Recordamos
hoy con especial intensidad aquel 8 de abril del 2005 hace 17 años atrás,
cuando pegados a las pantallas de televisión participábamos a distancia de la
Misa de Exequias de nuestro amado Juan Pablo II; Yo personalmente ya
con la mente clavada en mi viaje que comenzaría en 2 semanas, el 22 de abril,
firmemente convencida y decidida que debía estar allí aunque fuese días
más tarde para rendirle homenaje a este Papa santo a quien tanto debo. Nunca olvidaré
ese primer momento de arrodillarme ante su tumba en la cripta de San Pedro!
Abril! un mes con un
significado particular: tantos recuerdos….transitando el ultimo día
previo al Domingo de Ramos, recordando aquel Domingo de Ramos único e irrepetible
de la JMJ en Buenos Aires y aquellas palabras tan invitadoras, y a su vez exigentes del Papa Benedicto en
la despedida de su Papa amigo
aquel “Sígueme”
tantas veces utilizado por Jesús mismo y citada por los cuatro evangelistas,
….aquella
palabra que dejara
perplejo a Mateo! Y que tan bien reflejara Caravaggio.
«Sígueme» - comenzaba
su homilía el cardenal Joseph Ratzinger – en una Misa de Exequias cuyo lema intrínseco
reflejaba paso a paso la vida de Karol Wojtyla - ,
«Sígueme»…. ¿me amas?, el arzobispo de Cracovia respondió desde lo profundo de su corazón: «Señor, tú lo sabes todo: Tú sabes que te amo»
Podemos estar seguros de que nuestro amado Papa está ahora en la ventana de la casa del Padre, nos ve y nos bendice - nos decia el Cardenal Ratzinger, futuro sucesor en la Sede de Pedro - . Sí, bendíganos, Santo Padre. Confiamos tu querida alma a la Madre de Dios, tu Madre, que te ha guiado cada día y te guiará ahora a la gloria eterna de su Hijo, Jesucristo Señor nuestro. Amén.”
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