El
13 de octubre es una fecha mariana muy especial, muy significativa para las
apariciones de la Virgen María: Últimas Apariciones de Fátima y Akita el Mismo
Día del Año (13 de octubre)
En
1917 se produce la última aparición de Fátima donde los presentes pueden ver la
danza del sol.
Y
en 1973 se produce la última aparición en Akita, Japón, en que María habla de
la hermana Agnes de los castigos sobre la humanidad y la infiltración del maligno
en la Iglesia.
El
13 de octubre es una fecha clave en la aparición de la Virgen, que en Cova da
Iría, Portugal, se les había aparecido a 3 niños pastorcitos, analfabetos, en
mayo de 1917 por primera vez.
El 13 de octubre de 1917 se les aparece la Virgen por última vez y los 70.000 concurrentes ven la “danza del sol”.
El 13 de octubre de 1917 se les aparece la Virgen por última vez y los 70.000 concurrentes ven la “danza del sol”.
El
13 de octubre de 1921 se permite por primera vez celebrar la Santa Misa en el
lugar. Y el 13 de octubre de 1930 el obispo de Leira declara dignas de fe las
apariciones y autoriza el culto de Nuestra Señora de Fátima.
–
Quiero que vengáis aquí el día 13 de octubre y que continuéis rezando el
rosario todos los días para alcanzar el fin de la guerra. El último día vendrá
también San José con el Niño Jesús para dar la paz al mundo y Nuestro Señor
para bendecir al pueblo.
Lucía
le transmite los pedidos de curación de algunos enfermos, que Ella recibe
satisfactoriamente. Y prosigue la conversación:
– ¡Haga un milagro para que toda la gente crea que Ud. se nos aparece!.
– Sí, en octubre haré un milagro para que todos crean.
Y la Virgen añadió:
– Dios está contento con vuestros sacrificios, pero no quiere que durmáis con la cuerda; llevadla sólo durante el día.
– ¡Haga un milagro para que toda la gente crea que Ud. se nos aparece!.
– Sí, en octubre haré un milagro para que todos crean.
Y la Virgen añadió:
– Dios está contento con vuestros sacrificios, pero no quiere que durmáis con la cuerda; llevadla sólo durante el día.
Durante
la noche del 12 al 13 de octubre había llovido toda la noche, empapando el
suelo y a los miles de peregrinos que viajaban a Fátima de todas partes. A pie,
por carro y carrozas venían, entrando a la zona de Cova por el camino de Fátima
– Leiria, que hoy en día todavía pasa frente a la gran plaza de la Basílica. De
ahí bajaban hacia el lugar de las apariciones.
Hoy
en día en el sitio está la capillita moderna de vidrio, encerrando la primera
que se construyó y la estatua de Nuestra Señora del Rosario de Fátima donde
estaba el encino.
En cuanto a los niños, lograron llegar a Cova entre las adulaciones y el escepticismo que los había perseguido desde mayo. Cuando llegaron encontraron críticos que los cuestionaban su veracidad y la puntualidad de la Señora, quien había prometido llegar al medio día. Ya habían pasado las doce según la hora oficial del país. Sin embargo cuando el sol había llegado a su apogeo la Señora se apareció como había dicho.
En cuanto a los niños, lograron llegar a Cova entre las adulaciones y el escepticismo que los había perseguido desde mayo. Cuando llegaron encontraron críticos que los cuestionaban su veracidad y la puntualidad de la Señora, quien había prometido llegar al medio día. Ya habían pasado las doce según la hora oficial del país. Sin embargo cuando el sol había llegado a su apogeo la Señora se apareció como había dicho.
–
¿Qué quieres de mi?
– Quiero que se construya una capilla aquí en mi honor. Quiero que continúen diciendo el Rosario todos los días. La guerra pronto terminará, y los soldados regresarán a sus hogares.
– Si, Si
– ¿Me dirás tu nombre?
– Yo soy la Señora del Rosario
– Tengo muchas peticiones de muchas personas. ¿Se las concederás?
– Algunas serán concedidas, y otras las debo negar. Las personas deben rehacer sus vidas y pedir perdón por sus pecados. ¡No deben de ofender más a nuestro Señor, ya es ofendido demasiado!
– ¿Y eso es todo lo que tienes que pedir?
– No hay nada más
– Quiero que se construya una capilla aquí en mi honor. Quiero que continúen diciendo el Rosario todos los días. La guerra pronto terminará, y los soldados regresarán a sus hogares.
– Si, Si
– ¿Me dirás tu nombre?
– Yo soy la Señora del Rosario
– Tengo muchas peticiones de muchas personas. ¿Se las concederás?
– Algunas serán concedidas, y otras las debo negar. Las personas deben rehacer sus vidas y pedir perdón por sus pecados. ¡No deben de ofender más a nuestro Señor, ya es ofendido demasiado!
– ¿Y eso es todo lo que tienes que pedir?
– No hay nada más
Mientras
la Señora del Rosario se eleva hacia el este ella tornó las palmas de sus manos
hacia el cielo oscuro. Aunque la lluvia había cedido, nubes oscuras continuaban
a oscurecer el sol, que de repente se escapa entre ellos y se ve como un suave
disco de plata.
“¡Miren el sol!”
En este momento dos distintas apariciones pudieron ser vistas, el fenómeno del sol presenciado por los 70,000 espectadores y aquella que fue vista sólo por los niños. Lucía describe esta aparición en su diario.
En este momento dos distintas apariciones pudieron ser vistas, el fenómeno del sol presenciado por los 70,000 espectadores y aquella que fue vista sólo por los niños. Lucía describe esta aparición en su diario.
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