Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

miércoles, 3 de marzo de 2010

Visita cardenal Stanislaw Dziwisz a Cuba (4)

“¡Escuchen la voz de Cristo!”

“2. Antes de llegar a esta celebración… repasé lo que Juan Pablo II dijo a los jóvenes cubanos en el mensaje que les dirigió en Camagûey. El siguiente es un breve fragmento de sus palabras. “He venido a cuba como mensajero de la verdad y la esperanza para traerles la Buena Noticia, para anunciarles «el amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro» (Rm. 8,39). Solo este amor puede iluminar la noche de la soledad humana: solo él es capaz de conformar la esperanza de los hombres en la búsqueda de la felicidad (…) Y el Papa continuó diciendo: “¡Escuchen la voz de Cristo! En la vida de ustedes esta pasando Cristo y les dice: «Síganme». No se cierren a su amor. No pasen de largo. Acojan su palabra. Cada uno ha recibido de él un llamado. El conoce el nombre de cada uno. Déjense guiar por Cristo en la búsqueda de lo que les puede ayudar a realizarse plenamente. Abran las puertas de su corazón y de su existencia a Jesús «el verdadero héroe, humilde y sabio, el profeta de la verdad y del amor, el compañero y el amigo de la juventud».

[…]
Se aproxima el quinto aniversario de la ausencia física del Papa Juan Pablo II. A lo largo de los treinta y nueve años durante los cuales he estado junto a él he podido observar su oraciòn y trabajo, su servicio a la Iglesia en Cracovia y luego en el mundo entero. He sido testigo de su santidad de su entrega incondicional a Dios, su insuperable servicio. El le entregó a Jesucristo su corazón entero, por eso proclamaba el Evangelio en todos los continentes. Por eso esperamos con fervor el momento en que este gran servidor de Dios sea llevado a los altares.
Así podrá ser aún más nuestro compañero de viaje. Nos ayudar a descifrar las señales presentes en el mundo contemporáneo y a enfrentar nuevos desafíos. El desde un primer momento nos dijo: ¡No tengan miedo de acoger a Cristo y de aceptar su potestad (…) ¡No teman! ¡Abran más todavía abran de par en par las puertas a Cristo! (…) Permitan que Cristo hable al hombre. ¡Sólo él tiene palabras de vida, sí de vida eterna (22/10/1979) Estas palabras siguen estando vigentes. Tomémoslas como un regalo y como un deber que hemos de cumplir.
Como ustedes saben Juan Pablo II era profundamente mariano. Como no recordar estando yo tan cerca de èl la gran emoción que le embargó cuando el 24 de enero de 1998 en Santiago de Cuba, coronó la bellísima y querida imagen de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, Madre, Reina y Patrona de Cuba. De la mano de Maria “abran de par en par las puertas a Cristo” ¡Se los deseo de todo corazón!”

(de la Homilía pronunciada por el Eminentísimo Sr. Cardenal Stanislaw Dziwisz, Arzobispo de Cracovia en la Eucarística celebrada con los jóvenes en la Parroquia de San Francisco de Paula, Arquidiócesis de La Habana el 23 de febrero de 2010)

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