El mismo Santo Padre Benedicto XVI nos explicaba el motivo de su visita a la Republica de Benin - país de África occidental que limita al oeste con Togo y Burkina Faso, al este con Nigeria y al norte con Níger - en su entrevista con los periodistas durante el vuelo hacia Benin:
Porque ha pensado que sería precisamente Benin el país indicado para lanzar un mensaje a la África de hoy y del futuro? Le preguntaba el Padre Lombardi y
el Santo Padre respondía:
Son varias las razones.
Son varias las razones.
La primera es que Benín es un país en paz: interna y externa. Las instituciones democráticas funcionan en un clima de libertad y responsabilidad avalando la justicia y el trabajo por el bien común, garantizados por el funcionamiento del sistema democrático y el sentido de responsabilidad en libertad.
La segunda es que, tal como ocurre en la mayor parte de los países africanos, tenemos una presencia de diversas religiones que conviven pacíficamente entre ellas. Están los cristianos en su diversidad, no siempre fácil, hay musulmanes y además tenemos las religiones tradicionales, y todas estas diversas religiones conviven en respeto reciproco y en común responsabilidad por la paz, por la reconciliación interna y externa. Creo que esta convivencia entre religiones, el dialogo interreligioso como factor de paz y de libertad es un aspecto importante, también en la Exhortación apostólica post-sinodal.
La segunda es que, tal como ocurre en la mayor parte de los países africanos, tenemos una presencia de diversas religiones que conviven pacíficamente entre ellas. Están los cristianos en su diversidad, no siempre fácil, hay musulmanes y además tenemos las religiones tradicionales, y todas estas diversas religiones conviven en respeto reciproco y en común responsabilidad por la paz, por la reconciliación interna y externa. Creo que esta convivencia entre religiones, el dialogo interreligioso como factor de paz y de libertad es un aspecto importante, también en la Exhortación apostólica post-sinodal.
Y la tercera razón se debe a que es el país de mi querido amigo, el cardenal Bernardin Gantin : siempre tuve el deseo de poder rezar ante su tumba. Para mí fue un verdadero amigo y por ello visitar el país del Cardenal Gantin, como un gran representante de la África católica y de la África humana y civil, era para mi uno de los motivos de visitar el país.
El padre Lombardi además le pregunta:
En la apertura del Sínodo Africano en Roma usted hablo de África como de un gran “pulmón espiritual para la humanidad en crisis de fe y de esperanza” Pensando en los grandes problemas de África, esta expresión pareciera casi desconcertante. En qué sentido piensa usted que África pueda brindar fe y esperanza para el mundo? Piensa que África también cumple un rol en la evangelización del resto del mundo?
En la apertura del Sínodo Africano en Roma usted hablo de África como de un gran “pulmón espiritual para la humanidad en crisis de fe y de esperanza” Pensando en los grandes problemas de África, esta expresión pareciera casi desconcertante. En qué sentido piensa usted que África pueda brindar fe y esperanza para el mundo? Piensa que África también cumple un rol en la evangelización del resto del mundo?
El Santo Padre responde:
Naturalmente África tiene grandes problemas y dificultades, como toda la humanidad tiene grandes problemas. Si yo pienso en mi juventud era un mundo totalmente diferente al de hoy. A veces pienso que vivo en otro planeta respecto a mi niñez. La humanidad se encuentra en un proceso cada vez más veloz y rápido de transformación. Para África este proceso de los últimos 50-60 años – partiendo de la independencia, después el colonialismo, hasta llegar a los días de hoy – ha sido un proceso muy exigente, naturalmente también muy difícil, con grandes dificultades y problemas que aun no han sido superados. Sin embargo, esta lozanía del sí a la vida que existe en África, esta juventud, llena de entusiasmo y de esperanza, también de humor y alegría, que nos muestra que existe una reserva humana, que hay una lozanía del sentido religioso y de la esperanza: que hay una percepción de la realidad metafísica, de la realidad total en Dios: no esta reducción al positivismo, que limita nuestra vida y la torna árida y además apaga la esperanza. Por lo tanto diría un humanismo lozano que se encuentra en el alma joven de África, no obstante todos los problemas que existen y que seguirán existiendo, nos muestra que hay una reserva de vida y de vitalidad para el futuro, con la cual podemos contar.
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