Fue una de las canciones litúrgicas preferidas
de Juan Pablo II. Los polacos se la cantaban en polaco, en su versión titulada “Barka”
y la siguen cantando recordándolo.
Aparentemente a Polonia la tr4ajeron los
grupos juveniles de Oasis y cuando se la cantaron durante su viaje de 2002 a ”su”
Cracovia les dijo que “en cierto sentido, aquel canto de los Oasis me había llevado
fuera de la patria, a Roma. Su mensaje profundo me había sostenido también cuando me encontré ante la decisión tomada en el
Cónclave. Después, a lo largo de todo el pontificado, nunca me he separado de
este canto. Por otra parte, me lo recordaban continuamente, tanto en Polonia como
en otros países del mundo. Escuchar eso
me hacia pensar siempre en mis encuentros como Obispo con los jóvenes”.
(Juan Pablo II: Levantaos! ¡Vamos!),
Transcribo aquí letra y partitura
(arriba) para que el próximo 18 de mayo la cantemos todos solemnemente, donde
estemos, - en voz alta o baja - celebrando el centenario del nacimiento de nuestro querido San Juan Pablo II.
Tú has venido a la orilla,
no has buscado ni a sabios ni a ricos.
Tan sólo quieres que yo te siga.
Señor, me has mirado a los ojos,
sonriendo has dicho mi nombre.
En la arena he dejado mi barca:
junto a Ti buscaré otro mar.
Tú sabes bien lo que tengo,
en mi barca no hay oro ni espada,
tan sólo redes y mi trabajo.
Tú necesitas mis manos,
mi cansancio que a otros descanse,
amor que quiera seguir amando.
Tú, pescador de otros lagos,
ansia eterna de hombres que esperan.
Amigo bueno que así me llamas.
(letra y partitura Obispado deGualeguaychu)
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