«Fuiste fiel al magisterio de la Iglesia y tuviste preocupación por la divulgación de la doctrina evangélica, teniendo ante ti la exhortación del Redentor: si permanecéis fieles a mi palabra, seréis en verdad mis discípulos, conoceréis la verdad y la verdad os hará libres».
(de las felicitaciones del Beato Juan Pablo II al cardena Deskur con motivo del 50 aniversario de su ordenación sacerdotal – haciendo referencia al su lema episcopal Veritas vos liberabit ("La verdad os hará libres")
El 3 de septiembre pasado murió el cardenal Andrzej Maria Deskur , gran amigo de Karol Wojtyla / Juan Pablo II.
El 3 de septiembre pasado murió el cardenal Andrzej Maria Deskur , gran amigo de Karol Wojtyla / Juan Pablo II.
Hoy 6 de septiembre se ha celebrado su funeral en Roma con la presencia del Cardenal Franciszek Macharski, en representación de la Arquidiócesis de Cracovia, otros 30 cardenales - entre ellos sus compatriotas Rylko y Grocholewski – y obispos de la Curia Romana.
El próximo lunes 12 de septiembre, el cardenal Stanisław Dziwisz, arzobispo de Cracovia, celebrará la Misa funeral en el santuario de la Divina Misericordia en Cracovia. Concluida la ceremonia el cardenal Deskur será sepultado en el Santuario Beato Juan Pablo II, en honor a la amistad con el beato y a su profunda devoción a la Divina Misericordia.
El cardenal Deskur había nacido el 29 de febrero 1924 como uno de los siete hijos de Andrés y Stanislawa Deskur de Kosseckich en Sancygniowie (diócesis de Kielce). Fue amigo incondicional de Karol Wojtyla desde los años en el seminario clandestino de Cracovia, aunque no fueron ordenados juntos, pues en 1948 el cardenal Sapieha decide enviar al joven Deskur a proseguir sus estudios en Suiza. Allí recibe su doctorado, y allí fue ordenado sacerdote, por la imposibilidad de regresar a su patria, entonces ya detrás de la cortina de hierro. Tras algunos años de actividad pastoral como capellán en Suiza y Francia es llamado a Roma, donde prosigue sus estudios y se desempeña en diferentes tareas: subsecretario de la Pontificia Comisión de Cinematografía, Radio y Televisión (1954-1964), secretario de la Comisión Preparatoria de la Secretaría de Prensa durante el Concilio Vaticano II (1960-1962), perito para la Asamblea del Consejo ( 1962-1965). Fue, además, miembro de varias comisiones conciliares.
El próximo lunes 12 de septiembre, el cardenal Stanisław Dziwisz, arzobispo de Cracovia, celebrará la Misa funeral en el santuario de la Divina Misericordia en Cracovia. Concluida la ceremonia el cardenal Deskur será sepultado en el Santuario Beato Juan Pablo II, en honor a la amistad con el beato y a su profunda devoción a la Divina Misericordia.
El cardenal Deskur había nacido el 29 de febrero 1924 como uno de los siete hijos de Andrés y Stanislawa Deskur de Kosseckich en Sancygniowie (diócesis de Kielce). Fue amigo incondicional de Karol Wojtyla desde los años en el seminario clandestino de Cracovia, aunque no fueron ordenados juntos, pues en 1948 el cardenal Sapieha decide enviar al joven Deskur a proseguir sus estudios en Suiza. Allí recibe su doctorado, y allí fue ordenado sacerdote, por la imposibilidad de regresar a su patria, entonces ya detrás de la cortina de hierro. Tras algunos años de actividad pastoral como capellán en Suiza y Francia es llamado a Roma, donde prosigue sus estudios y se desempeña en diferentes tareas: subsecretario de la Pontificia Comisión de Cinematografía, Radio y Televisión (1954-1964), secretario de la Comisión Preparatoria de la Secretaría de Prensa durante el Concilio Vaticano II (1960-1962), perito para la Asamblea del Consejo ( 1962-1965). Fue, además, miembro de varias comisiones conciliares.
Junto con Karol Wojtyla colaboraron en la preparación de la constitución conciliar sobre la Iglesia Gaudium et Spes, y la declaración de los medios de comunicación del Inter Mirifica. En 1973 el Obispo Deskur es nombrado presidente de la Comisión Pontificia (ahora Consejo) para las Comunicaciones Sociales y fue Presidente emérito hasta su muerte.
Creado cardenal por su amigo Juan Pablo II en el Consistorio del 25 de mayo de 1985, Deskur fue colaborador de cuatro Papas, desde Pío XII a Juan Pablo I y acompañó el pontificado de Juan Pablo II desde sus inicios.
Creado cardenal por su amigo Juan Pablo II en el Consistorio del 25 de mayo de 1985, Deskur fue colaborador de cuatro Papas, desde Pío XII a Juan Pablo I y acompañó el pontificado de Juan Pablo II desde sus inicios.
Era uno de los pocos polacos en Roma después del Concilio Vaticano II y fue “guía de Karol Wojtyla por los laberintos del Vaticano”. Karol Wojtyla conto con su apoyo, sus consejos, sus oraciones y después con su sufrimiento durante los 30 años de enfermedad.
Deskur había quedado hemipléjico debido a un severo derrame cerebral el 13 de octubre de 1978, solo días antes del cónclave. Ya no podría serle de guia a su amigo, pero lo acompañaría con sus oraciones y su sufrimiento, como lo revela el Papa Juan Pablo II mismo en Levantaos Vamos.
En un Mensaje a la madre del Obispo Deskur Juan Pablo II le decía que su querido amigo le había preparado para lo que iba a suceder el 16 de octubre, “él me enseñó lo que la Santa Sede es en realidad y me facilitó los contactos de los líderes de la Iglesia de Europa y de todo el mundo”. Deskur, después de la elección de Karol Wojtyla al pontificado, limitado a su silla de ruedas demostró ser un verdadero amigo diciendo
“ Mi misión ahora es apoyar al Santo Padre con mi sufrimiento”
En su Mensaje al cardenal Stanislaw Dziwisz el Santo Padre Benedicto XVI escribe: «Ligado por vínculos de antigua y profunda amistad con el beato Juan Pablo II el Card. Deskur «deja el recuerdo de una vida entregada a la adhesión coherente y generosa, a su propia vocación, como piadoso y celoso sacerdote, que enriqueció su ministerio, aceptando la enfermedad con evangélica resignación».
En su Mensaje al cardenal Stanislaw Dziwisz el Santo Padre Benedicto XVI escribe: «Ligado por vínculos de antigua y profunda amistad con el beato Juan Pablo II el Card. Deskur «deja el recuerdo de una vida entregada a la adhesión coherente y generosa, a su propia vocación, como piadoso y celoso sacerdote, que enriqueció su ministerio, aceptando la enfermedad con evangélica resignación».
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