Capítulo
I, I. El elemento de la oración en la poesía juvenil de Karol Wojtyla
Capitulo
I, 1. Las ediciones de la poesía de Karol Wojtyla.
(el
contenido de ambos apartados es similar
– casi igual – a la Introducción, creo que no hace falta repetirlos por eso continúo
con el apartado siguiente donde el autor Machniak comienza el análisis de
poemas y características particulares.)
Capitulo
I, 2. El adiós a su madre
La colección Reneswansowy psalterz/Salterio
renacentista comienza con un poema emotivo titulado Nad Twoją biała mogilą
(Sobre tu blanca tumba) dedicado a Emilia, la madre de Karol Wojtyla muerta
prematuramente. Pareciera ser el primer poema de Karol Wojtyla compuesto en la
primavera de 1939. El autor se detiene ante la tumba y piensa en la imagen de
su madre que guarda en lo profundo de su alma y corazón. En una plegaria que se
entremezcla con sueños teje una conversación con su madre, a quien continua sintiéndola
muy cercana y espiritualmente presente en su vida como “espiritu alado”
“oh, cuanto hace…/que distante parece todo hoy”. En un monologo interno,
emerge a la memoria su niñez aunque su tumba ya se halla “cerrada” hace tantos
años.
En
el poema predomina el blanco. Las flores
blancas que florecen sobre la tumba son símbolo de vida y paz, tan incomprensible como la muerte. La tumba de la madre también es blanca
recordando la muerte y el sentimiento de incapacidad con que el poeta recuerda su
niñez. Sin embargo, desde la tumba de la
madre, también “emana un brillante
silencio” en el cual puede distinguirse claramente una luz “Sobre su blanca
tumba/que irradia un brillante silencio, / como si se elevara,/como si la
esperanza se fortaleciera”. Una luz
blanca que emana del blanco se convierte en esperanza que nace del encuentro
allí ante la tumba.
En
una atmosfera de melancolía, tristeza y pesar, es la figura del poeta orante la
que aparece en primer plano. Se arrodilla ante la tumba rendido en sentimiento
de nostalgia por tiempos pasados y ante el inexorable poder de transición.
“Sobre tu blanca tumba/me arrodille acongojado/oh cuanto tiempo hace”. A pesar
de la profunda tristeza que anida en su corazón, el silencio que el poeta experimenta
allí delante de la tumba de su madre, también engendra esperanza. Finalmente,
el dialogo que es todo pena y tristeza se convierte en suspiro y una sencilla
oración que expresa el agradecimiento del poeta por el amor. “…oh Madre – amor
extinguido – mis labios susurraron con impotencia: / concédele el descanso
eterno – “.
El
lamento Nad Twoją białą mogiłą/Sobre tu blanca tumba/ es el encuentro del poeta
maduro con la experiencia de la madre muerta que ha dejado una marca indeleble
en su corazón. Su madre constituye parte de su vida y continua estando presente
en ella. No obstante, el poema también es una expresión de la aceptación del misterio
de la muerte de una persona cercana y sintiendo la presencia de la persona a
otro nivel espiritual.
(guía del contenido completo en Prólogo)
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