presencia de María, su ejemplaridad y la intercesión de la Virgen del Magnificat, es por sí mismo un hogar que irradia la luz y el calor de la caridad. Por eso los santuarios marianos irradian y atestiguan el signo de la mediación entre el amor de Dios y las necesidades del hombre, en el nombre · y la intercesión de la Madre de la misericordia.

Los santuarios marianos, en fin, son lugares de encuentro y de oración en decidido estilo de ecumenismo y de unión. La Madre de Cristo no debiera ser ocasión de división y de discordia entre sus hermanos. Las celebraciones de oración en común pueden crear importantes y fecundos momentos de unidad. Hay formas litúrgicas que pertenecen al patrimonio común, que pueden ser aceptadas por varias confesiones cristianas y que pueden convertirse, especialmente en el santuario mariano, en la presencia de Santa María, la mujer evangélica y  orante, en punto de encuentro de la oración comunitaria.

(tomado de Teodoro Cardenal: Pautas abiertas por la Enciclica "Redemptoris Mater" para la celebracion del año mariano"

Si no funciona enlace googlear Teodoro Cardenal :  Pautas abiertas por la Enciclica “Redemptoris Mater” para lacelebracion del año mariano.

miércoles, 17 de febrero de 2021

Arrepentíos y creed en el evangelio

 


La Iglesia proclama la Cuaresma. En virtud de su poder legislativo regula sus prescripciones. Pero aquí no basta la regla sola. Es necesario que a cada corazón y a cada conciencia llegue individualmente esta llamada, para que prenda la levadura de la Cuaresma. Por eso se dirige hoy la Iglesia a cada hombre en particular. No se limita a una disposición general, sino que se acerca a cada uno con un gesto particular, con una palabra específica recordados por la liturgia.

El gesto consiste en la imposición de la ceniza en la frente. En cuanto a la palabra, que explica el gesto, hay dos fórmulas. La primera, muy antigua, está tomada del Libro del Génesis: "Polvo eres y en polvo te convertirás" (cf. Gén 3, 19); recuerda al hombre su caducidad del mismo modo que Isaías cuando dice: "Toda carne es como hierba y toda su gloria como flor del campo que se seca y se marchita" (cf. Is 40, 6-7). En cambio, la segunda fórmula es de impronta evangélica: "Arrepentíos y creed en el Evangelio" (Mc 1, 15); la ha sugerido la reforma postconciliar reciente, y brinda al hombre una invitación y una propuesta abriéndole la perspectiva de la fe y la conversión en su vida concreta.

(Juan Pablo II  Homilia Miercoles de ceniza, 4 de marzo de 1981).

martes, 16 de febrero de 2021

Beato Michal Sopocko – Reliquias Santuario de la Divina Misericordia, Lagiewniki

 


El pasado domingo 14 de febrero ,  durante la Misa del mediodía un dia antes de la memoria litúrgica de Santa Faustina y aniversario a su vez de la muerte del Beato Michal Sopocko, su  confesor,  fueron recibidas en la Basilica de la Divina Misericordia en Lagiewniki las reliquias de Bl. P. Michał Sopocko.  La Eucaristía fue presidida por el obispo Jan Zając, y la homilía estuvo a cargo del P. Mateusz Wyrobkiewicz, rector adjunto del Santuario de la Divina Misericordia en Kraków-Łagiewniki.

En la homilía del P. Mateusz Wyrobkiewicz recordó que el padre Sopocko dedico su vida a proclamar el mensaje de la misericordia aunque no pudo ver los frutos de su trabajo durante su vida pues no se permitió venerar públicamente el misterio de la misericordia de Dios.

Fue desde este Santuario que el Papa Juan Pablo II encomendó al mundo a la DivinaMisericordia.

