Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

martes, 22 de julio de 2014

Jerzy Kluger : Irene Kluger habla de su esposo Jerzy (2 de 2)


(Irene y Jerzy Kluger en su casa en Roma)

En su tan conocido y ameno libro Cruzando el Umbral de la Esperanza, escrito con Vittorio Messori, Juan Pablo II escribe: 

“Deseo comentar también mi experiencia personal desde los primerísimos años de mi vida en mi ciudad natal. Recuerdo sobre todo la escuela elemental de Wadowice, en la que, en mi clase, al menos una cuarta parte de los alumnos estaba compuesta por chicos judíos. Y quiero mencionar mi amistad, en aquellos tiempos escolares, con uno de ellos, Jerzy Kluger, amistad que ha continuado desde los bancos de la escuela hasta hoy.” 

De esta manera el mundo supo de la amistad entre el Papa y un judío polaco, quien murió en Roma a los 90 años, seis años después de la muerte de su amigo Juan Pablo II.  Jerzy Kluger fue enterrado en el sector judío del cementerio de Prima Porta. Siete días después del entierro se llevo a cabo una conmemoración solemne en su honor, presidida por un rabino de Roma, en presencia de la viuda de Kluger Irene y su hija Linda (la segunda hija de Jerzy Kluger ya había muerto) y altas autoridades.  En el cementerio se escuchaban los ecos del Kaddish,  una plegaria judía por los muertos.  Al finalizar la ceremonia  Wlodzimierz Redzioch  habló con Irene Kluger en recuerdo de su esposo, patriota polaco y amigo de Juan Pablo II.

Jerzy Kluger y su esposa Irene, católica, en su casa en Roma….Cuando y en que circunstancias conoció a Jerzy Kluger?

Irene Kluger: Conoci a mi esposo durante la Guerra en Egipto, precisamente después de la batalla de El Alamein en 1942. Yo era oficial del ejercito británico y mi esposo oficial del ejercito polaco del General Anders, que luchó con los aliados. Le comento como se encontró mi esposo en  Egipto: al desatarse la 2da Guerra Mundial Jerzy dejó Wadowice y se dirigió al este con su padre para alistarse en el ejercito polaco. En 1940 fueron tomados prisioneros por los soviéticos y enviados a un campo de trabajos forzados en Siberia. Al aliarse los Estados Unidos con la Unión Soviética en contra de Alemania, muchos prisioneros polacos en la Unión Soviética pudieron alistarse en el ejercido del General Anders.  Este ejercito llega hasta Egipto a través de Uzbekistan y el Medio Oriente.  Yo me encontraba en Alexandria y el Cairo.  Me encontré a Jerzy porque practicaba el tenis igual que yo. Entonces podíamos jugar tenis en el club de los oficiales y fue allí donde nos vimos por primera vez.

Asi que se vieron y se enamoraron?

Kluger: Si, nos casamos en El Cairo. Lamentablemente la Guerra continuaba y Jerzy debió partir con el ejercito polaco y luchar en la campaña italiana, incluida la batalla de Monte Cassino. Yo regresé a Inglaterra,  y Jerzy pudo unirse conmigo terminada la Guerra.  Entonces entro en la Universidad de Nottingham, donde se graduó en ingeniería.

Porqué usted que es irlandesa y su esposo polaco deciden establecerse en Italia?

Kluger:  Mi esposo comenzó a trabajar con Italia.   También habíamos ido a Italia de vacaciones, visitamos San Remo y Positano,  entre otros nos enamoramos de este país.  Además nos gustaba el clima: mi hija menor, que sufría de asma, se sentía mejor en Italia que en Inglaterra; y aquí Jerzy podia jugar tenis todo el año (realmente era un deporte que le entusiasmaba) Así que decidimos radicarnos aquí.

Y como fue vivir en Italia?

Kluger: Cuando llegamos en 1950 Italia era un paraíso. Ademas, eramos jóvenes y veníamos llenos de entusiasmo.

Como católica, usted hizo bautizar a sus hijas y les dio una educación católica.  Quiere decir que su esposo era muy respetuoso en temas religiosos?

Kluger:  Mi esposo, al igual que su padre, eran creyentes judíos, pero muy tolerantes.   La familia de Jerzy no vivía en un ghetto, y tenían muchos amigos polacos católicos.  Además, uno se considera judío si tiene una madre judía, así que mis hijas, habiendo sido nacidas de una madre católica no eran judías y podían ser bautizadas.

El Cadenal Dziwisz se refirio a Jerzy Kluger como “un gran patriota polaco”.  Que le decía su esposo sobre Polonia y como sentía su país? 

