En la tarde del 8 de marzo de 1964 durante los
ejercicios espirituales antes de su “presentación en sociedad” como Arzobispo
de Cracovia en la catedral de Wawel, el Obispo Karol Wojtyla abría su corazón a
amigos sacerdotes y laicos presentes presentando una breve retrospectiva de su
vida:
…”Lamento que el padre Pawela, mi maestro de religión
de la escuela primaria ya no esté con nosotros. Debemos tener presente a aquellos
que ya se han ido y recordarlos ante Dios, por eso recuerdo al padre Leonard
Prochownik, al canónigo Rospond, al canónigo Tadeusz Wlodyga…todos ellos
sacerdotes de Wadowice, quienes con su vida sacerdotal y su actitud de alguna
manera influyeron en mi vocación.
También debo mencionar a Mons. Kazimierz Figlewicz, quien fue mi maestro
de religión al comenzar mi escuela secundaria…y mas que maestro fue el director
de mi alma joven y algo difícil. Y que Dios
bendiga al catequista Rev. Dr. Edward Zacher, siempre fue fiel a Wadowice.
….los 25 años que nos separan de la graduación de
la escuela secundaria no nos han cambiado mucho, aunque muy pronto después de
la graduación atravesamos una experiencia historica mayor – muchos de mis amigos
y compañeros de escuela fueron héroes de la guerra de 1939, muchos murieron en
el frente, otros atravesaron las líneas de batalla…..cuando nos encontramos después
de 25 años para una reunión el año pasado tuve la impresión que esta guerra no
nos destruyo sino que nos fortaleció.
….Yo ya me encontraba en Cracovia en el otoño de
1938 como estudiante del Departamento de
Filologia polaca de la Facultad de Filosofía de Universidad Jaguellonica. Lamento
muchísimo que mi profesor Stanislaw Pigon no pueda estar aquí con nosotros hoy
debido a su delicado estado de salud.
Hubiese sido un eslabón importante en aquel periodo de mi vida corto,
pero tan importante ….
En 1939 mis estudios de filología polaca fueron
interrumpidos por la guerra y el arresto de los profesores. Entonces empezó un periodo de mi vida que fue
un verdadero desafío – pero cuando pienso en ello me doy cuenta que fue mucho más
llevadero que para muchos de mis colegas…..
Recuerdo esto con orgullo y gratitud hacia Dios –
que proveyó que trabajara como operario durante cuatro años. Fue en ese periodo
de mi vida que se despertaron y cristalizaron en mi las cuestiones más importantes
de mi vida y cuando decidí acerca de mi vocación.”
(de
Kalendarium of the Life of Karol Wojtyla, Adam Boniecki, Marians of the
Immaculate Conception, 2000)
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