Ayer, 4 de noviembre, festividad
del santo patrono del Beato Juan Pablo, san Carlos Borromeo, fue presentado en el
salón Juan Pablo II, contiguo a la Iglesia de San Estanislao, iglesia nacional polaca
de Roma, el libro “He vivido con un santo” (en versión italiana, publicada por
Rizzoli que estará disponible a partir de mañana en las librerías). Presentes
se encontraban el cardenal Camillo Ruini, el profesor Andrea Riccardi, Mons.
Paolo Ptasznik y el periodista y escritor Gian Franco Svidercoschi.
“He vivido con un santo” es una obra del cardenal
Stanislaw Dziwisz, Arzobispo de Cracovia, escrito en forma de conversacòn con
el periodista Gianfranco Svidercoschi. A ocho años de la muerte de Juan Pablo
II su secretario recuerda momentos de la vida del hombre a cuyo lado ha estado
durante casi 40 años y que será canonizado el proximo 27 de abril.
DeboraDonnini de Radio Vaticana ha preparado el siguiente texto/entrevista a tres
personalidades cercanas al cardenal Dziwisz y al Papa Juan Pablo II: el Rector
de la Iglesia San Estanislao Paolo Ptasznik, el cardenal Camillo Ruini que
tanto apreciaba al Papa Juan Pablo II y el escritor y periodista Gian Franco
Svidercoschi, ya familiar de este blog.
Texto de Radio Vaticana/Debora Donnini: (en mi traducciòn al español)
Lo confirma también Mons. Paolo Ptasznik, durante años
colaborador de Juan Pablo II y responsable de la sección polaca de la
Secretaria de Estado:
La oración era la base de todas sus actividades. El vivía su fe no como una confesión de verdad, sino como una relación concreta con Jesucristo Por eso, buscaba estarle cerca y escuchar al Señor en todo momento y mediante este encuentro encontrar las soluciones a los problemas y las iniciativas que debía emprender en la Iglesia. Ante todo para el la Santa Misa era un momento especial. Podíamos vivenciarlo tanto en su capilla como durante los viajes y las celebraciones públicas.
Uno de los mas estrechos colaboradores de Juan Pablo II fue el cardenal Camillo
Ruini, cardenal vicario entre 1991 y 2008. En su discurso recordaba como Juan
Pablo II veía a la Iglesia como “casa y escuela de comunión”, cuya gran tarea fuese la evangelización. “El
cardenal Dziwisz, que ha vivido en primera persona las relaciones entre la
Curia y el Papa Wojtyla, observa que – dice el cardenal Ruini – después de las
dificultades iniciales en aceptar al “papa polaco”, estas relaciones fueron
buenas. No se había llegado, sin embargo, aun a la madurez
apropiada para una reforma general de la Curia romana y la Curia misma no estaba
preparada para ser reconducida “a su función efectiva de servicio al Papa y a
los obispos” y convertirse en “un autentico instrumento de comunión entre la
Santa Sede y las Iglesias locales”. Al
cardenal Runi, le hemos preguntado que fue lo que más le impresionó del libro:
Ruini: Me ha
impresionado el análisis exhaustivo que nos ofrece el cardenal Stanislaw
Dziwisz. Se nota claramente que en estos ocho años, a partir de la muerte de
Juan Pablo II, él ha continuado, si bien de otra manera, viviendo con Karol. Y asi ha podido
interiorizarse aun más profundamente en
la herencia que Juan Pablo II nos ha dejado, una herencia que se expresa ante
todo en el gran proyecto de Iglesia que Juan Pablo II inició,que ha puesto en camino
y que debe continuar.
Donnini: El cardenal Dziwisz recuerda lo que dice
entonces el cardenal Ratzinger en la homilía con ocasión de los funerales de
Juan Pablo II: Juan Pablo II ha abierto a Cristo a la sociedad, la cultura, los
sistemas políticos y económicos.... esto usted lo ve como un verdadero
testimonio?
Ruini: Si lo he notado especialmente con referencia a Italia, pero no solamente aquí De cualquier manera Juan Pablo II fue un Papa que le ha dado a la Iglesia un protagonismo que antes nunca había tenido.
Ruini: Si lo he notado especialmente con referencia a Italia, pero no solamente aquí De cualquier manera Juan Pablo II fue un Papa que le ha dado a la Iglesia un protagonismo que antes nunca había tenido.
Donnini: A Gianfranco Svidercoschi le preguntamos cual es
la novedad, el sentido de este libro-entrevista con el cardenal Dziwisz:
Svidercoschi: El sentido del libro esta sobretodo en el
hecho que Don Estanislao quiere ofrecer un testimonio de la santidad de Juan
Pablo II, una santidad que llego a ser heroica en ciertos periodos – como fue
el periodo del casi martirio al momento del atentado – o una santidad que Don
Estanislao define como dimensión mística, como por ejemplo hacia el final, en
el periodo del sufrimiento..... Pero lo que mas me ha impresionado ha sido
como comenta la santidad ordinaria, normal, que es para todos. No hay pues ninguna diferencia entre el
hombre de Dios, el hombre de oración y después el Papa de los grandes gestos públicos,
el Papa que se encontraba con los grandes de la tierra. El por otra parte
cuando hablaba con los jóvenes los exhortaba a ir contracorriente y ser santos.
Nosotros pensamos que la santidad esta reservada solamente a los místicos o a
los grandes mártires, pero es algo que debemos hacer todos los días. Y el ha
abierto por cierto las puertas a los laicos.
Ademas, ha creado también las bases para una espiritualidad propia de
los laicos.
Donnini: En base a lo que le ha comentado el cardenal
Dziwisz, que fue lo que más le ha impresionado en cuanto al acento que Juan
Pablo II ponía sobre la importancia de la evangelización, de la misión de la
Iglesia?
Svidercoschi: El espacio que el le ha dado a esta Iglesia abierta a los laicos, tal como ya lo había hecho en Cracovia, y a los nuevos protagonistas de la Iglesia, porque la Iglesia ahora esta cambiando de piel precisamente gracias a estos nuevos protagonistas, a quienes Juan Pablo II le ha dado espacio: a los jóvenes con la creación de la Jornada Mundial de la Juventud, los nuevos movimientos, que el defendió de alguna manera ya sea de los peligros propios del sectarismo interno sea de ciertas hostilidades, en cuanto a la mujer sobre todo. El nos ha dado una definición del genio femenino que era mil veces superior a todo lo que estaba haciendo el nuevo feminismo. Y después la defensa de la mujer, del matrimonio, de la vida.... Yo creo que esto, sobretodo, fue lo que hablaba más de Wojtyla, trasladar este acento de una Iglesia muy institucional hacia una Iglesia mas de comunión, mas de familia y mas abierta a los laicos.
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