“Por eso hoy, en este santuario, quiero consagrar solemnemente el mundo a la Misericordia divina. Lo hago con el deseo ardiente de que el mensaje del amor misericordioso de Dios, proclamado aquí a través de santa Faustina, llegue a todos los habitantes de la tierra y llene su corazón de esperanza. Que este mensaje se difunda desde este lugar a toda nuestra amada patria y al mundo. Ojalá se cumpla la firme promesa del Señor Jesús:  de aquí debe salir "la chispa que preparará al mundo para su última venida" (cf. Diario, 1732, ed. it., p. 568). Es preciso encender esta chispa de la gracia de Dios. Es preciso transmitir al mundo este fuego de la misericordia. En la misericordia de Dios el mundo encontrará la paz, y el hombre, la felicidad. Os encomiendo esta tarea a vosotros, amadísimos hermanos y hermanas, a la Iglesia que está en Cracovia y en Polonia, y a todos los devotos de la Misericordia divina que vengan de Polonia y del mundo entero. ¡Sed testigos de la misericordia!

 Invito visitar mis posts en honor al padre Sopocko y recuerdo que el Beato Sopocko nació el 1 de noviembre de 1888 en Juszewszczyzna. Desde 1932, el sacerdote fue confesor de las hermanas de la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia. Allí conoció a la hermana Faustina Kowalska, quien en mayo de 1933 lo adopto como su confesor.   Sor Faustina encontró en él a un sabio confesor que la inspiró a escribir "El Diario".

El padre Sopocko murió el 15 de febrero de 1975. Sus restos mortales se encuentran en el Santuario de la Divina Misericordia en Białystok. El 28 de septiembre de 2008, en este santuario, la solemne beatificación del P. Michał Sopocko.


viernes, 12 de febrero de 2021

Emilia Wojtyla, madre de Karol, el Papa polaco

 




Emilia Wojtyla, de soltera Kaczorowska, nació el  26 de marzo de 1884 en Cracovia. Era la quinta de trece hijos de Felix y Maria, de soltera Scholz. Su madre murió cuando ella tenia 13 años.  Emilia contrajo matrimonio con Karol Wojtyla el 10 de febrero de 1906 en la iglesia de los Apóstoles Santos Pedro y Pablo en Cracovia. 

Vivieron en Krowodrza, un distrito de Cracovia hasta su mudanza a Wadowice.

No hay datos concretos sobre su educación pero cuenta Boniecki en Kalendarium que probablemente hubiese completado los ocho años de escuela en las Hijas de la Caridad en la calle Pedzichow en Cracovia.  Emilia era una persona frágil de salud y dedico su corta vida al cuidado de su hogar,  esposo e hijos. Los habitantes de Wadowice  la recordaban como una persona que gustaba charlar con sus vecinos, y sentarse al lado del aljibe en el patio de su casa (la parte baja, pues ellos vivían en el primer piso), .donde Lolek también jugaba con sus amigos. 

Emilia murió  el 13 de abril de 1929 (miocarditis) en Wadowice y la ceremonia fue presidida por el padre Prochownik.   Descansa en el cementerio Rakowicki, sector militar,  de Cracovia,  junto a su esposo Karol y Edmundo su hijo, padre y hermano mayor de Karol Jozef.  Karol tenia entonces solo  nueve años, como el mismo recuerda en “Don y Misterio” :  "Perdí a mi madre antes de la Primera Comunión. a los 9 años y por eso la recuerdo menos y soy menos consciente de su contribución a mi educación religiosa, y ciertamente fue muy grande ”.

Después de la muerte de Emilia el esposo y padre de Karol y Edmund se hizo cargo de todo y como buen militar retirado,  llevaron una vida muy organizada.

