Dentro del marco de sus peregrinaciones espirituales durante el año mariano 1987/1988 esta vez el Papa Juan Pablo II no solo se dirigía espiritualmente sino que, como parte de sus visitas apostólicas por Italia, visitaba y presidia la ceremonia de beatificación de Beatificación de José Nascimbeni y Juan Calabria en el Estadio Bentegodi (17 de abril de 1988) en la diócesis de Verona.
Había llegado el día anterior y mantenido varios
encuentros. El domingo después de la ceremonia de beatificación en el Ángelus resaltaba la devoción
de los lugareños a la Virgen Maria.
“La diócesis de Verona tiene una profunda devoción a la Virgen
Santa. De ello dan testimonio los numerosos santuarios esparcidos por todas
partes: Desde la llanura hasta las colinas, desde los valles hasta la montaña.
Hoy tendré la alegría de ir a ese lugar singular de devoción mariana, situado
como un nido en las rocas, que es el santuario de la Virgen de la Corona.
Ayer pude venerar en la catedral la dulce imagen de la Virgen del Pueblo, tan
querida por todos vosotros, como manifiesta de modo elocuente su mismo título.
Y ¿cómo no recordar, entre otras, a la Virgen del "Frassino",
la Virgen de la Salud. Santa María de la Escalera, Santa María de la Paz,
el templo votivo de la Virgen del Carmen de San Felice del Bénago, la Parroquia
de Colognola, la Virgen del Camino”
En el Santuario de la Virgen de la Corona el Papa Juan Pablo II se encontró con
seminaristas y novicios de la comunidad religiosa.
El Santuario (Basílica) de la Virgen de la Corona se encuentra
en un lugar paradisíaco incrustado en la montaña, a tan solo 15 kms del Lago
di Garda. Documentos medievales hablan
que alrededor del año mil en el área del Baldo vivìan algunos eremitas
relacionados con la Abadia de San Zeno en Verona, y que alrededor de 1200 existía
allí un monasterio y una capilla dedicada a S. Maria de Montebaldo, a los
cuales se accedía a través de un estrecho y peligroso sendero entre las
rocas. Se dice que el Santuario
precisamente dicho data de 1522, año en
que la escultura que allí se venera hubiese llegado allí milagrosamente desde
la isla de Rodi, invadida por la armada musulmana de Solimano II. Otra versión
cuenta que escondida en el Santuario actual se encontró una pintura de una
Virgen con el niño del siglo XIV, que sería la primera imagen venerada en la
Iglesia originaria llamada Santa Maria de Montebaldo, que después de ser
administrada por diferentes grupos finalmente se decidió venerarla como Virgen
de la Corona. La estatua tiene 70 cms de alto x 56 de ancho y 25 de profundidad
y es de piedra local pintada. Apoyada en
un pedestal lleva un escrito “Hoc Opus Fecit fieri Lodovicus D Castrobarco D
1432”, tradicionalmente considerado como prueba que la estatua se hizo
construir y donar a la Corona en 1432, por Lodovico Castelbarco, procedente de una
noble familia de Rovereto.
El Santuario fue transformado y refaccionado varias
veces, facilitado también su acceso, construyéndose
una nueva iglesia sobre la preexistente. En 1625 comenzó la construcción y los
trabajos se prolongaron durante algunos decenios terminándose en 1685. A
finales del siglo XIX la iglesia fue ampliada y dotada de una nueva fachada en
estilo gótico. Concluidos los trabajos fue inaugurada solemnemente el 17 se septiembre
de 1899 y coronada la estatua de la Virgen. Pero tampoco esta construcción duraría mucho tiempo pues no parecía segura, por lo cual en 1974 se decidió reconstruir
el Santuario. Los trabajos llevaron tres años y el 4 de junio de 1978 el Obispo
Giuseppe Carraro procedió a la consagración del nuevo Santuario. En 1982 se le
atribuyo al Santuario el titulo de Basílica menor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario