Los cristianos comenzaron a celebrar la Natividad de la Virgen
solo en el siglo quinto. Leemos la primera mención del Patriarca de
Constantinopla Proclus (439-446 años) y en el libro del tesoro (libro
litúrgico) del Papa Gelasio (492-426 años). Además, San Juan Crisóstomo,
Epífanes y Agustín escriben sobre la fiesta. Y en Palestina, existe la
leyenda de que la santa Reina Yelena, Igual a los Apóstoles, construyó un
templo en Jerusalén en honor a la Natividad de la Bienaventurada Virgen María.
La celebración de la Natividad de la Bienaventurada Virgen María surgió en la Iglesia alrededor del siglo VII. Se sabe que en la parte occidental del mundo cristiano esta celebración fue establecida por San Sergio, Papa de Roma (687-701).
La Iglesia celebra la fiesta el dia 8 de septiembre, justo al octavo dia de comenzar el año litúrgico bizantino, trayendo a nuestra consideración el octavo dia de la Creación, que sigue a los seis dias de trabajo creador y al septimo del descanso. El octavo día es el dia de la Resurrección, el día sin ocaso. Ocho son, también, los lados de la fuente bautismal donde el catecúmeno nace a la vida eterna.
La natural vinculación del nacimiento con la concepción hizo que siglos después, cuando en el año 1854 el Papa Pío IX elevó el sentir universal del pueblo católico sobre la concepción inmaculada de la Virgen María al grado de dogma -de verdad contenida en la revelación que el Espíritu hace progresivamente a través de la tradición-, la Iglesia católica celebrara la nueva fiesta nueve meses antes del nacimiento, es decir, el 8 de diciembre.
“proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles…” (Bula Ineffabilis Deus. Pio IX, 8 de diciembre de 1854).
La fiesta puede haberse originado en algún lugar de Siria o
Palestina a principios del siglo VI, cuando después del Concilio de Éfeso, bajo
la influencia de los "Apócrifos", el culto a la Madre de Dios se
intensificó enormemente, especialmente en Siria.
Dado que la historia de la Natividad de María se conoce solo de fuentes apócrifas, la Iglesia latina tardó en aceptar este festival oriental. No aparece en muchos calendarios que contienen la Asunción. A falta de datos rigurosamente históricos, la leyenda suple el vacío y, así, la iglesia de Angers, en Francia, afirma que San Maurilius instituyó esta fiesta en Angers como consecuencia de una revelación sobre 430. En la noche del 8 de septiembre, un hombre escuchó a los ángeles cantando en el cielo, y al preguntar la razón, le dijeron que se regocijaban porque la Virgen nació esa noche.
Fuente:Rezando con los iconos
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