En nuestras mentes suele rondar la la idea que
la “carrera” de Dios y en Dios de Karol Wojtyla fue meteórica, y en verdad lo
fue. Pero es bueno recordar que ya su preparación al sacerdocio a partir de su
“seminario domestico” fue una escuela espiritualmente rica e integra, hasta el
sufrimiento a tan temprana edad; primer peldaño y base firme hacia su
personalidad especial, su vida de oración, su pasión por los estudios, su etapa
de “seminarista-obrero”, prueba certera que : “en los planes de Dios nada es casual…”
y que “La vocación es el misterio de la elección divina: “No me habéis elegido
vosotros a mi, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que
vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca (Jn, 15,16)”, testimoniando
que abrir de par en par las puertas a Cristo vale la
pena.
“Habiendo sido ordenado
sacerdote en la fiesta de Todos los Santos, celebré la Primera Misa el día de
los fieles difuntos, el 2 de noviembre de 1946. En este día cada sacerdote
puede celebrar para provecho de los fieles tres Santas Misas. Mi primera Misa
tuvo por tanto – por así decir – un carácter triple. Fue una
experiencia de especial intensidad. Celebré las tres Santas Misas en la cripta
de San Leonardo, que ocupa, en la Catedral del Wawel, en Cracovia, la parte
anterior de la llamada cátedra episcopal de Herman… Al elegirla como el lugar
de mis Primeras Misas quise expresar un vínculo espiritual particular con los
que reposan en esa catedral que, por su misma historia, es un monumento sin
igual. Está impregnada, más que cualquier otro templo de Polonia, de
significado histórico y teológico. Reposan en ella los reyes polacos…allí
coronados y en ella eran también sepultados. Quien visita ese templo se
encuentra cara a cara con la historia de la Nación.
Fueron pocos los
participantes en aquellas primeras Misas…el P. Figlewicz estaba a mi
lado….estaba presente mi madrina Maria Wiadrowska, hermana mayor de mi madre.
Me asistía en el altar Mieczyslaw Malinski, que hacia presente de algún modo el
ambiente y la persona de Jan Tyranowski, ya entonces gravemente
enfermo. Después hubo otras “primeras Misas: en la iglesia
parroquial de San Estanislao de Kostka en Debniki, y el domingo siguiente en la
iglesia de la Presentación de la Madre de Dios en Wadowice. Celebré también una
Misa en la Confesión de San Estanislao, en la catedral del Wawel, para los
amigos del teatro rapsódico y para la organización clandestina “Unia (Union”, a
la cual estuve vinculado durante la ocupación”.
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