Otoño de 1919. Emilia, junto con su esposo Karol Wojtyła y su hijo Edmund, hacia seis años que vivían en  Wadowice y menos de un año en un apartamento alquilado sobre la calle Kościelna. Se sentían felices, alegría que aumento cuando Emilia finalmente pudo comprobar que habría otro bebe. Hacia mucho que esperaba ese momento. El hijo mayor Mundek (Eduardo) ya tenía trece años. La pequeña Olga, a la cual había dado a luz hacia tres años, había vivido tan solo 16 horas. Emilia sufrió mucho su muerte y estaba empezando a preocuparse si aún podría quedar embarazada. Tenia 36 años.  Y deseaba tanto que Edmund tuviera hermanos. Finalmente, sus esperanzas se hicieron realidad, la familia iba a crecer y ella estaba feliz. Pero el idilio no duro mucho.  El diagnostico de un médico,  reconocido ginecólogo y obstetra de Wadowice era alarmante: el embarazo estaba en riesgo y no habría posibilidad de dar a luz a un niño vivo. Recomendó entonces abortar pues además estaba en riesgo la vida de la madre.  No sobrevivirás a este parto, le dijo. .   Palabras duras para una madre que  deseaba tanto un hijo y su otro hijo tenia tan solo trece años, la misma edad que ella cuando perdió a su madre.   Estaba devastada aunque era plenamente consciente de la amenaza para ella y la vida del niño.   De todas maneras decidió  rápidamente. Daria a luz a ese niño. Tiene derecho a vivir.  

Y el segundo hijo de Emilia nació el 18 de mayo de 1920, alrededor de las 5 de la tarde.  Hacia mucho calor en Wadowice dicen para esa época, la temperatura había alcanzado treinta grados.  Se oía el repique de campanas seguido del canto de la Letania de Loreto en honor a la Santísima Virgen Maria, patrona de su parroquia. Y el niño nació escuchando ese canto a la Virgen.  Dicen que nació excepcionalmente grande, fuerte y saludable. Y lloro fuerte, como si quisiera unir su voz al canto de las letanías en la iglesia cercana.  La madre emocionada y feliz sintió que había ocurrido un milagro. Ambos vivos!   Además en lugar de un bebe flaco y débil,  como se esperaba,  había nacido un niño grande y fuerte. La partera recordó ese nacimiento toda su vida. Nunca le había ocurrido algo tan inusual:  mientras se cantaba la Letanía de Loreto,  dijo Michal Siwiec-Cielebon.  El Santo padre conocía la historia porque una vez hablo con esa partera y luego recordó que nació cantando la Letanía en honor a la Madre de Dios,  dijo el Cardenal Stanislaw Dziwisz.  El mismo Papa lo comento una vez en una de las parroquias italianas: "Naci entre las 17.00 y las 18.00 que es la misma hora en la que cincuenta y ocho años después fui elegido Papa."  

Después del nacimiento. Emilia pareció revivir, rejuvenecer y recuperar fuerzas.  La vecinas decían que estaba enamorada de ese niño. Lo acariciaba constantemente en su cunita de madera, lo cargaba en una almohada, lo mantenía en su regazo y le cantaba para dormir. No lo llamaba Karol sino Lolus, y cuando ya era algo mayor Lolek, un poco mas  formal.  Aunque la vida no era fácil. Había problemas con el acarreo del agua, para bañar al bebe tenía que traerla al primer piso, hervirla y meterla en la tina. En aquel entonces los pañales eran de algodón y para lavarlos bien había que cocinarlos. No había lugar donde secar la ropa, probablemente la secara en el pasillo.  La vecina Helena Szepanska recordaba que Emilia llevaba el cochecito a su jardín, donde había un poco de verde y un aljibe en el medio.  Ella a veces también cuidada al bebe.   En junio de 1920 cuando terminó el año escolar,  el hijo mayor de  Emilia ya tenia un poco mas de  tiempo y le ayudaba a la madre  con Lolek,  cuando el esposo estaba trabajando.  Edmundo también le ayubaba a subir y bajar el cochecito por la escalera.

