“Las personas que conocían al cardenal Wojtyla en Cracovia esperaban que
fuese elegido Papa?”
le pregunta Wlodzimierz Redzioch a
Wanda Poltawska y ella responde:
“En Polonia se sabía que nuestro Arzobispo gozaba de buenos contactos en el
Vaticano y era apreciado por muchos purpurados. Además, Pablo VI lo llamó para
que predicase los ejercicios espirituales para la Curia: fue una elección relevante.
El año 1978 fue un año particular para todos nosotros: mi familia y yo estábamos
pasábamos las vacaciones junto con Mons. Wojtyla en las montañas. El 6 de
agosto durante el desayuno nos confió: «nunca sueño nada, pero anoche soñé que
Pablo VI me hacia una señal». Aquel mismo día nos enteramos por la radio de la
muerte del Papa Montini. «Brat» (que significa hermano) se quedo con nosotros hasta
el 8 de agosto, cuando partió para Roma, vía Varsovia. Regreso después de
finalizado el conclave que eligió al cardenal Albino Luciani.
Pero en septiembre recibimos la sorprendente noticia de la muerte del nuevo Pontífice. Cuando nos encontramos a fines de septiembre
nos dijo: «esperaba tener
más tiempo». Al saludarlo
le preguntamos: «que
nombre elegirás como Papa?»
Mi esposo le ahorró la respuesta y dijo:
«Es obvio elegirá ser
Juan Pablo II». El en
cambio no profirió palabra.
Partió de Cracovia el 8 de octubre y nuestro próximo encuentro fue cuando el
ya era Juan Pablo II. Quisiera agregar que hace muchos, muchos años atrás mi
madre había “profetizado” que el se convertiría en Papa.”
(de la entrevista de Włodzimierz
Redzioch a Wanda Poltawska en Accanto a
Giovanni Paolo II publicado por
Edizioni Ares.
La versión en español titulada Junto a Juan
Pablo II fue publicada por Biblioteca de Autores Cristianos.
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