“Demasiadas impresiones, no duermo Eres tan
diferente, estás tan transfigurado, ¡así me imagino el monte de Tabor! Allí
verdaderamente estaba el mismo Dios, Jesus, mientras que aquí está su
Representante. ¡Te revelaste a nosotros «en un esplendor de gloria»! No se
trata de aquellos pmaravllosos paisajes, sino precisamente del mundo interior.
Siempre has sido la persona más íntegra de todas las que he conocido. Muchas
veces dije que eres como una roca, un hombre de una pieza pero ahora esto
incluso se ha intensificado, es difícil de describir.
Pero sé que se ha producido una transfiguración aunque
aparentemente todo sigue igual; ¡y sin embargo, tan diferente! Ha cambiado la
escala de valores y han cabiado las proporciones: el domingo lo vi muy
laramente. Miras a la tierra como un pájaro desde lo alto, abrazas toda la
tierra on tus brazos, y en esta dimensòn desaparece la persona y desaparece el
ser humano, ¡se convierte sòlo en un punto uando se le mira desde arriba! Pero
me alegro de que la soledad no te deprima, sino lo contrario; irradias esa
fuerza que viene directamtne del cielo. Y aunque dijiste que somos las personas
que sientes más ercanas y sé q eu es verdad, esta verdad ahora se convierte en
una fuente de temor, y al mismos tiempo, en fuente de humildad: ¿Qué derecho
deriva de esto? ¿Y que responsabilidad? Exclusivamente el derecho de ocultarse
y descender a la profundidad de esta sustancia, de este ilenio del corazón.
He leído tu cart ay veo còmo ambian los acentos, ¿de
la inquietu a la paz profunda en Dios! Una persona inequívocamente teocéntrica
como siempre ha sido, aunque ahora esto se ha multiplicado: ¡simplemente el
Santo Padre!
¡Que relación tiene el significado de la palabra «hermano»
con esta transfiguración? Un Hermano muy grande; y nosotros, las personas más
cercnas, pero yo presiente que esa cercanìa revela las dimensioens de la cruz.
La cruz da derecho al sacrificio, al dolor, ¡a la abnegación!.
Regreso con el pensamiento al comienzo, a la capilla
de la Virgen de Ostra Brama en la Iglesai Mariana. Al bajardel avión,
coincidimos con el padre Czeslaw Obtulowicz, el cual, al despedirse de
nosotros, dijo que se iba inmediatamente a la Iglesia Mariana a celebrar la
Santa Misa, y yo le pedi que la celebrase en aquella apilla en la que justo
hace 21 años me habìas dicho: «acude a la Santa Misa todos los dias». ¡ Y as`ha
sido durante todos estos años!”a
Wanda
Półtawska: Diario de
una amistad - , La familia Połtawski y Karol Wojtyła, San Pablo 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario