La
fase reciente
Tras
la muerte de su fundador, el Instituto aparece ahora más vivo y fecundo que
nunca. El 18 de enero de 2006 es nombrado nuevo presidente Mons. Livio Melina,
que durante el cuatrienio anterior había sido ya Vicepresidente de la Sección
Central del Instituto. De este modo, el Papa Benedicto XVI vuele a distinguir
las dos figuras de Rector de la Universidad y Presidente del Instituto, lo que
pone de relieve cómo, después de la muerte de Juan Pablo II, el Instituto tiene
una personalidad y una misión singulares.
La
fase actual está marcada por la celebración del XXV aniversario del Instituto,
con el Congreso Internacional “Amar el amor humano. La herencia de Juan Pablo
II sobre el matrimonio y la familia”. En el curso de esta celebración, su
Santidad Benedicto XVI concede al Instituto una inolvidable audiencia, en la
que tomaron parte más de 1200 personas, entre participantes al Congreso y
ex-alumnos. El discurso del Santo Padre en esta ocasión, confirma la misión del
Instituto, como una reflexión sobre la verdad del amor al servicio de la nueva
evangelización. Así, la fase actual viene marcada por la gran herencia recibida
por Juan Pablo II y, al mismo tiempo, por el horizonte abierto con la EncíclicaDeus caritas est. Esta
Encíclica ha sido acogida por los profesores del Instituto como un auténtico
estímulo y fuente de inspiración para su trabajo, de modo que en breve tiempo
han preparado un comentario al texto pontificio, regalado después al Santo
Padre con ocasión de la audiencia del 11 de mayo, traducido en tres lenguas. La
vía del amor se configura, por tanto, como la vía a recorrer en la reflexión
sobre el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia, una vía
privilegiada, porque es la vía que Dios ha elegido para revelarse al hombre y,
al mismo tiempo, para que el hombre se acerque a Él.
Los
retos del Instituto en esta nueva fase han sido manifestados en el discurso que
el Presidente, el Profesor Livio Melina, ha dirigido a los participantes al
Congreso con ocasión del XXV aniversario. En primer lugar se trata de ver la
fecundidad de la herencia que el Siervo de Dios Juan Pablo II ha dejado, una
fecundidad que el mismo Instituto ha explorado, organizando la II Semana
Internacional de Estudio, que tiene como tema “La familia cristiana para la
vida del mundo”, y que reunirá más de 200 profesores y doctorandos en agosto de
2007. En segundo lugar, se nota cómo el tiempo ha madurado para una nueva
expansión del Instituto, por lo que los contactos iniciados para abrir nuevas
secciones se están consolidando así como, al mismo tiempo, se han establecido
nuevos contactos como por ejemplo con Corea y con algunas naciones de la Europa
ex-comunista.
Como
hemos podido apreciar en los breves trazos puestos en evidencia, es una
historia marcada por el carisma personal del Siervo de Dios el Papa Juan Pablo
II, que ha sabido transmitir a la primera generación de profesores y que ha
sido después transmitida por estos a los alumnos y profesores que han entrado
en contacto con el Instituto, formando así una verdadera comunidad académica
animada por una auténtica amistad intelectual.
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