Previos preparativos y jornada de oración en preparación para el encuentro, y cumpliendo lo anunciado en el primer Ángelus de este año, el Santo Padre Benedicto XVI partió esta mañana desde la Estación Vaticana, junto a la comitiva papal, como “peregrino a la ciudad de san Francisco”, Asis.
En tan solo 1,45 hs llegaban al «oasis» del espíritu para conmemorar y reafirmar el “espíritu de Asís” “inaugurado” aquella Jornada histórica del 27 de octubre de 1986 por el Beato Juan Pablo II, no obstante algunos temores de entonces que “todas las religiones se volvieran iguales, una especie de melting pot espiritual. Pero no era así, no era así en absoluto. El Santo Padre lo explicó repetidas veces, antes y después: estábamos allí juntos para rezar, pero no para rezar juntos. Juan Pablo II supo ver proféticamente el futuro. Y nosotros, hablo de la Iglesia en general, no siempre hemos sido capaces de seguirle. Por esto debemos estarle agradecidos a Benedicto XVI que, en cambio, sì lo entendió, estuvo siempre a su lado.”(Stanislaw Dziwisz: Una Vida con Karol)
La Jornada de Asis fue uno de los momentos más creativos del ir “mar adentro” de Juan Pablo II decía Luigi Accattoli en su libro, Jornada que se llevó a cabo en tres momentos principales: la bienvenida con el discurso del papa, las asambleas por separado de los doce grupos religiosos mundiales y la asamblea común en la plaza de la basílica inferior de San Francisco.
De similar manera transcurre la Jornada de hoy, compuesta por tres momentos principales: la recepción de la mañana con intervenciones de representantes de las diversas religiones y también una representante por los no creyentes, seguido de un encuentro en el convento de la Porciúncula. Por la tarde un tiempo de silencio, reflexión y oración personal para cada uno de los participantes y a continuación los actos culturales en la Basílica de Santa María de los Ángeles. Finalmente el acto conclusivo con la renovación solemne del compromiso por la paz por parte de las religiones representadas en el encuentro, palabras del Santo Padre Benedicto XVI, el gesto simbólico del encendido de las lámparas y el intercambio de la paz entre los participantes, finalizando con el “Cántico de las Creaturas” ofrecido por el Coro de la Diócesis de Asís.
La ausencia de Dios lleva al decaimiento del hombre y del humanismo. Pero, ¿dónde está Dios? ¿Lo conocemos y lo podemos mostrar de nuevo a la humanidad para fundar una verdadera paz?
planteaba el Santo Padre Benedicto XVI en su intervención en la Basílica de Santa María de los Ángeles, llamando al diálogo y a la purificación, siempre necesaria, de la religión vivida invitando también a aquellas personas a las que no les ha sido dado el don de poder creer y que, sin embargo, buscan la verdad, están en la búsqueda de Dios. Personas como éstas no afirman simplemente: «No existe ningún Dios». Sufren a causa de su ausencia y, buscando lo auténtico y lo bueno, están interiormente en camino hacia Él. Son «peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz»… en este “estar juntos en camino hacia la verdad, del compromiso decidido por la dignidad del hombre y de hacerse cargo en común de la causa de la paz, contra toda especie de violencia destructora del derecho.
También aquí en la Argentina se realizaran actos recordatorios de la Jornada de Asís en Buenos Aires, Santa Fe, Rio Cuarto y Corrientes.
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