“Primero se fue llenando el templo, sin apreturas. Luego ya más estrechos. La capilla de día. El coro. Pasillos, presbiterio. Hall de entrada. Y seguían viniendo. Con sus banderas y estandartes, sus signos, su alegría contagiosa. Jamás habíamos visto la iglesia así. Ni siquiera el día de la dedicación del templo. Se fueron acomodando en el exterior, alrededor del templo. Algunos incluso en la calle. Ofrecimos la parroquia para unos quinientos. Hemos pasado de los mil doscientos.
Vibrante el coro animando a la gente antes de comenzar. Cantos, palmas, movimiento, gozo. Gente en los bancos, en el suelo, apenas ha quedado sitio libre en el presbiterio. Monseñor Gousti, feliz, sabiendo contactar…..
Los jóvenes han rezado, han cantado, han sabido guardar silencio para rezar desde lo más hondo. Monseñor les pedía que aprendieran a orar: a leer la escritura, a meditar qué les dice de forma personal, a no tener miedo a cambiar la vida según el Señor les pide. Y los jóvenes han escuchado con atención.
Por donde vayas por Madrid todo es alegría y ganas de convivir y vivir en Cristo y para Cristo… Rezad para que esta explosión de vida sea vida evangélica que transforme vidas para siempre y sean totalmente de Cristo en el sacerdocio, la vida consagrada, la familia cristiana.”
del blog del padre Jorge (Parroquia Beata María Ana Mogas, en el barrio de Tres Olivos, de Madrid)
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