Fue la señora Helena Szcepanska que le escucho a Emilia decir  con total certeza. “este niño será alguien grandioso”.  Su intuición no fue defraudada!  Después del nacimiento, sin embargo, Emilia se fue debilitando.  La fe y la oración le daban fuerzas y nadie recordaba que se quejara..  Cuando Lolek fue creciendo Emilia también lo llevaba a otra vecina Zofia Puklo, que también tenía niños pequeños y allí jugaban juntos.   Más tarde cuando Emilia se fuedebilitando la señora Puklowa también venia regularmente los domingos para ayudar en la casa y los quehaceres. Naturalmente el esposo ayudaba, pero ademas debía ocuparse de su oficio para mantener la familia.  Edmundo también requería ayuda que ya estaba en la secundaria.     Una vecina Maria Janina Kaczorowa decia que la enfermedad le iba pasando factura.  Parecía sufrir del corazón y una especie de reumatismo.  Andre Frossard comenta que Lolek conoció a su madre ya como una persona enferma y Marta Burghardt en “Las raíces de Wadowice en Karol Wojtyla” afirma que aprendió el sufrimiento de su madre.  Sin embargo no quedan registros médicos de la enfermedad de Emilia. En 1927 ya se sentía tan mal que su esposo decidió solicitar jubilación militar anticipada  para cuidar de su esposa y su hijo menor. Emilia ya no podía administrar la casa y hacer frente a las responsabilidades, había quedado totalmente dependiente. .  A veces permanecía acostada durante semanas en una habitación y no quería que Lolek entrara para que no la viera sufrir.  El esposo se hizo cargo de todo, preparaba las comidas, lavaba los platos, limpiaba, lavaba la ropa y comenzó a trabajar en el oficio heredado : la sastrería.  Pero no solo se ocupaba de la casa sino que también encontraba tiempo para presentarles a su hijo y amigos la historia de su tierra natal,  contarles los eventos de la historia de Polonia y enseñarles alemán.  Solían también salir a pasear por las montañas y cuando Edmund (que ya estaba estudiando medicina) volvía a casa se unía al grupo.   Emilia se alegraba que los hermanos se llevaran tan bien y a pesar de la enfermedad, trataba de no molestarlos. El hijo mayor, que ya estudiaba medicina le daba consejos y consultaba a los médicos. Emilia hizo todo lo que pudo para participar en la preparación de Lolek para su Primera Comunión. Ella le había enseñado las primeras oraciones y explicado lo importante que es la fe en la vida humana.  Se alegraba del entusiasmo que mostraba su hijo en ser monaguillo y trato de apoyarlo en esa decisión. Pero no insistió, entendía que debía ser su elección. Era su propia vida.  Cuando Lolek se acercaba a la Primera Comunión, a principios de 1929, la salud de Emilia se había deteriorado tanto que no tuvo fuerzas para cuidar de su hijo ni ocuparse de lo que debía  Lamentaba tanto no poder atenderlo pero supo acatar la voluntad de Dios en cada situación.

El sábado 13 de abril de 1929 la temperatura en Wadowice no era común más de quince grados Celsius, hacía calor comparado con las heladas en Alemania al mismo tiempo. La primavera ya estaba en el aire. El verdor presagiaba un lento renacimiento de la vida, pero en la casa Wojtyla no veían eso. En la sala de estar en la cama yacía la sufrida Emilia.  El final estaba en el aire. El irremediable paso de la vida.  El viaje más largo, el mas importante, al otro lado de la existencia.  Su esposo cuidando a Emilia enferma desde la mañana, observo cómo se  se debilitaba cada hora.  Pero ella seguía consciente y pidió  un sacerdote y la Sagrada Comunión. También quería recibir la Unción de los Enfermos. Llego el sacerdote, rezaron el Padre Nuestro, el sacerdote ungió sus manos y la frente de Emilia con aceite bendito y le dio la Sagrada Comunión. Ella dolorida despertaba una leve sonrisa. Sus ojos se iluminaron,  estaba tranquila, en silencio, en paz,  consciente que el sacramento que había recibido se une a la pasión de Cristo y estaba preparada para la transición a la eternidad.  Tenía miedo a la muerte? Probablemente si,  como todos,  con una diferencia  la muerte había sido compañera inseparable de su vida.  Se había acostumbrado, pero confiaba en la misericordia y la protección de Dios hasta el final. No tenía dudas que  "la vida solo cambia, pero no termina". Había escuchado estas palabras tantas veces en los funerales de otras personas, y ahora las aplicaba a sí misma.

