Si bien es por todos conocida la vida y obra
del autor polaco, hay una parte de su itinerario filosófico y espiritual, muy
poco conocido, que es su período de profesor universitario de Ética en las
Universidad de Cracovia y Lublin, que es lo que nos interesa detenernos para
comprender mejor su concepción de la ley natural, ya que estamos ante un
auténtico filósofo. Bien afirma José María Corzo, “Cuando el Cardenal Wojtyla
fue elegido Papa, las agencias de noticias se apresuraron a resaltar que desde
Adrián VI, hacía cuatro siglos, la Iglesia Católica no tenía un Papa
no-Italiano. Ningún periódico hizo caer en la cuenta que también desde hacía
siete siglos, desde Juan XXI, no había vuelto a subir al solio de Pedro un profesor
de Filosofía”
Siguiendo
una de las biografías mejor logradas, como es la de George Weigel , damos por
conocida toda la etapa anterior y, empezamos en el año1951, por ser el año de
mayor significación académica universitaria y donde comienza su formación ética
que terminará en sus más de veinte años de docencia en ética.
Una
vez concluido su doctorado en Teología en la Angelicum de Roma, con su tesis
sobre la Fe en San Juan de la Cruz, bajo
la dirección del P. R. Garrigou Lagrange, y de algunas funciones pastorales de
parroquia y capellanía universitaria que duraron unos tres años, el arzobispo
Baziak decidió que el Padre Wojtyla debía retornar a la vida académica y
obtener un segundo doctorado mediante la escritura de una tesis de habilitación
en Filosofía que le permitiría enseñar a nivel universitario, por lo cual le
concede dos años sabáticos académicos para completar la tesis. A sugerencia de
un antiguo profesor decidió introducirse en la obra del filósofo Alemán Max
Scheler, para comprobar si el nuevo estilo filosófico de éste le ayudaba a
resolver el problema de la experiencia moral. A lo que concluye Wojtyla, una
vez terminada su tesis, que no podía hacerlo en su totalidad pero que aun así
había importantes cosas que aprender de Scheler, por ejemplo, su personalismo
que rescataba la filosofía moral de las ásperas abstracciones de la ética
kantiana y restituía el patetismo, el éxtasis y, de hecho, el ethos de la vida
humana. También compartía la afirmación de Scheler de que las intuiciones
humanas sobre la verdad de las cosas incluían las intuiciones morales, cierto
conocimiento del corazón, que era, no obstante, un conocimiento real.
Bien
concluye Weigel, que el resultado global sería lo que Wojtyla llamaría un modo
de hacer filosofía que sintetizaba ambos enfoques: el realismo metafísico de
Aristóteles y Santo Tomás de Aquino y la sensibilidad frente a la experiencia
humana de la fenomenología de Max Scheler. Es decir, que el estudio del
pensador Alemán, implicó para Wojtyla el primer intento de vincular y conciliar
la objetividad realista arraigada en la Filosofía del Seminario y el Angelicum
al énfasis de la filosofía moderna en la experiencia y la subjetividad humana.
En
el año 1954, la Universidad de Jagellonica de Cracovia, le concedió el segundo
doctorado, ahora en Filosofía. Un año antes, es decir, en el año 1953
comenzaría su docencia académica con un curso de Ética Social Católica en la
Facultad de Teología de la Universidad Jagelloniana. Cuando la Facultad fue
suprimida por el régimen comunista a principios de 1954, continúo el curso de
Ética Social en la escuela de Teología que se organizó rápidamente para los seminaristas.
En
esta época es cuando comenzó a dar forma el denominado proyecto de Lublin. La
Universidad Católica de Lublin fue fundada en 1918. La facultad de Filosofía,
se estableció en 1946. Los profesores de la UCL, empezaron a diagramar una
iniciativa Filosófica que vinculara tres largas series de cuestiones: La
Metafísica (una teoría general de la realidad, un modo de explicar las cosas en
esencia) y la Antropología (la naturaleza y el destino de la persona humana) se
encontrarían en la Ética.
Este proyecto sería definido por cuatro
hombres jóvenes. El grupo incluía a Jerzy Kalinowski, decano de la Facultad de
Filosofía, especialista en Lógica y Filosofía del Derecho , Stefan Swiezawski,
historiador de filosofía, el P. Mieczyslaw Albert Krapiec, dominico
especialista en Metafísica y el Padre Karol Wojtyla, especialista en Ética.
Empezaron con la convicción de ser radicalmente realistas en lo que se refería
al mundo y a la capacidad humana de conocerlo.
Su
filosofía partiría de una reflexión disciplinado sobre la persona y la
experiencia humanas, en lugar de una cosmología. Es decir, el punto de partida
será la Persona Humana.
En
este contexto, es que en noviembre de 1956, en su tercer año como miembro
docente de la UCL, Wojtyla sucederá al dominico Feliks Bednarski en la cátedra
de Ética de la facultad de Filosofía de la UCL, puesto que ejercerá durante 22
años. Sus cursos implicaban un intenso dialogo con las principales figuras de
la tradición filosófica occidental, Platón y Aristóteles, San Agustín y Santo
Tomás de Aquino, Kant y Hume, y J. Bentham, y por supuesto Max Scheler. En
estos años es donde publica sus estudios sobre ética, antropología y
matrimonio, y sus dos grandes obras como Amor y Responsabilidad en 1960 y
Persona y Acción , publicada en 1969 y considerada su obra cumbre.
Sus
principales interlocutores eran en este caso Max Scheler y su ética de los
valores, I. Kant y su ética de los deberes y la teoría aristotélica – tomista
de la potencia y el acto. La síntesis de Wojtyla de este diálogo era: Los
valores morales de honestidad y la valentía, la valentía, a través de una
acción honesta y valiente, se convierten en una persona honesta y valiente.
Bermúdez, F. A. P.(2016, octubre). La ley natural en Karol Wojtyla [en línea]. Presentado en Duodécima Jornadas
Internacionales de Derecho Natural : Ley Natural y Dignidad Humana. Universidad Católica Argentina. Facultad de
Derecho, Buenos Aires. Disponible en:
http://bibliotecadigital.uca.edu.ar/repositorio/ponencias/ley-natural-karol-wojtyla-bermudez.pdf
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