La
experiencia ganada en su trabajo con los leprosos lo llevo a la idea de
construir un hospital para 200 pacientes donde los pobres pudieran recibir
cuidado y tratamiento. La construcción demandaba
una enorme inversión – 150.000 francos. Si tomamos como patrón el valor actual
de la plata o el oro en PNB hoy significaría un total aproximado de USD l,2 millones.
Como
era polaco se dirigió a la sociedad polaca solicitando ayuda financiera. Mantuvo correspondencia con todo el
mundo. Pero su objetivo principal era el
periódico “Misiones católicas”. Publicando sus cartas en este periódico, quería
atraer la atención pública hacia el destino de los leprosos y las adversidades
bajo las cuales vivian. También expreso
su humilde pedido por ayuda financiera. Durante su estada en Madagascar el
Padre Beyzym no dejo descansar a su pluma, apelando a a la sensibilidad del
alma eslava de sus compatriotas. Pero confiaba en la Santa Madre inmensamente.
Pedia Su intercesión y Ella nunca le fallo. Sus compatriotas tampoco faltaron a la
llamada. Se han preservado las listas de las donaciones entre los años 1899 y
1912 para la construcción del hospital y cuando las revisamos no podemos dejar
de sentir cierto orgullo a esta gloriosa postura de benevolencia pública. Encontramos
nombres de personas de diferentes profesiones, estratos sociales, ciudades y
pueblos. Los benefactores eran, en su
gran mayoría, pobres y anónimos. La nota de contribución es muy breve y habla
por si misma.
También recibio gran apoyo de las monjas carmelitas de Cracovia. La beata Madre Teresa
Ledochowska le ayudo con dinero, equipos varios, objetos litúrgicos y ropa. También publicó sus cartas en la revista “Ecos del Africa”.
El
padre Beyzym estaba convencido que no existía país en el mundo en esos momentos
que le ayudara más a construir el hospital. En una de sus cartas escribió: “aunque
el país esta en problemas, el corazón es amable y benevolente y de alguna
manera vamos a salir adelante”.
A
fines de septiembre 1901 el Padre Beyzym dejo Ambahivoraka y el 3 de octubre partió
para Fianarantsoa, a unos 395 kms de la
ciudad capital, a pie en pleno calor y
lluvias tropicales.
Despues
que el padre Beyzym dejara el país las autoridades cerraron el asilo, donde había
estado sirviendo a sus “polluelos” durante los últimos cuatro años. Los pacientes
del asilo fueron transferidos a la institución de salud estatal situada en
Ambahivoraka. Las condiciones de vida allí
eran terribles. Unas 700 personas fueron
ubicadas en barracones semidestruidos y sobreocupados vigilados por la policía
para que no escaparan.
Fr Czeslaw H. Tomaszewski S
Fr Czeslaw H. Tomaszewski S
(texto traducido de la pagina oficial de REFERAT MISYJNY, PROWINCJI
POLSKI POŁUDNIOWEJ TOWARZYSTWA JEZUSOWEGO. http://beyzym.pl/person-and-work/2548-2/4773-2/
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