Y de nuevo, como sucedió en momentos importantes, ahora, cuando su vida terrena estaba a punto de terminar, miró por la ventana, al reloj con la significativa inscripción: "El tiempo se acaba, la eternidad espera" ese reloj que después tantas veces mirara su hijo y tanta importancia le diera. El final de su vida llego el 13 de abril de 1929.  Falleció tranquila con su eposo a su lado.  ¿Por qué  esta muerte ahora mismo? ¿Por qué Dios necesitaba a Emilia Wojtyłowa, de cuarenta y cinco años, en el cielo, cuando su hijo de nueve años se quedó en la casa de Wadowice, que necesitaba tanto una madre?

Parecía incomprensible en ese momento. E ilógico. Sólo desde la perspectiva de casi cien años, cuando el niño huérfano es el santo más famoso del mundo, se puede buscar un significado más profundo de esta muerte, sin duda prematura. Aunque sigue siendo un misterio en términos humanos, encaja con el plan de Dios para el futuro Papa.

(adaptado de Niedzela donde se promociona el libro publicado en Polonia  “La Madre del Papa. Una historia conmovedora sobre Emilia Wojtyłowa ”. La publicación está bajo el patrocinio de 'Niedziela'.

 

sábado, 6 de febrero de 2021

San Maximiliano Maria Kolbe patrono de Malopolska durante 2021

 


El Voivodato de Malopolska (la pequeña Polonia) ha establecido que San Maximiliano Maria Kolbe sea el patrón del año 2021 porque este año se conmemora el80 aniversario de su muerte en el campo de concentración nazi KL Auschwitz.

 Durante la homilíapronunciada en Łódź en 1987, Juan Pablo II recordó al santo:

“Aquí en Łódź y en la cercana Pabianice, se crió en una familia de clase trabajadora - entre padres y hermanos profundamente creyentes - el pequeño Raymond Kolbe, más tarde testigo de gran amor, santo mártir, padre Maksymilian Maria. El primer santo polaco del segundo milenio. Siendo aún un niño, descubrió la vocación de vivir en la Orden de St. Francisco y, fiel a la llamada de Dios, como sacerdote y misionero, desarrolló muchas actividades apostólicas. Se dedicó con energía inagotable a la obra de evangelización, utilizando los medios de comunicación social disponibles para hablar a la gente sobre Cristo y su Madre Inmaculada en Italia, Japón y Polonia. 

"Juan Pablo II ha subrayado repetidamente la importancia de la persona de Maximiliano Kolbe para Polonia y los polacos, así como su enorme influencia en la formación del sentido de libertad y el valor de la vida humana. Maksymilian Maria Kolbe fue beatificado por el Papa Pablo VI el 17 de octubre de 1971, como el primer mártir polaco de la Segunda Guerra Mundial. En ese momento, nadie pensaba que ese arzobispo de  Cracovia, que rezaba  muchas veces en el corredor de la muerte del franciscano, lo elevaría a la gloria de los altares el 10 de octubre de 1982.

 Durante la Santa Misa enNiepokalanów,  el Santo Padre dijo:

¿Qué significa que el amor es más fuerte que la muerte? También significa: "No te dejes vencer por el mal, sino vence el mal con el bien", según las palabras de San Pablo (Rm 12, 21). Estas palabras traducen la verdad sobre el acto, realizado en Oswiecim por el padre Maximiliano, en diferentes dimensiones: en la dimensión de la vida cotidiana, pero también en la dimensión del tiempo, en la dimensión del difícil momento histórico, en la dimensión del siglo XX, y puede ser incluso en el de los tiempos venideros.

Reunidos en Niepokalanów para la gran acción de gracias nacional tras la elevación a la gloria de los altares de San Maximiliano María, compatriota nuestra, testigo de nuestro siglo difícil, mártir, primer santo del linaje polaco en el segundo milenio, deseamos enriquecer la herencia cristiana polaca con la conmovedora elocuencia del acto que realizó en Oswiecim: "No te dejes vencer por el mal, / sino vence el mal con el bien".

 "Nadie tiene mayor amor que este: dar la vida por sus amigos" ( Jn 15, 13): así dice Jesús, despidiéndose de los apóstoles en el Cenáculo, antes de ir hacia la pasión y la muerte. . “Hemos pasado de muerte a vida, porque amamos a nuestros hermanos”, repetirá el apóstol Juan después de su Maestro en su primera Carta ( 1 Jn 3, 14 ). Y concluirá: “De aquí hemos llegado a conocer el amor: dio su vida por nosotros; por tanto, también nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos ( 1 Jn 3,16 ).