Kluger: Es verdad, mi esposo era un gran patriota polaco. Me lo confirmaba a diario durante los 60 años de vida juntos. Supongo que no hace falta aclarar que hablaba de la Polonia de su infancia y juventud, pero también de Karol Wojtya.   No mostraba gran interés en la situación política de la Polonia de hoy, prefería leer los clásicos de la literatura polaca.  Todos los años participaba de la conmemoración de la batalla de Monte Cassino.

Jerzy Kluger peleó en la batalla de Monte Cassino como soldado del ejercito polaco del General Anders.  Éste fue un hecho histórico   muy importante para el pueblo polaco….

Kluger:  Jerzy siempre recordaba esos momentos muy vividamente.  Me lo repetía a menudo. Debemos recordar que por su participación en esta batalla mi esposo recibió una condecoración muy importante polaca “Polonia restituta”. Ademas, no hace mucho las autoridades lo promovieron de capitán a mayor. 

Cuando se enteré de la amistad entre estos dos niños de Wadowice Jerzy Kluger y Karol Wojtyla?

Kluger: Durante el Concilio Vaticano II mi esposo leyó en los diarios que el nombre del arzobispo de Cracovia era Karol Wojtyla  y recordó a su amigo de Wadowice.  Fue a un instituto polaco para averiguar, pero Wojtyla no estaba allí, así que dejo su numero de teléfono.  Poco tiempo después, Wojtyla llamo a la oficina diciendo”Eres tu Jurek Kluger?  Cuando Jerzy contestó: si!  le dijo que debían verse pronto.  Así que estos dos amigos de Wadowice se reencontraron después de 25 años. A partir de ese momento ya no perdieron contacto.   Cuando el cardinal Wojtyla estaba en Cracovia, se escribían o llamaban por teléfono y se encontraban personalente cuando el venia a Roma.

Que ocurrió cuando el cardinal Wojtyla es elegido Papa?

Kluger: Mi esposo estaba en el consultorio del dentista cuando escucho la noticia de la elección por radio. Llego a casa muy entusiasmado, también yo lo estaba.   Fueron momentos increíbles para nosotros.  El día después de la misa de apertura del pontificado de Juan Pablo II hubo una audiencia para los polacos en el Aula Pablo VI, durante la cual pudieron abrazarse.  A partir de entonces Jurek se encontraba con el a menudo.  Cada tanto también toda la familia almorzaba o cenaba con el Papa en el Vaticano o en Castel Gandolfo.  Nuestras reuniones eran por un lado muy sencillas – porque lo veíamos como uno de la familia – y a su vez extraordinarias. Karol Wojtyla era alguien muy especial en todo lo que hacia, según me decía mi esposo.    Karol Wojtyla nos quería y lo ratificó porque bautizo nuestra nieta, le dio la primera comunión y la casó y en el año 2000;  también bautizó a nuestra bisnieta Chiara!

 (en Castel Gandolfo Juan Pablo II saluda a Halina, amiga y compañera de escuela  de ambos - de Juan Pablo II y Jerzy - con ocasión del casamiento de Stefania, la nieta de Kluger, el 11 de septiembre de 1997).

Se hablo del rol de su esposo en la preparación de la visita que Juan Pablo II realizara a la Sinagoga en 1986 y en establecer relaciones diplomáticas entre Israel y la Santa Sede en 1993. Que nos puede decir acerca de esto?

Kluger: En cuanto ala visita del Papa a la Sinagoga, mi esposo no participo de la preparación.  Obviamente conocía al Rabino Toaf, pero no frecuentaba la Sinagoga de Roma porque los judíos romanos son Sefardies mientras que el era un Askenazi. Mi esposo también me comentó que  Karol WOjtyla ya había entrado a una sinagoga en 1936.  Wilhelm Kluger, el padre de mi esposo había organizado un concierto de un tenor famoso en la sinagoga local y había invitado al joven amigo de su hijo y a su padre.  En cambio Jurek trabajó mucho para que Israel y la Santa Sede establecieran relaciones diplomáticas.   Podia hacerlo porque conocía políticos Israelies y podía tratar directamente con el Papa.

Usted quería que su esposo fuera sepultado según el rito judío? Cual era el deseo de su esposo?

Kluger: En realidad, mi esposo quería ser cremado y llevado al cementerio judío de Londres, donde esta enterrado su padre. Lamentablemente la ley judía no permite la cremación así que pensé que entonces seria mejor hacerlo enterrar entre otros judíos en Roma.   Yo no conocía nada del rito del entierro judío:   la gente del Hogar donde murió mi esposo se ocupo de todo.  Debo también agradecer a todos los embajadores que asistieron a la ceremonia conmemorativa que se llevó a cabo siete días después de ocurrir la muerte.


 (Entrevista realizada por Wlodzimierz Redzioch – publicada en Inside The Vatican 25 de febrero de 2012)

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