Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

sábado, 25 de octubre de 2014

Aquellos días de septiembre y octubre de 1978 en el recuerdo de Wanda Poltawska 6 de 6


“Demasiadas impresiones, no duermo Eres tan diferente, estás tan transfigurado, ¡así me imagino el monte de Tabor! Allí verdaderamente estaba el mismo Dios, Jesus, mientras que aquí está su Representante. ¡Te revelaste a nosotros «en un esplendor de gloria»! No se trata de aquellos pmaravllosos paisajes, sino precisamente del mundo interior. Siempre has sido la persona más íntegra de todas las que he conocido. Muchas veces dije que eres como una roca, un hombre de una pieza pero ahora esto incluso se ha intensificado, es difícil de describir.
Pero sé que se ha producido una transfiguración aunque aparentemente todo sigue igual; ¡y sin embargo, tan diferente! Ha cambiado la escala de valores y han cabiado las proporciones: el domingo lo vi muy laramente. Miras a la tierra como un pájaro desde lo alto, abrazas toda la tierra on tus brazos, y en esta dimensòn desaparece la persona y desaparece el ser humano, ¡se convierte sòlo en un punto uando se le mira desde arriba! Pero me alegro de que la soledad no te deprima, sino lo contrario; irradias esa fuerza que viene directamtne del cielo. Y aunque dijiste que somos las personas que sientes más ercanas y sé q eu es verdad, esta verdad ahora se convierte en una fuente de temor, y al mismos tiempo, en fuente de humildad: ¿Qué derecho deriva de esto? ¿Y que responsabilidad? Exclusivamente el derecho de ocultarse y descender a la profundidad de esta sustancia, de este ilenio del corazón.
He leído tu cart ay veo còmo ambian los acentos, ¿de la inquietu a la paz profunda en Dios! Una persona inequívocamente teocéntrica como siempre ha sido, aunque ahora esto se ha multiplicado: ¡simplemente el Santo Padre!
¡Que relación tiene el significado de la palabra «hermano» con esta transfiguración? Un Hermano muy grande; y nosotros, las personas más cercnas, pero yo presiente que esa cercanìa revela las dimensioens de la cruz. La cruz da derecho al sacrificio, al dolor, ¡a la abnegación!.
Regreso con el pensamiento al comienzo, a la capilla de la Virgen de Ostra Brama en la Iglesai Mariana. Al bajardel avión, coincidimos con el padre Czeslaw Obtulowicz, el cual, al despedirse de nosotros, dijo que se iba inmediatamente a la Iglesia Mariana a celebrar la Santa Misa, y yo le pedi que la celebrase en aquella apilla en la que justo hace 21 años me habìas dicho: «acude a la Santa Misa todos los dias». ¡ Y as`ha sido durante todos estos años!”a


Wanda Półtawska:  Diario de  una amistad - , La familia Połtawski y Karol Wojtyła, San Pablo 2011

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