Ciudad del Vaticano, 28 de julio de 2015
(Vis).-''Una bendición recíproca: El Papa Juan Pablo II y el Pueblo Judío'', es
el título de la exposición que se abre hoy en el Vaticano (Brazo de Carlomagno,
29 julio- 17 septiembre) después de haber recorrido diversas capitales
estadounidenses y a haber sido vista por más de un millón de visitantes.
La muestra, concebida como un regalo a san Juan
Pablo II para su 85 cumpleaños, se inauguró en la Xavier Universidad de Cincinatti
(EE.UU) el 18 de mayo de 2005, apenas un mes después de la muerte del
Pontífice. Ahora llega a Roma y sus organizadores quisieran que una de sus
etapas europeas fuera Cracovia, la ciudad polaca de la que Karol Wojtyla fue
arzobispo.
''Una bendición recíproca'', describe los pasos
del Pontífice para mejorar la relación entre la Iglesia Católica y el pueblo
judío y refleja la actualidad de la declaración conciliar ''Nostra Aetate'',
emanada hace cincuenta años en la que se expresa el aprecio de la Iglesia
Católica por las otras religiones, y se reafirman los principios de fraternidad
universal, de amor y de no discriminación.
Financiada por diversas universidades y privados
que creen en el diálogo interreligioso como fuente de progreso para la humanidad,
la exposición narra en cuatro secciones, a través de fotos, vídeos ,
grabaciones y otras fuentes interactivas, las relaciones de Juan Pablo II con
los que él mismo definió durante su histórica visita a la sinagoga de Roma el
13 de abril de 1986 como ''nuestros hermanos mayores''.
La primera sección ilustra los años juveniles de
Karol Wojtyla en su Wadowice natal, la amistad, que duró toda la vida, con el
joven judío Jerzy Kluger y las relaciones entre católicos y hebreos en Polonia
en la década de 1920-1930. La segunda sección está dedicada a los años
universitarios y laborales del Papa en Cracovia, durante la Segunda Guerra
Mundial, no lejano de sus amigos que conocen el terror de la shoah. La tercera
describe la vida sacerdotal y episcopal del pontífice santo, el evento del
Concilio Vaticano, que marca un cambio de rumbo en la relación entre judíos y
cristianos, y la estrecha relación del cardenal arzobispo de Cracovia con la
comunidad judía de su archidiócesis.
La última sección abarca
la figura de Wojtyla como Sucesor de Pedro, su visita a la sinagoga romana y el
viaje que efectuó a Israel en el año 2000 cuando dejó en el Muro Occidental de
Jerusalén una oración pidiendo el perdón divino por el trato que habían
recibido en pasado los judíos y para reafirmar el recorrido fraternal de los
católicos junto al Pueblo de la Alianza. Llegados aquí, los visitantes de ''Una
bendición recíproca'', están invitados a escribir una oración que se introduce
en una reproducción del Muro, como hizo Juan Pablo II. Las oraciones así
recogidas, se depositarán en el Muro Occidental sin ser leídas.
(fuente: VIS News)
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