 

 

Camaldulenses (3 de 3) – Antiguo monasterio de Wigry

 


Los monjes camaldulenses llegaron a Polonia en 1604 procedentes de Italia, y a la zona de Suwalszczyzna en 1667.  Previa autorización el Papa Clemente IX obtuvieron el permiso del  Rey polaco Jan Kazimierz para instalar un monasterio en Wigry dándole el nombre de Eremus Insulae Wigrenais. Entre los años 1694-1745 construyeron allí sus instalaciones :  sobre el cerro levantaron una iglesia y algunas otras construcciones, entre ellas las ermitas (casitas individuales, refectorio con portón de entrada, la casa del portero, una torre escalera, la casa real, y murallas defensivas. Los monjes también se ocupaban de su entorno, no solo de la parte espiritual :  Construyeron también dos iglesias una en Magdalenow (1680) y la otra en Suwalki (1710),   sino que tambien financiaron dos refugios uno para ancianos y  otro para enfermos.  Uno en Suwalki y otro en Wigry, proporcionando atención medica, además de ocuparse de la educación de los niños y  fueron pioneros del desarrollo económico de Suwalki. (fuente)

Los monjes vivian en casitas individuales,  llevando su vida ermitaña en silencio.   La regla camaldulense asumió el silencio, pero debe recordarse que los ermitaños, como cualquier comunidad organizada (en 1773 habia23 monjes, 15 sacerdotes, 2 seminaristas y 6 laicos) tenían que abordar conjuntamente asuntos importantes para el convento. Se levantaban muy temprano, a las 3.45. Entonces sonaba la campana de la iglesia. Dedicaban el dia a oraciones y trabajos en el monasterio. Iban siempre vestidos de blanco. (A eso debe el nombre el monasterio de Bielany que aun hoy existe como monasterio, mientras que este de Wigry es considerado post camaldulense). Compartían la mesa tan solo doce veces al año. Nunca comían carne. Y ayunaban los 40 días previos a Navidad y Semana Santa, llevando vidas modestas.

 


Después de la Tercera Partición de Polonia, el convento de Wigry quedo bajo el dominio prusiano. En 1796, las autoridades confiscaron los bienes y se “deshicieron” de los incómodos monjes, quienes en julio de 1800 se fueron a Bielany, Varsovia,  y no regresaron mas.  (fuente)  

El monasterio fue casi completamente destruido durante la Segunda Guerra Mundial,  sobreviviendo tan solo la iglesia. Los edificios del monasterio fueron parcialmente reconstruidos por el estado después de la guerra y utilizados por el  Ministerio de Cultura con fines culturales y turísticos.   En abril de 2010  el complejo fue  restituido a la  Iglesia polaca y actualmente, aunque indudablemente se trata de un atractivo turístico,  también  es sede de espectáculos artísticos, asambleas y simposios religiosos y culturales.    Tiene sede allí el  "Areópago Wigry de la Nueva Evangelización"  y uno de sus principales objetivos es "convertirlo en un lugar santificado con las oraciones y ayunos de los monjes camaldulenses y en el espíritu de Juan Pablo II atraer a todo aquel que quiera encontrarse en silencio con Dios Padre a través de Cristo en el Espiritu Santo.    En el Museo Juan Pablo II se encuentra la “canoa de Karol Wojtyla”, considerada una especie de reliquia que fue donada por Aleksander Jagła.  Se trata de una que el prestaba para  los viajes organizados por la comunidad de capellanías de Cracovia. El Museo incluye también una biblioteca dedicada a las obras y publicaciones del Papa.

 Ademas del indudable  atractivo turístico el lugar posee indudablemente un alto valor sentimental en memoria del  papa polaco que desde sus años en la capellanía académica de Cracovia solia  frecuentar el lugar con sus grupos de estudiantes.   En su honor también fueron instituidas tres “rutas pontificias”, tres senderos papales, uno de ellos “Misterios de la Luz” recordando a Juan Pablo II que agrego los Misterios de la Luz al rezo del Santo Rosario.

