Hoy celebramos en mi Parroquia, Maria Auxiliadora de Ramos Mejia la festividad de San Juan Bosco. Aunque la parroquia ahora depende de la diócesis de San Justo, ambos sacerdotes diocesanos el Párroco, Presbítero Raúl Cuevas y el Vicario Parroquial, Presbítero Claudio Pulli han sabido ir “conquistando” de a poco con paciencia y buen tino esta feligresía que era mayormente “salesiana”, no solo respetando, sino además nutriendo el espíritu y el carisma salesiano.
Al hablar del Evangelio de hoy (Lc 4 21-30) en su preciosa homilía Mons. Cuevas engarzó con el Evangelio la condición de profeta de San Juan Bosco, “profeta de su tiempo que supo escuchar la voz de Dios”.
Al hablar del Evangelio de hoy (Lc 4 21-30) en su preciosa homilía Mons. Cuevas engarzó con el Evangelio la condición de profeta de San Juan Bosco, “profeta de su tiempo que supo escuchar la voz de Dios”.
Transcribo a continuación parte de la homilía de Mons. Cuevas:
“El profeta es ante todo un hombre de Dios. Es llamado por Dios para una misión. Así se relata en el llamado de varios profetas del Antiguo Testamento como el caso de Jeremías (Jer 1 4-5) antes que te formaras en el vientre de tu madre, yo te llamé, antes que nacieras te consagré. Este hombre de Dios está atento a la Palabra y sabe interpretarla. El caso del joven Samuel nos relata como Dios lo llama y el aún no sabe discernir de donde proviene el llamado (Samuel 3,1-10).
El profeta está llamado a discernir los signos de los tiempos, es decir saber interpretar el paso de Dios, por la historia de los hombres. El verdadero profeta experimenta también el rechazo, le pasó a los profetas antiguos como Jeremías, Isaías, Ezequiel, y otros. Siente el llamado de Dios para predicar al pueblo pero el pueblo muchas veces rechaza su mensaje y el profeta experimenta el dolor y hasta preferiría no haber sido llamado ( Libro de las Lamentaciones)
Jesús es el profeta en el que se cumplen todas las profecías del Antiguo Testamento. El vino a dar cumplimiento “Hoy se ha cumplido este pasaje de escritura que acaban de oír” (Lucas 4,21), les dijo en la sinagoga luego de leer el pasaje del profeta Isaías (Isaías 61,1-2).
Nosotros también estamos llamados a ser profetas, desde el bautismo somos sacerdotes, profetas y reyes. Estamos llamados a profetizar en nombre del Señor, para ello hay que saber primero escuchar a Dios, ser hombres y mujeres de ovación y tener la valentía de anunciar y denunciar como Jeremías.
Dios sigue llamando y suscitando profetas para todos los tiempos, como suscitó a San Juan Bosco, quien desde muy joven bajo la guía de su mamá Margarita, aprendió la confianza en la Providencia y la devoción a la Virgen Maria Auxiliadora.
Ordenado sacerdote sintió el llamado a evangelizar a los jóvenes. Un día convocó a un grupo de jóvenes de entre 18 y 22 años y les propuso iniciar con ellos una pía sociedad llamada de San Francisco de Sales, que luego se conocería como salesianos. Con ellos comenzó la gran obra de evangelizar a los jóvenes, a los más alejados de Dios y de la Iglesia, privilegiando a los más pobres.
Esta fue y es la obra de un profeta que en su tiempo supo escuchar la voz de Dios y tuvo la valentía de ponerla en práctica contra todos los que consideraban que iba a ser imposible.
Pidámosle a San Juan Bosco, padre y maestro de la juventud, que nos ayude a llevar a los jóvenes de hoy el mensaje de Jesús.
“El profeta es ante todo un hombre de Dios. Es llamado por Dios para una misión. Así se relata en el llamado de varios profetas del Antiguo Testamento como el caso de Jeremías (Jer 1 4-5) antes que te formaras en el vientre de tu madre, yo te llamé, antes que nacieras te consagré. Este hombre de Dios está atento a la Palabra y sabe interpretarla. El caso del joven Samuel nos relata como Dios lo llama y el aún no sabe discernir de donde proviene el llamado (Samuel 3,1-10).
El profeta está llamado a discernir los signos de los tiempos, es decir saber interpretar el paso de Dios, por la historia de los hombres. El verdadero profeta experimenta también el rechazo, le pasó a los profetas antiguos como Jeremías, Isaías, Ezequiel, y otros. Siente el llamado de Dios para predicar al pueblo pero el pueblo muchas veces rechaza su mensaje y el profeta experimenta el dolor y hasta preferiría no haber sido llamado ( Libro de las Lamentaciones)
Jesús es el profeta en el que se cumplen todas las profecías del Antiguo Testamento. El vino a dar cumplimiento “Hoy se ha cumplido este pasaje de escritura que acaban de oír” (Lucas 4,21), les dijo en la sinagoga luego de leer el pasaje del profeta Isaías (Isaías 61,1-2).
Nosotros también estamos llamados a ser profetas, desde el bautismo somos sacerdotes, profetas y reyes. Estamos llamados a profetizar en nombre del Señor, para ello hay que saber primero escuchar a Dios, ser hombres y mujeres de ovación y tener la valentía de anunciar y denunciar como Jeremías.
Dios sigue llamando y suscitando profetas para todos los tiempos, como suscitó a San Juan Bosco, quien desde muy joven bajo la guía de su mamá Margarita, aprendió la confianza en la Providencia y la devoción a la Virgen Maria Auxiliadora.
Ordenado sacerdote sintió el llamado a evangelizar a los jóvenes. Un día convocó a un grupo de jóvenes de entre 18 y 22 años y les propuso iniciar con ellos una pía sociedad llamada de San Francisco de Sales, que luego se conocería como salesianos. Con ellos comenzó la gran obra de evangelizar a los jóvenes, a los más alejados de Dios y de la Iglesia, privilegiando a los más pobres.
Esta fue y es la obra de un profeta que en su tiempo supo escuchar la voz de Dios y tuvo la valentía de ponerla en práctica contra todos los que consideraban que iba a ser imposible.
Pidámosle a San Juan Bosco, padre y maestro de la juventud, que nos ayude a llevar a los jóvenes de hoy el mensaje de Jesús.
2 comentarios:
ORACIÓN
Señor, que habéis hecho de San Juan Bosco, vuestro confesor, padre y maestro de los adolescentes, y habéis querido hacer florecer en la Iglesia, por su intermedio, nuevas familias religiosas con la ayuda de la Santísima Virgen María, haced que inflamados con el mismo amor busquemos las almas y os sirvamos sólo a Vos. Por J. C. N. S. Amén.
Muchas gracias Sofia por la visita y la oracion.Ljudmila
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