(altar en la capilla de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en la Basílica de la Presentación de la Virgen Maria de Wadowice)
El profundo amor que Karol Wojtyla/Juan Pablo II profesaba a Maria anidaba en su corazón desde su niñez y temprana juventud en Wadowice y después en Cracovia, confirmada públicamente en sus peregrinaciones marianas junto a su padre y después como sacerdote a santuarios marianos polacos; expresado total y fielmente más tarde en su lema Totus Tuus. En realidad toda la historia cristiana de Polonia está enraizada y se apoya firmemente en la Reina de Polonia. En su primer viaje apostólico a su patria Juan Pablo II en su visita a Jasna Gora reveló públicamente, ya como Papa, ese sentimiento que “palpitaba y palpita en el corazón de todos los polacos” esa "santa costumbre" del corazón, elaborada por la fe de tantas generaciones, comprobada por la experiencia cristiana de tantos siglos y profundamente arraigada en mi alma,” ese sentimiento que fue llevado “desde Polonia a la Cátedra de San Pedro en Roma”.
Todos fuimos testigo de aquella fidelidad y entrega a Maria durante todo su pontificado en diversas expresiones, momentos y documentos. Cito aquí algunos de aquellos momentos y documentos ocurridos significativamente un 25 de marzo, festividad de la Anunciación del Señor
25 de marzo de 1984 - Exhortación Apostólica Redemptionis Donum dirigida a los religiosos y religiosas sobre su consagración a la luz del Misterio de la Redención
25 de marzo de 1987 - Carta apostólica Redemptoris Mater sobre la Bienaventurada Virgen Maria en la vida de la Iglesia peregrina
25 de marzo de 1995 CartaEncíclica Evangelium Vitae a obispos, sacerdotes y diáconos, religiosos y religiosas, fieles laicos y a todas las personas de buena voluntad sobre el valor y el carácter inviolable de la vida humana
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