Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

martes, 1 de marzo de 2022

Juan Pablo II a Ucrania: No permitáis que los poderosos arruinen al hombre

 


 "No permitáis que los poderosos arruinen al hombre", escribía Volodymyr Monomach (+ 1125) en su libro "Enseñanza a los hijos". Son palabras que aún hoy conservan plenamente su validez.

En el siglo XX los regímenes totalitarios destruyeron enteras generaciones, porque minaron tres pilares de toda civilización auténticamente humana:  el reconocimiento de la autoridad divina, de la que brotan las orientaciones morales irrenunciables de la vida (cf. Ex 20, 1. 18); el respeto a la dignidad de la persona, creada a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1, 26-27); y el deber de ejercer el poder al servicio de todo miembro de la sociedad sin excepciones, comenzando por los más débiles e indefensos.

El haber negado a Dios no ha hecho al hombre más libre. Al contrario, lo ha expuesto a diversas formas de esclavitud, rebajando la vocación del poder político al nivel de una fuerza bruta y opresiva.

Políticos, no olvidéis esta dura lección de la historia. Vuestra tarea es servir al pueblo, asegurando a todos paz e igualdad de derechos. Resistid a la tentación de aprovecharos del poder para intereses personales o de grupo. Tened siempre solicitud por los pobres y esforzaos con todos los medios legítimos por garantizar a cada uno el acceso al justo bienestar.

Hombres de cultura, contáis con una gran historia. Pienso, en particular, en el arzobispo ortodoxo de Kiev, el metropolita Pedro Mohyla, que en 1632 fundó la Academia de Kiev, la cual permanece en el recuerdo como faro de cultura humanística y cristiana. A vosotros corresponde el ejercicio de una inteligencia crítica y creativa en todos los ámbitos del saber, conjugando el patrimonio cultural del pasado con las exigencias de la modernidad, a fin de contribuir al auténtico progreso humano, con vistas a la civilización del amor. En este contexto, deseo vivamente que la enseñanza de las ciencias eclesiásticas reciba el reconocimiento debido, también por parte de la autoridad civil.

VIAJE APOSTÓLICO A UCRANIA
(23-27 DE JUNIO DE 2001)

Del Discurso del Santo Padre Juan Pablo II en su Encuentro con políticos, intelectuales y empresarios en el Palacio Presidencial “Mariyinskyi”, Kiev
 Sábado 23 de junio de 2001

No hay comentarios: