Se comentaba que la visita a Wadowice estaría incluida
dentro del programa del Congreso, pero
no lo teníamos confirmado, asi que allí fuimos, emocionadísimas de ir hacia el
lugar natal de Karol Wojtyla . En ómnibus se viaja bien, es barato y no es lejos. En este blog hay abundante
información sobre Wadowice ,
que invito visitar.
Me limitaré aquí a comentar esta visita, que por una
parte indudablemente era especial como lo son todas las visitas a aquel lugar donde todo empezó pero además lo era
porque yo no conocía aún el nuevo Museo Juan Pablo II. Habia visitado el lugar por última vez en 2011,cuando casa y nuevo museo estaban en reconstrucción y refacciones.
Otro dia brillante, si bien contábamos con poco tiempo, lo que no nos permitió visitar otros lugares tan importantes en la
vida de Karol Wojtyla, entre otros el querido Monasterio carmelita sobre la
colina y la iglesia dedicada a San José, donde se encuentra su escapulario;
tampoco la iglesia dedicada a San Pedro.
Y tampoco pudimos ir juntas a Kalwaria.
Lamento por mis amigas que no han
podido ver mas (deberemos volver;). Se recomienda salir temprano con previo
conocimiento de horarios de buses!
Mis visitas a Wadowice tienen ese encanto especial de estar acompañando a Karol los años de su niñez y juventud, de
sus visitas ya siendo Papa; especialmente de la primera donde el expone todo su cariño y familiaridad para con el lugar, su regreso a la tierna infancia, a su
querida patria chica, aunque él amaba
Cracovia. Ante cada persona mayor uno se pregunta si lo habrá conocido, habrá
sido compañero suyo, amigo, vecino, conocido?
En Wadowice se respira ese aire especial y creo que toda la población es
consciente de ello, se siente en el aire….. guardo en especial recuerdo un
viaje que hice desde la cercana Kalwaria Zebrzydowska en un ómnibus que paró en
todos los pueblitos de las colinas. Cuando pregunte si iba a Wadowice una
señora mayor me señalaba con el dedo que no (seguramente se habría dado cuenta que
me llevaba allí) pero como el cartel indicaba
Wadowice me subi. Despues me di cuenta
porque me decía que no…..pero para mí fue un precioso paseo.
Nuestra visita obligada consistía en la parroquia de
Karol, su parroquia querida cuyo costado veía desde la ventana de su casa,
ventana donde veía también el reloj con la famosa leyenda el tiempo pasa, la eternidad espera…. Y el nuevo Museo con la casa
de Karol Wojtyla.
Dedicamos buena parte del tiempo a la iglesia más en
calidad de peregrinas que de turistas, rezamos
ante la pila bautismal,
donde el 20 de junio de 1920 fue bautizado el niño
Karol Jozef Wojtyla por el Rev. Edward Zacher, ante el altar de Nuestra Señora del Perpetuo
Socorro,
y ante el nuevo altar en honor a San Juan Pablo II.
Sigo maravillada
ante las pinturas de las bóvedas de la iglesia recordando las encíclicas de
Juan Pablo II.
Delante de la iglesia en la
nueva explanada (del 2011) han sido
incluidas placas con los nombres de todos los países que Juan Pablo II visitó
durante su pontificado. La
correspondiente a la Argentina está bien frente a la iglesia con la fechas de
1982 y 1987.
Y en la explanada misma hay
una exposición de diferentes momentos de la vida del Papa polaco desde niño.
Creo que nunca había comido en un restaurant en
Wadowice, pues esta vez lo hicimos por “invitación” – una joven invitaba a
quienes llevaban cara de turista….y
resulto un restaurant muy peculiar, (un espacio fuera del tiempo), bonito, con una decoración muy infantil si se
quiere, pero sumamente agradable. Habia que probar algo bien polaco, asi que yo
comi pierozki (una especie de raviolones rellenos de chukrut). Riquisimo!
Y después a concentrarnos, pues nos dirigíamos al
nuevo Museo San Juan Pablo II (habíamos averiguado previamente el horario de guía
en español). Comparado con la casa propiamente
dicha donde el vivió 18 años de su vida, el Museo, (construido con ayuda de una
variedad de pequeños y grandes contribuyentes) es imponente, pues ahora abarca todo frente del
costado lateral de la parroquia de Karol, la Basilica de la Presentación de la
Virgen Maria. La novedad es que el Museo solo se puede visitar acompañado con guía. Nuestra guía fue buena, hablaba bien el español (había vivido
en España) agradable y sincera (admitió
que aún le quedaba mucho por aprender) pero la imposibilidad de visitarlo solo
impide detenerse más tiempo donde uno quisiera, (hay material para estar todo
el dia!) aunque quienes viven en Polonia
tienen oportunidad de estar allí para las numerosas y diversas celebraciones,
reuniones y visitas especiales que tienen lugar allí durante el año,
naturalmente en idioma polaco. El Museo es una joyita arquitectónica y artística
haciendo buen uso de las tecnologías disponibles y abarca toda la vida de Karol
Wojtyla, desde su casa natal hasta las cartas que los peregrinos iban colocando
sobre su tumba en la cripta de la Basílica de San Pedro, Personalmente sentí nostalgia
por la familiaridad de la casa-museo original, cuando solo se visitaba las
habitaciones-vivienda de la familia Wojtyla si bien todo el complejo fue
diseñado, según dijera el cadenal Stanislaw Dziwisz para las futuras
generaciones, pensando en aquellos que
nunca han conocido ni oído del Papa polaco, para ofrecer una imagen de su vida
y obra. Igual me queda el privilegio de
haber caminado por el pasillo y las habitaciones que el mismo Karol transitó
durante su niñez y juventud y haber besado el umbral de su casa!
Naturalmente no nos privamos de las famosas y deliciosas kremówki de Wadowice, pero como pequeño desafìo creo que las eslovenas de Bled son incomparables!
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