Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

miércoles, 2 de octubre de 2024

Juan Pablo II y los Ángeles



En palabras sencillas, personales y tiernas, como gran parte de sus recuerdos, nos confiaba el Santo Padre Juan Pablo II en su libro ¡Levantaos! ¡Vamos! “tengo una devoción especial al Ángel de la Guarda. Desde niño, probablemente como todos los niños, repetí tantas veces esta plegaria: “Ángel de Dios, que eres mi custodio, ilumíname, custódiame, dirígeme y gobiérname…” Mi Ángel de la Guarda sabe lo que estoy haciendo. Mi confianza en él, en su presencia protectora, crece en mi continuamente” . Y allí mismo también reconoce que en sus oraciones invocaba con frecuencia a los arcángeles San Miguel, San Gabriel y san Rafael y nos recuerda “el hermoso tratado de santo Tomas sobre los ángeles, espíritus puros”.

 

Durante el año 1986 el Santo Padre Juan Pablo II dedico cuatro de sus catequesis a los Ángeles:

Creador de las cosas visibles e invisibles

Creador de los ángeles, seres libres

Creador de las cosas “invisibles”: los ángeles”

La participación de los ángeles en la historia de la salvación

 En el apartado 6 de esta última nos habla específicamente de los Ángeles guardianes, aquellos que “están también llamados a tener su parte en la historia de la salvación de los hombres, en los momentos establecidos por el designio de la Providencia Divina”….

Alli mismo nos presenta varias citas de los libros sagrados: “ "Pues te encomendará a sus ángeles para que te guarde en todos tus caminos, y ellos te levantarán en sus palmas para que tus pies no tropiecen en las piedras" (Sal 90/91, 11-12). Jesús mismo, hablando de los niños y amonestando a no escandalizarlos, se apela a "sus ángeles" (Mt 18, 10). “Además - sigue diciendo el Santo Padre - , atribuye a los ángeles la función de testigos en el supremo juicio divino sobre la suerte de quien ha reconocido o renegado a Cristo: "A quien me confesare delante de los hombres, el Hijo del hombre le confesará delante de los ángeles de Dios. El que me negare delante de los hombres, será negado ante los ángeles de Dios" (Lc 12, 8-9; cf. Ap. 3, 5)….”

En el apartado 7 el Santo Padre nos sigue dando ejemplos “Entre los libros del Nuevo Testamento, los Hechos de los Apóstoles nos hacen conocer especialmente algunos episodios que testimonian la solicitud de los ángeles por el hombre y su salvación. Así, cuando el ángel de Dios libera a los Apóstoles de la prisión (cf. Act 5, 18-20), y ante todo a Pedro, que estaba amenazado de muerte por la mano de Herodes (cf. Act 12, 5-10). O cuando guía la actividad de Pedro respecto al centurión Cornelio, el primer pagano convertido (Act 10, 3-8; 11, 12-13), y análogamente la actividad del diácono Felipe en el camino de Jerusalén a Gaza (Act 8, 26-29)”…y continúa “la Iglesia confiesa su fe en los ángeles custodios, venerándolos en la liturgia con una fiesta especial, y recomendando el recurso a su protección con una oración frecuente, como en la invocación del "Ángel de Dios". Esta oración parece atesorar las bellas palabras de San Basilio: "Todo fiel tiene junto a sí un ángel como tutor y pastor, para llevarlo a la vida" (cf. San Basilio, Adv. Eunomium, III, 1; véase también Santo Tomás, S.Th. I, q. 11, a.3)”En el punto 8 explica el culto litúrgico a los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael

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