 Karol Wojtyla apareció allí por primera vez en la región de Suwalki en julio de 1954 en compañía de diez estudiantes navegando en 5 kayaks por el Czarna Hańcza,  que desemboca en el lago de Wigry.   (El rio Czarna Hańcza es una de las rutas de  canotaje más famosas de  las tierras bajas de Polonia Las travesías deportivas no se realizaban como mero turismo sino que se cantaba, se conversaba y se evangelizaba.. Cuenta Boniecki en Kalendarium que el  estilo y la forma continuaron durante muchos años.  



Entre el 8 y el 10 de junio de 1999 Wigry vivio momentos especiales e inolvidables  con la visita del  Papa Juan Pablo II, quien visitaba el lugar por primera vez como Papa, transformando el lugar en oración y reverencia, recordando también aquellas travesías anteriores Fue durante una de  ellas,  en el  verano de 1958, mientras estaban disfrutando la region de Suwalki, el Czarna Hańcza River y el lago de Wigry que al sacerdote Wojtyla  le llego la inesperada noticia que con fecha 8 de julio de 1958  el Papa Pio XII lo  habia nombrado  a la posición de obispo auxiliar y sufragante de Cracovia. Cuarenta  y un años después de aquellos memorables días, Karol Wojtyla regresaba como Papa, para hospedarse en aquel lugar post camaldulense. El helicóptero con el Santo Padre aterrizó el 8 de junio a las 4:15 pm cerca del complejo del monasterio en Wigry. El Papa parecía agotado por las penurias hasta entonces de la peregrinación, pero después de tres horas, vestido con una chaqueta blanca, zarpó en el barco "Tryton" hacia Wigry. El barco fue dirigido por el capitán Władysław Głowacki, asistido por Piotr Kapłanow y Jan Korsakowski, quienes llevaron a "Tryton" hasta la desembocadura de Czarna Hańcza y la bahía.



El antiguo Monasterio de Wigry se prepara ahora para el centenario del nacimiento de Juan Pablo II. Para la ocasión se celebrara la Santa Misa presidida por el Obispo Adrian Galbas, obispo auxiliar  de la diócesis de Elk, y se llevara a cabo un concierto de poesía cantada. .

Para información mucho mas detallada invito visitar: 

Y en el mismo sitio también:   

(traducir google)

 


martes, 2 de febrero de 2021

Abadia de Tyniec (4 de 6) – Mas memorias del padre Leon Knabit: el Papa, Tyniec y los benedictinos

 

(el padare Leon Knabit de visita ne el Museo Juan Pablo II, Wadowice)

(Sobre el Arzobispo de Cracovia, más tarde Papa,  en las memorias del padre Leon Knabit, OSB)

(...) Luego vino un período particularmente difícil para la Iglesia en Polonia en relación con el Mensaje de los obispos polacos a los obispos alemanes, anunciado el 18 de noviembre de 1965, durante el Concilio Vaticano II. Fue uno de los primeros pasos oficiales para normalizar las relaciones entre las naciones polaca y alemana. Las palabras del Mensaje: "Perdonamos y pedimos perdón" se convirtieron en un pretexto para lanzar una campaña contra los obispos polacos, en particular contra el Primado y el Metropolitano de Cracovia. Las palabras "Wojtyła el traidor" aparecieron en las paredes de la casa del obispo en Cracovia.. La prensa de Cracovia publicó una carta abierta de los empleados de la fábrica "Solvay", donde el joven Karol Wojtyła trabajó como trabajador durante la ocupación alemana. En esta carta, cuyos autores ni siquiera conocían el contenido del Mensaje, el excolega fue acusado de actitud no cívica y reiteradas acusaciones agudas publicadas previamente en la prensa del partido. Por supuesto, ningún periódico quiso publicar la respuesta del arzobispo, quien presentó con dignidad cómo eran realmente las cosas.

