contigo, Madre de Cristo:
contigo, que has participado
en sus sufrimientos ("conduluit")...
Tú nos conduces al Corazón de tu Hijo
agonizante en la cruz:
cuando en su despojamiento
se revela hasta el fondo como Amor.
Oh
Tú, que has participado
en sus sufrimientos,
permítenos perseverar siempre
abrazando este misterio.
¡Madre
del Redentor!
¡Acércanos
al Corazón de tu Hijo!
(del Ängelus delPapa Juan Pablo II del 31 de agosto de 1986
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