Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

jueves, 28 de diciembre de 2023

Nieves Gomez Alvarez: El humanismo polaco de Karol Wojtyla (1 de 4)

 


Karol Wojtyła es bien conocido por haber sido uno de los líderes indiscutibles del siglo XX y comienzos del XXI, pero es mucho menos conocida su personalidad intelectual y su poderosa aportación filosófica. Este artículo muestra sus raíces culturales, que posibilitaron el desarrollo de un humanismo integral, un humanismo que, si bien miraba con interés hacia los ideales ilustrados franceses, también se nutría de una rica tradición eslava propia, abierta a las nuevas ideas europeas, pero a la vez maduramente crítica con algunos aspectos de estas. En sus años de juventud, Wojtyła se había alimentado intelectualmente de la obra de los románticos polacos, en especial de la tríada formada por Adam Mickiewicz, Juliusz Słowacki y Cyprian Norwid, quienes habían vivido muy en contacto con otros países europeos tras la Gran Emigración, a partir de 1831, y habían desarrollado con enorme profundidad unos ideales bien distintos a los de la Ilustración francesa, pero entre los cuales despuntaba una concepción notablemente compleja de la libertad, tanto individual como colectiva.

Mickiewicz, Słowacki y Norwid

 El siglo XIX fue en Europa una época llena de revoluciones. Y, sin embargo, ese mismo vocablo no significaba exactamente lo mismo para las diferentes culturas. En su versión francesa tiene una connotación de ruptura absoluta con el pasado, porque se consideraba que este era intrínsecamente malo y corrupto, negador de la libertad individual; y en ese pasado entraba como un ingrediente primordial la cristiandad, que era considerada un representante eminente del viejo orden. Sin embargo, para los Románticos polacos, ese mismo término significa algo bien distinto: la recuperación de un valor perdido, esencial para la conciencia nacional. Lo que había que hacer con el pasado, por tanto, no era romper con él, ni negarlo, ni olvidarlo, sino recuperarlo para poder seguir siendo quien se es, sin repetirlo. Llevarlo dentro para poder seguir viviendo con proyectividad. E inserto en ese pasado se encuentra el cristianismo y, más en concreto, el catolicismo, como distintivo peculiar. Por lo tanto, una revolución debería incluir, desde esta visión peculiar, un vivo interés maduro y desprejuiciado por todo el legado cristiano. No caben, por tanto, dos interpretaciones del mismo término más distantes en su significado real e histórico. Ambas han marcado dos relaciones con el pasado radicalmente distintas y han condicionado la vida de la nación entera respecto a su propia cultura . Este es el legado que va a recibir Wojtyła, no solo en las lecciones paternas o en las clases escolares, sino muy particularmente en el curso jagelloniano y en las intensas lecturas de ese y los siguientes años. En este breve estudio haremos hincapié especialmente en tres de los autores leídos por el joven estudiante.

Invito leer articulo completo

Más allá de la Ilustración francesa: El humanismo polaco de Karol Wojtyła (1ª Parte) Beyond the French Enlightenment: Karol Wojtyła’s Polish Humanism (Part 1) ––––– NIEVES GÓMEZ ÁLVAREZ


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