 El día de Navidad del mismo año, participé de la suma solemne en la Catedral de Wawel. Se me pidió que actuara como comentarista litúrgico. El latín todavía se usaba en la Santa Misa. Se trataba, por tanto, de presentar el contenido de las oraciones y orientar la participación de los fieles que ese día llenaron la catedral y gran parte del patio de Wawel. Después del Evangelio dije que en los últimos tiempos habíamos  escuchado hablar muchas voces sobre el Mensaje. "Ahora vamos a escuchar la verdad". En el conmovedor silencio que reinaba en la catedral, solo se escuchaban los pasos del Arzobispo , que iba avanzando hacia el lugar desde donde hablaría.. Después de una extensa discusión sobre la esencia de la Iglesia en el momento del Concilio a la luz de la celebración de la Navidad, el Predicador hablo del tema del Mensaje (cito sus palabras de memoria):

- ¿Qué les íbamos a decir? ¿Que no perdonamos? ¿Qué habría mil celebraciones navideñas en Polonia? ¿Por qué el Padre Nuestro se repite tantas veces con las palabras: "Perdónanos nuestras ofensas como nosotros nos perdonamos"?

La impresión fue enorme . Cuando, después de la Santa Misa, el Arzobispo y los obispos auxiliares salían de la catedral, la multitud reunida los recibió con gritos: "¡Viva el Arzobispo, viva los Obispos!" Vi a dos jóvenes que miraban fijamente de pie entre los creyentes que vitoreaban con sombreros sobre sus cabezas, como si no entendieran mucho de todo. Un viejo cracoviano, bastante mayor, les gritó: "¡Cuando pasan los obispos polacos, hay que quitarse las gorras!". En un momento, también ellos estaban allí parados en plena escarcha navideña con la cabeza descubierta entre esa multitud alegre entre sus obispos.

Las celebraciones del Milenio del Bautismo de Polonia tuvieron lugar en Polonia en un clima de fuerte enfrentamiento con los factores oficiales. Las autoridades estatales se mostraron intransigentes tras el Mensaje y  dificultaron por todos los medios las celebraciones de la iglesia, organizando, siempre que fuera posible, fiestas competitivas y eventos gubernamentales.  No obstante, o quizás hasta cierto punto por eso mismo,  la participación de los fieles en los servicios fue impresionante y se convirtió en una gran profesión de fe. Cracovia le dio la bienvenida a St. Stanislaus, todo el episcopado polaco e innumerables multitudes de creyentes venidos de todas partes.. Las celebraciones se realizaron bajo el patrocinio de la Madre de Dios y en presencia de una copia de su Imagen de Jasna Góra. Los fieles no se desanimaron ante imprevisibles como apagar las luces en barrios enteros o cambios (¡a última hora!) del recorrido de la Imagen. .

Un poco como consecuencia de estos acontecimientos el Arzobispo fue invitado por todas las diócesis e incluso parroquias individuales. El 16 de julio de 1966 tuve la oportunidad de participar en la Misa de peregrinación en Sidzina cerca de Jordanów, donde el Arzobispo pronunció un sermón sobre la figura del gran apóstol de Podhale, el Padre Wojciech Blaszyński (1806-1866). Su idea de enviar laicos a tareas apostólicas (el famoso "sidzinarki") fue confirmada y desarrollada en la Iglesia de nuestro tiempo.

Cabe destacar otra celebración parroquial del milenio: en St. Nicolás en Cracovia. El párroco Franciszek Walancik me pidió que participara en esta celebración parroquial debido a que los benedictinos fueron los fundadores de la iglesia y sus pastores durante muchos años. Durante la indulgencia vespertina, el Arzobispo pronunció un sermón que, aunque en la primera parte, como de costumbre, fue sublime y teórico, tuvo una segunda parte muy práctica, pastoral. Los sacerdotes presentes reconocieron que su Arzobispo mostraba experiencia del ministerio episcopal entre la gente común.

Durante la Navidad, el arzobispo de Cracovia invitó a varios grupos a su casa para recibir la tradicional hostia navideña.  A menudo, además solía visitar varias comunidades o parroquias por su cuenta. 

 

(de Reuniones con el tio Karol por Leon Knabit OSB, Editorial benedictina Tyniec)