Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

lunes, 2 de enero de 2023

Konrad Krajewski: La vida de Juan Pablo II estaba entretejida de oración

 


Estar con Juan Pablo II quería decir vivir en el Evangelio, estar dentro del Evangelio.

En los últimos años de mi servicio a su lado me di cuenta de que la belleza siempre va unida al sufrimiento. No se puede tocar a Jesus sin tocar la cruz: el Pontífice estaba tan probado, se puede decir martirizado por el sufrimiento, pero así era sumamente bello, en cuanto que con alegría ofrecía todo lo que recibió de Dios y con alegría devolvía a Dios todo lo que de él había recibido. De hecho, la santidad – como decía la madre Teresa de Calcuta – no significa solo que nosotros ofrecemos todo a Dios, sino también que Dios toma de nosotros todo lo que nos ha dado.

Juan Pablo II no se avergonzaba del Evangelio. Vivía según el Evangelio. Resolvía según el Evangelio todos los problemas del mundo y de la Iglesia. Según el Evangelio construyo toda su vida interior y exterior.

El misterio de Juan Pablo II, es decir, su belleza, se expresa muy bien a través de la oración del Papa Clemente XI que se encontraba en los antiguos breviarios: «Quiero todo lo que quieres tu, lo quiero porque lo quieres tu, lo quiero como y cuando lo quieres tu» Quien pronuncia estas palabras con el corazón llega a ser como Jesus que, humilde, se esconde en la hostia y se ofrece para ser consumido. Quien hace suyas estas palabras comienza a vivir con espíritu de adoración al Santísimo Sacramento.

Trece días después de su elección, el Papa se dirigió, con algunos de sus colaboradores, a la Mentorella,  cerca de Roma, donde se encuentra el santuario de la Madre de las Gracias. Pregunto a sus compañeros de viaje: «¿Qué es mas importante para el Papa en su vida, en su trabajo?» Le sugirieron: «Quizás la unidad de los cristianos, la paz en Oriente Medio, la destrucción del telón de acero…»  Pero el respondió: «Para el Papa lo más importante es la oración»

En mi país existe este proverbio:« El rey está desnudo ante los ojos de sus servidores.» Cuanto más íbamos conociendo a Juan Pablo II, tanto más convencidos estábamos de su santidad, lo veíamos en todo momento de su vida. El no ocultaba a Dios.

Si quisiera indicar lo que es mas importante para la vida sacerdotal y para cada uno de nosotros, mirándolo a el podría decir no ocultar a Dios en la propia vida, sino, al contrario, mostrarlo y ser signo visible de su presencia. A Dios nadie lo ha visto jamás, pero Juan Pablo II lo hizo visible a traes de su vida.

Cuando oraba yo tenía la impresión de que se arrojaba a los pies de Jesus. Cuando oraba, en su rostro era visible su abandono total en Dios. La vida de Juan Pablo II estaba entretejida de oración. Siempre tenía entre sus dedos el rosario, con el que se dirigía a Maria confirmando su Totus tuus.

 

( parcial del  artículo publicado en L Osservatore Romano 1 de mayo 2011)  

 

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