“De toda la Iglesia subía incesantemente la oración a Dios” (Hch 12, 5)
Guiados por los Santuarios
esparcidos en el mundo, todos los fieles se unen en el mes de mayo al rezo del
rosario para invocar el fin de la pandemia y la reanudación de las actividades
sociales y laborales
Comunicado
de Prensa
Por ferviente deseo del Santo Padre, el mes de mayo se dedicará a un “maratón”
de oración para invocar el fin de la pandemia, que aflige al mundo desde hace
más de un año, y para la reanudación de las actividades sociales y laborales.
El Papa Francisco ha querido implicar a todos los Santuarios del mundo en esta
iniciativa, para que se conviertan en instrumentos de la oración de toda la
Iglesia. La iniciativa se realiza a la luz de la expresión bíblica: “De toda la Iglesia subía
incesantemente la oración a Dios” (Hch 12, 5).
El Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, al que el
Papa ha encomendado la organización del evento, ha extendido la invitación a
todos los Santuarios del mundo, con el fin de promover la difusión de esta
iniciativa en sus respectivas Regiones e involucrar a los sacerdotes, a las
familias y a todos los fieles, invitándoles a unirse a esta oración de
intercesión y de esperanza a la Bienaventurada Virgen. Mediante el rezo del
Rosario, cada día del mes estará caracterizado por una intención de oración en
favor de las distintas categorías de personas más afectadas por el drama de la
pandemia: por los que no han podido despedirse de sus seres queridos, por el
personal sanitario, por los pobres, los que no tienen techo y los están dificultad
económica y por todos los difuntos... son algunas de las intenciones que
marcarán la oración a la Madre.
Cada Santuario del mundo está invitado a rezar en la forma y el lenguaje en que
se expresa la tradición local, para invocar la reanudación de la vida social,
del trabajo y de las numerosas actividades humanas que se suspendieron durante
la pandemia. Esta convocatoria en común pretende ser una oración continua,
distribuida por los meridianos del mundo, que toda la Iglesia eleva incesantemente
al Padre por la intercesión de la Virgen María. Por ello, los Santuarios están
llamados a promover y solicitar en la medida de lo posible la participación del
pueblo, para que, gracias a las tecnologías de la comunicación, todos puedan
dedicar un momento a la oración diaria, en el auto, en la calle, con el
Smartphone por el fin de la pandemia y la reanudación de las actividades
sociales y laborales.
El Santo Padre abrirá y cerrará la oración, junto con los fieles de todo el
mundo, desde dos lugares significativos dentro del Estado de la Ciudad del
Vaticano. El 1 de mayo, el Papa Francisco rezará ante la Virgen del Socorro, un
icono venerado ya en el siglo VII, representado en un fresco sobre el altar de
San León en el crucero sur de la primitiva Basílica Vaticana, y luego colocado,
donde aún hoy se encuentra, dentro de la nueva Basílica de San Pietro,
construida por el Papa Gregorio XIII en 1578, en la Capilla Gregoriana, donde,
además, se conservan las reliquias de San Gregorio Nacianceno, Doctor y Padre
de la Iglesia. Habiendo sido la primera restauración realizada en el
pontificado del Papa Francisco, entonces recién elegido, fueron grabadas las
palabras SVCCVRRE
NOS y FRANCISCVS
PP. A. I., confiando así al Papa a la Virgen del Socorro.
En esta ocasión, el Santo Padre bendecirá unos rosarios especialmente diseñados
para ser utilizados en este evento, que luego serán enviados a los treinta
santuarios directamente involucrados. Algunas familias de las parroquias de
Roma y del Lazio se turnarán para la oración y la lectura, junto con los
jóvenes representantes de los Movimientos de Nueva Evangelización. El 31 de
mayo, en cambio, el Papa Francisco concluirá la oración desde un lugar
significativo en los Jardines Vaticanos, del cual se dará posteriormente más
información. Ambos momentos estarán accesibles para las personas sordas y con
problemas de audición a través de la traducción al lenguaje de señas LIS.
Los treinta santuarios representativos, repartidos por todo el mundo, que han
sido elegidos para dirigir la oración mariana un día del mes son: Nuestra
Señora de Walsingham en Inglaterra; Jesús el Salvador y María Madre en Nigeria;
Nuestra Señora de Częstochowa en Polonia; Basílica de la Anunciación en Nazaret;
Santa Virgen del Rosario en Corea del Sur; Nuestra Señora de Aparecida en
Brasil; Nuestra Señora de la Paz y del buen viaje en Filipinas; Nuestra Señora
de Luján en Argentina; Santa Casa de Loreto en Italia; Nuestra Señora de Knock
en Irlanda; Virgen de los Pobres en Bélgica; Nuestra Señora de África en
Argelia; Santa Virgen del Rosario de Fátima en Portugal; Nuestra Señora de la
Salud en India; Virgen Reina de la Paz en Bosnia; la Catedral de Santa María en
Australia; Inmaculada Concepción en U.S.A.; Nuestra Señora de Lourdes en
Francia; Virgen María en Turquía; Nuestra Señora de la Caridad del Cobre en
Cuba; Virgen de Nagasaki en Japón; Nuestra Señora de Montserrat en España;
Nuestra Señora de Cap en Canadá; Virgen de Ta’Pinu en Malta; Nuestra Señora de Guadalupe
en México; Madre de Dios en Ucrania; Virgen Negra de Altötting en Alemania;
Nuestra Señora de Líbano (en Líbano; Virgen del Santo Rosario de Pompeya en
Italia.
La oración en cada uno de estos Santuarios será transmitida por los canales
oficiales de la Santa Sede a las 18:00 horas, según el horario de Roma. Se
preparó un breve subsidio litúrgico en el que se ofrecen algunas indicaciones
útiles para compartir este momento participando con la propia comunidad. El
subsidio en italiano, inglés y español puede descargarse de la página web del
Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización
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