“El
13 de octubre de 1978 mi querido amigo, el obispo Andrzej Deskur, sufrió inesperadamente
un ictus que le causó una parálisis parcial. A pesar del tratamiento en el Policlínico
Gemelli y más tarde en Suiza, la parálisis no retrocedió.
El
14 de octubre visité a Andrzej en el hospital, yendo hacia el cónclave que debía
elegir un sucesor tras la muerte de Juan Pablo I.
No
me es difícil relacionar el hecho de que el 16 de octubre fui elegido para ser
ese sucesor con el acontecimiento que precedió tres días a esa elección. El
sacrificio de Andrzej, mi hermano en el episcopado, me parece como una preparación
para este hecho. Todo quedó inscrito pro medio de ese sufrimiento suyo en el misterio
de la Cruz y de la Redención realizado por Cristo.
Encuentro
una cierta analogía en un acontecimiento de hace once años, cuando estaba en
Roma durante el consistorio en el que fui llamado al colegio cardenalicio y mi
amigo Marian Jaworski perdió un brazo en una catástrofe ferroviaria cerca de
Nidzica.
Andrzej,
que llevaba trabajando desde los años cincuenta en la Comisión de Medios de Comunicación
(últimamente como presidente de esta), me introdujo en muchas cuestiones de
importancia en la Santa Sede. Su última palabra en esta iniciación mía ha sido
su cruz.”
Debitor factus
sum…..(me
he convertido en deudor)…..
(Karol
Wojtyla/Juan Pablo II ESTOY EN TUS MANOS, Planeta 2014, 643 pag)
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