Adiós Cuba!
Su partida bajo una “impertinente llovizna”
Su partida bajo una “impertinente llovizna”
el sitio de la Arquidiócesis la recordaba como
“la partida de nuestra patria del Santo Padre Juan Pablo II. En aquella ocasión, el 25 de enero de 1998, el Papa, saliéndose del texto oficial que había preparado para la ocasión (que resumía en cierto modo su visita pastoral a Cuba), improvisó:
“Una última palabra sobre la lluvia: Ahora ha cesado, pero después de mi visita a la Catedral de La Habana ha llegado una lluvia bastante fuerte. Me ponía la cuestión de por qué después de estos días calurosos, después de este Santiago de Cuba donde hacía grande calor... ¡lluvia! Podía ser un signo porque los cielos cubanos lloran porque el Papa se va, porque nos está dejando... pero sería una hermenéutica superficial. Cuando nosotros cantamos en la liturgia en Adviento: “Cielos lloved vuestra justicia”, aquella me parece la hermenéutica más profunda. Nuestra lluvia de las últimas horas de permanencia en Cuba puede significar un Adviento: “Cielos lloved vuestra Justicia, ábrete tierra has germinar al Salvador”, y yo quiero expresar mis votos porque esta lluvia sea un signo bueno de un nuevo Adviento de vuestra historia”, concluía el Papa.
“Una última palabra sobre la lluvia: Ahora ha cesado, pero después de mi visita a la Catedral de La Habana ha llegado una lluvia bastante fuerte. Me ponía la cuestión de por qué después de estos días calurosos, después de este Santiago de Cuba donde hacía grande calor... ¡lluvia! Podía ser un signo porque los cielos cubanos lloran porque el Papa se va, porque nos está dejando... pero sería una hermenéutica superficial. Cuando nosotros cantamos en la liturgia en Adviento: “Cielos lloved vuestra justicia”, aquella me parece la hermenéutica más profunda. Nuestra lluvia de las últimas horas de permanencia en Cuba puede significar un Adviento: “Cielos lloved vuestra Justicia, ábrete tierra has germinar al Salvador”, y yo quiero expresar mis votos porque esta lluvia sea un signo bueno de un nuevo Adviento de vuestra historia”, concluía el Papa.
Y agregaba el comentario
“Que esta visita a Cuba del Cardenal Dziwisz, quien sirvió como Secretario por casi cuatro décadas al Papa Juan Pablo II… haga germinar en Cuba los frutos de la semilla lanzada por el sembrador, conscientes de que unas, como en la parábola evangélica, caerán a lo largo del camino y serán pisadas; otras serán comidas por las aves, otras caerán sobre corazones de piedra y, después de brotar, se secarán; otras caerán en medio de obstáculos y, aún germinando y creciendo en medio de ellos, se dejarán ahogar por los obstáculos. No obstante, tenemos la confianza y la certeza de que una parte de las semillas caerá en tierra buena y creciendo darán fruto y fruto abundante.
¿Una palabra conclusiva sobre la visita del Cardenal Dziwisz a Cuba?
¿Una palabra conclusiva sobre la visita del Cardenal Dziwisz a Cuba?
– termina diciendo el informe de la Arquidiócesis. Ella no puede ser otra que la que da el propio Jesús al finalizar la parábola del sembrador: “El que tenga oídos para oír, que oiga” (Mc 4, 9).
Invito visitar
Fotorreportaje de la visita - Arquidiócesis de La Habana
Fotorreportaje de la visita - Arquidiócesis de La Habana
2 comentarios:
Muchas gracias por tu apoyo, Ljudmila, lo necesitamos.
¿Ejemplo para otros? en algunas cosas sí, otras son para enrojecer (saqueos) y olvidar.
Un beso
Si es verdad hubo saqueos, pero hay muuuuuchas otras cosas que estan pasando que nos muestran lo solidario que es el pueblo chileno, la manera que han armado redes, se han organizado grupos de voluntarios, profesinales en todas las ramas dispuestos a ayudar.... Hasta se han reconocido errores, algo no tan comun! Es un ejemplo de verdad! (quitemos los saqueos:) Un abrazo.
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