Han pasado ya
cinco años de aquel día de fiesta. Fiesta de polacos porque sería canonizado su
santo pastor, y fiesta de los argentinos porque la ceremonia era presidida por
un Papa argentino. Profunda emoción para todos.
Recuerdos imborrables
de aquel día y previamente del día de la beatificación. Y experiencia que nunca
olvidare en mi colaboración en la revista de la Postulación.
Nada podría agregar
en palabras a aquellos días de la canonización, ni tampoco a los de la beatificación , que no haya
escrito en mis diarios publicados completos en este blog.
La única palabra
que no me canso de repetir y que repito a diario es GRACIAS, gracias por tanto!
Gracias por todo!
Juan Pablo II intercede
por nuestra patria, por la paz, por la unidad, por la concordia entre todos.
Intercede también por la paz en todo el mundo! Tu que supiste ser pacificador
en tiempos difíciles y has pregonado la Misericordia Divina desde joven; los tiempos han cambiado pero la paz sigue
tambaleando en tantos lados. Intercede por nosotros todos y el mundo entero
ante Jesus Misericordioso. Tú que ante cualquier dificultad no dudaste de tu
lema Totus Tuus intercede ante nuestra Madre Maria por nosotros y el mundo
entero.
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