Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

viernes, 7 de diciembre de 2012

La Milicia de la Inmaculada de San Maximiliano Kolbe – entrevista de Zenit a Fray Jarosław Wysoczański OFM


En una breve entrevista que Jose Antonio Varela Vidal hace para Zenit con motivo de las vísperas de la festividad de la Inmaculada a Fray Wysoczanski  éste nos cuenta de los comienzos de la Milicia y nos habla de la visión de san Maximiliano Kolbe en tiempos difíciles y de su amor a Maria.


Hay que decir – responde Fray Wysoczanski - que la Milicia nace de la idea de san Maximiliano Kolbe, quien sabía leer los signos de los tiempos, y encontrar una respuesta evangélica de cómo ser Iglesia. Así escoge este amor y la consagración a la Virgen María como un camino a seguir. Hay que recordar que nace desde los frailes, algunos ilustres como el padre Stefano Ignudi, también es importante el rol del padre espiritual de Maximiliano Kolbe, el jesuita Alessandro Basile que era confesor del santo padre. San Maximiliano consulta con él y con los frailes, quienes consultaban a su vez con sus padres espirituales para empezar la obra. Así un día, en un lugar del convento que aún existe en Roma, y que se puede visitar hoy en la Casa Kolbe, ellos se encontraron para escribir los estatutos de la Milicia de la Inmaculada.

¿Cuáles fueron esas reglas?
--Padre Wysoczański: Todo comienza con la consagración a la Virgen María, y después hay una invitación a rezar todos los días dicho acto de la consagración, así como llevar la Medalla Milagrosa. Luego hay una estructura muy simple, que actualmente tiene presencia en 60 países. Es un movimiento que abarca a los laicos, y justamente la presidenta es una laica consagrada italiana.

En los escritos de Maximiliano María Kolbe, ¿se puede encontrar ya la devoción a María?
--Fray Wysoczański: Sí. Para él, la Virgen María es el motor, y está siempre en el centro de su estilo de vida sencillo, muy pobre, pero también con este ímpetu de difundir su mensaje, y a través de ella a Jesús por todo el mundo. San Maximiliano Kolbe ama a la Virgen María, pero siempre en un contexto misionero; por eso organiza un gran convento en Niepokalanów, en Polonia. Así, en poco tiempo, ya con 700 frailes en el convento, deja la obra en manos de otros y parte para Asia. Es interesante que tantos años atrás, él tuviera su mirada puesta en un continente que necesitaba tanto de Jesús y de María.


1 comentario:

Mento dijo...

Feliz día de la Inmacula Concepción para ti y todos los que siguen tu blog.
Un abrazo.