de la
Oración del Siervo de Dios Juan Pablo a la Virgen del Carmen, patrona de Chile
¡Santa María de la Esperanza, Virgen del Carmen y Madre de Chile!
Extiende tu escapulario, como manto de protección,
sobre las ciudades y los pueblos, sobre la cordillera y el mar,
sobre hombres y mujeres, jóvenes y niños,
ancianos y enfermos, huérfanos y afligidos,
sobre los hijos fieles y sobre las ovejas descarriadas.
Tú, que en cada hogar chileno tienes un altar familiar,
que en cada corazón chileno tienes un altar vivo,
acoge la plegaria de tu pueblo, que ahora, con el Papa, de nuevo se consagra a Ti.
Estrella de los mares y Faro de luz,
consuelo seguro para el pueblo peregrino,
guía los pasos de Chile en su peregrinar terreno,
para que recorra siempre senderos de paz y de concordia,
caminos de Evangelio, de progreso, de justicia y libertad.
Reconcilia a los hermanos en un abrazo fraterno;
que desaparezcan los odios y los rencores,
que se superen las divisiones y las barreras,
que se unan las rupturas y sanen las heridas.
Haz que Cristo sea nuestra Paz,
que su perdón renueve los corazones,
que su Palabra sea esperanza y fermento en la sociedad.
¡Madre de la Iglesia y de todos los hombres!
Inspira y conserva la fidelidad a Cristo
en la nación chilena y en el continente latinoamericano.
Mantén viva la unidad de la Iglesia bajo la cruz de tu Hijo.
Haz que los hombres de todos los pueblos,
reconozcan su mismo origen y su idéntico destino,
se respeten y amen como hijos del mismo Padre,
en Cristo Jesús, nuestro único Salvador,
en el Espíritu Santo que renueva la faz de la tierra,
para gloria y alabanza de la Santísima Trinidad.
Amén.
(de la Consagración de Chile a la Virgen del Carmen)
(de la Consagración de Chile a la Virgen del Carmen)
No hay comentarios:
Publicar un comentario