Suyo, es el primer paso en al amor
Suyo, es el primer paso en el perdón
Suyo, es el primer paso en el perdón
“Quien es Jesucristo para mi? A decir verdad durante mis largos años de sacerdote y obispo, esta pregunta me fue planteada en innumerables oportunidades, generalmente por gente joven, sin vueltas. Y debo admitir que cada vez que se me plantea me encuentro algo confundido porque de alguna manera es mi misterio personal... y me siento tentado de responder ve y pregúntale a Cristo tu mismo! Fue el quien se apodero de mi, yo solamente le deje hacerlo…solo puedo afirmar que es siempre El quien da el primer paso, es suyo el primer paso en el amor, es suyo el primer paso en el perdón.
A esta pregunta singular yo respondería en plural o sea con las palabras de la Iglesia que son las del Credo de todos los cristianos. El es “verdadero Dios y verdadero hombre”. Yo solo, james hubiese sido capaz de imaginarlo. El es el icono del Dios invisible y en su luz vemos la Luz. El es el hombre que dijo que sabe lo que hay en el hombre y puedo asegurar que el sabe que hay en mi…pobre pecador brincando de gozo al darle la bienvenida a su perdón. . Es más tengo la impresión que Dios mismo participa en la danza porque sencillamente ama perdonar, porque por otro lado el no puede amarnos de otra forma sino pecadores tales como somos.
Pero Jesucristo no es solo para mi, el me proyecta fuera de mi para buscarle…y lo encuentro en el rostro de cada ser humano, particularmente en el pobre, en el enfermo, el oprimido..... el Papa Juan Pablo II me llamo desde Marsella a su lado, y lo hizo para que pudiera viajar por el mundo en búsqueda de justicia y paz. Debo confesar que ahora comprendo mejor hasta que punto la religión de Cristo es la religión de rostros.. En esta civilización en carrera y portando máscaras nos perdemos la mejor oportunidad que tenemos, la de tomarnos el tiempo para mirar al otro. Que sentido tiene si el hombre viaja por todo el universo pero no encuentra a su hermano? Uno de mis grandes gozos es tomarme el tiempo para sentarme al lado de otra persona, escucharlos, amarlos con todas sus diferencias y descubrir en ellos el rostro de Cristo.”.
«Tertium Millennium»N.1/ Marzo 1997
(Indice Tertium Millennium)
No hay comentarios:
Publicar un comentario