“Hemos inclinado la cabeza para recibir la ceniza: "Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás" (Gén 3, 19), expresión ésta de nuestra mortalidad, y al mismo tiempo signo de nuestra disposición a la penitencia y a la conversión: "Arrepentíos y creed en el Evangelio" (Mc 1, 15).
La inclinación de la cabeza puede ser interpretada como un gesto de humillación y de resignación. La inclinación de la cabeza ante Dios es signo de humildad. Pero la humildad no se identifica con la humillación o resignación. No es igual que la pusilanimidad. Todo lo contrario. La humildad es sumisión creativa a la fuerza de la verdad y del amor. La humildad es rechazo de las apariencias y de la superficialidad; es la expresión de la profundidad del espíritu humano; es condición de su grandeza.”
La inclinación de la cabeza puede ser interpretada como un gesto de humillación y de resignación. La inclinación de la cabeza ante Dios es signo de humildad. Pero la humildad no se identifica con la humillación o resignación. No es igual que la pusilanimidad. Todo lo contrario. La humildad es sumisión creativa a la fuerza de la verdad y del amor. La humildad es rechazo de las apariencias y de la superficialidad; es la expresión de la profundidad del espíritu humano; es condición de su grandeza.”
4 comentarios:
Te deseo una Cuaresma muy especial. Que sea nueva, la mejor...
Un beso
Luisa
Gracias Luisa de corazon. Tambien para ti y tu familia mis mejores deseos por una renovacion total para que la Pascua os encuentre "nuevitos". Un abrazo.
Maravillosas palabras del Papa Juan Pablo. Si no te importa, te las 'robo' para mi blog, junto con la fotografía del Papa Benedicto recibiendo la imposición de la ceniza. Gracias!
Claro Eli, "roba";) todo lo que quieras y cuando quieras. Un abrazo.
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